sábado, 9 de diciembre de 2023

Betis 1 - Real Madrid 1 (16ª jornada de LaLiga)

BETIS (1): Rui Silva; Aitor Ruibal, Pezzella, Riad, Abner; Altimira (Guardado, m. 69), Marc Roca; Ayoze (Luiz Henrique, m. 82), Isco, Ez Abde (Assane Diao, m. 61); y Willian José.
REAL MADRID (1): Lunin; Lucas Vázquez (Nacho, m. 82), Rüdiger, Alaba, Mendy; Brahim (Joselu, m. 78), Valverde, Kroos (Nico Paz, m. 82), Bellingham; Modric (Dani Ceballos, m. 69); y Rodrygo.
Goles: 0-1: minuto 52, Bellingham. 1-1: minuto 66, Aitor Ruibal.
Árbitro: Soto Grado, riojano. Amarillas para Ruibal, Ayoze y Ceballos.
Lluvia de peluches en el descanso y muy buen tiempo en el Villamarín.

Pasan los meses sin nuevas entradas en este blog, pero nada cambia en el Betis de Pellegrini, que sigue siendo tácticamente el mismo equipo de siempre y un competidor fiabilísimo capaz de poner en apuros al mismísimo Real de Madrid.


Primera hora de partido

Y es que si valoramos por ocasiones fueron los verdiblancos los mejores en un partido muy igualado, que comenzó con un ritmo bajo y se fue calentando hasta terminar con las revoluciones a tope. Los béticos, decíamos, jugaron con su esquema de siempre, llamado 4-2-3-1: un 4-4-2 defensivo que se desplegaba en ataque como 4-3-3 al escalonarse esta vez claramente Altimira por delante de Roca y venir frecuentemente Isco a recibir a zonas de interior izquierdo:


Era un Betis con muchas bajas y en el que Pellegrini tenía que hacer un sudoku con la alineación para encarar el partido del jueves ante el Rangers con un equipo igualmente competitivo. No menos bajas traía el Madrid de Ancelotti, que parte de unos principios de juego bastante similares a los de Pellegrini, con un bloque medio en 4-4-2 en defensa y bastante libertad ofensiva, pero que desplegó unos movimientos un tanto sofisticados en ataque. Como vemos, en defensa eran Modric y Rodrygo los que quedaban arriba y Bellingham cerraba como centrocampista la banda izquierda. Pero en salida de balón el Madrid cambiaba completamente esas posiciones:


Como vemos, el Madrid, sin un nueve natural, pegaba completamente a la cal a Rodrygo y Brahim como extremos, y dejaba por dentro un cuarteto de centrocampistas bastante móviles que intercambiaban posiciones, aunque habitualmente era Valverde quien venía más cerca de los centrales en salida de balón (algo que agradeció el Betis, pues es tal vez el menos fino en el toque de los cuatro). Kroos a veces lateralizaba su posición hasta la zona de Mendy, que entonces saltaba curiosamente a jugar prácticamente de delantero, pidiéndola de espaldas entre Pezzella y Ruibal.

Este esquema de salida de balón del Real Madrid, ante la habitual presión media-alta del Betis, estaba diseñado para obtener superioridad numérica en zonas interiores o, si saltaban los centrales a por Modric y Bellingham, buscar balones largos cruzados a la espalda de los laterales béticos hacia los extremos Rodrygo y Brahim: ya en el City pre-Haaland se vieron esquemas ofensivos así, interesantes pues es desde los extremos, y no desde el centro, desde donde se castigan mejor defensas adelantadas jugando en largo.

Lo cierto es que al equipo de la capital apenas le funcionó este modo de salir en un puñado de balones muy largos de Rüdiger hacia Rodrygo, peligrosísimo en el uno contra uno. Aunque con menos balón que su rival, el Betis se defendió muy bien durante una hora, con la defensa siempre bastante alta, y alargó algunas posesiones ante la perezosa y poco intensa presión madridista, aunque con escasa profundidad en ataque.

 

Última media hora

Tras casi una hora de juego a ritmo relativamente bajo, el Madrid marca en una de las escasísimas ocasiones del partido hasta entonces, y suena el toque de corneta: espoleado y aún fresco de piernas el Betis adelanta la presión y arriesga. El Madrid roza el 0-2 pero es Ruibal quien bate a Lunin en un tremendo disparo.

Llegan los cambios y el Betis mete sangre fresca sin tocar al imprescindible Isco: Guardado por Altimira, Diao por fin por la izquierda y Luiz Henrique por la derecha. Ancelotti tapa a Diao con Nacho y acaba con Joselu en punta y Paz y Rodrygo como extremos. El partido se desata al final, jugándose ya a campo abierto, y es el Betis quien merece más un gol que no llega.

 

Jugador por jugador

Bien Silva en los balones cruzados, Ruibal, como suele, compensó sus carencias como lateral (en toque de balón y defendiendo 1 vs 1) con su energía y arrojo ofensivo habituales: se equivocó en el 0-1 y marcó un golazo. Muy completo el partido de los centrales, esta vez fue un muy buen Riad quien destacó por encima de Pezzella. Abner cumplió en defensa y mostró otra vez sus carencias, en su caso compensadas con nada.

En el centro Roca estuvo más activo que un Altimira un tanto desapercibido, que no es poco en su caso de casi debutante y ante tamaño rival. Abde una vez más agachó la cabeza, interviniendo mucho pero pocas veces bien, y Ayoze por el contrario necesitó tocar pocas para ser muy punzante. Isco dio fluidez ofensiva y al tiempo trabajó pertinazmente (llegó incluso en buen estado físico al tramo final: casi marca), y Willian hizo buenas recepciones, aunque casi no intervino en el área.

De los suplentes fue sin duda Guardado, energético y preciso, el revulsivo. Assane tuvo más voluntad que acierto, y Luiz Henrique más acierto que voluntad.

Pellegrini sigue logrando montar un equipo competitivo pese a las dificultades en forma de traspasos y bajas médicas importantes (Fekir, Carvalho, Sabaly, Guido...). Su Betis ahora compite mejor ante los grandes pero empata mucho ante los débiles fuera de casa, lo que lo castiga en la clasificación pese a haber perdido solo 2 partidos de 16 (!).

Los comentarios son bienvenidos. En Twitter, @juanramonlara7.


domingo, 15 de octubre de 2023

El nuevo Betis: una plantilla descompensada y un equipo por hacer

El aburrimiento veraniego suele convertir a los aficionados al fútbol, incluso a los inteligentes, en yonkis de los fichajes ávidos de altas y bajas en sus equipos. A falta de partidos las entradas y salidas se celebran como goles y se aprueba con entusiasmo que la dirección deportiva de un club cambie a media plantilla, algo que no suele traer buenas consecuencias. Fue el caso del verano de Ramón Planes, que –probablemente a petición de Pellegrini y de una directiva muy necesitada de cuadrar cuentas– deshizo el equipo que se montó en 2019, y que básicamente había mantenido su columna vertebral desde el año de Rubi.

El Betis no solo ha perdido a algunos de sus mejores jugadores, sino que ahora necesita hacer de la actual plantilla un verdadero equipo: si antes los jugadores adivinaban sin mirarse qué iba a hacer el compañero, ahora necesitarán meses para conocerse deportiva y humanamente. No solo eso, sino que además Pellegrini debe encontrar el modelo de juego adecuado a la nueva plantilla. Veámosla por posiciones:

 

Faltan en este cuadro (por problemas técnicos nuestros) el mediocentro Altimira, el extremo Juan Cruz y, sobre todo, jugadores con ficha del filial como el extremo Assane Diao, la sensación del momento.

Como se ve la plantilla, pese a las quejas de Pellegrini, no es corta. Sí es cierto que las bajas de larga duración (Fekir, Sabaly, Bartra) y el escaso gusto del chileno por algunos de sus jugadores, como los citados Cruz y Altimira, obligan ahora a repetir esfuerzos durante la semana a algunos titulares. Pero, sobre todo, la plantilla está descompensada: la escasez de centrales, la baja de fin de mercado de Luiz Felipe y la lesión de Bartra han dejado al equipo con esa posición muy descubierta.

Además de eso, nos ocupan aquí las cuestiones tácticas relacionadas con este nuevo plantel. Y ahí se plantea un interesante dilema para el entrenador. Las últimas incorporaciones en los extremos, laterales y mediocentros se han salido de los respectivos perfiles que dominaban en la plantilla, y eso puede tener consecuencias en la forma de jugar del equipo. Efectivamente, el gran Betis de 2022 tenía laterales muy ofensivos, extremos que apenas pisaban la cal más que al inicio de la jugada y unos mediocentros de perfiles diferenciados, particularmente con William Carvalho junto a Guido. El resultado fue un Betis combinativo, de mucho (a veces incluso demasiado) balón al pie, posesiones largas y control del juego.

En esas tres posiciones el perfil de los fichajes ha sido diferente. Abner parece buen defensor y correcto con balón pero tiene una proyección ofensiva muy inferior a Miranda o Moreno. Abde y Luiz Henrique, que por cierto no parecen haber sido alumnos predilectos de su profesora de Secundaria, tienen un perfil de extremo antiguo, muy de banda y uno contra uno, con mucha velocidad pero menos capacidad de combinar y atravesar defensas pobladas en espacios cortos: en cuanto el juego se complica ellos se aturullan. Assane Diao, aunque con la cabeza mucho mejor amueblada y un perfil más de delantero puro, también parece preferir los espacios amplios. Y por último las titularidades de Roca junto a Guido han resultado en un doble pivote de alto nivel defensivo pero con problemas en la elaboración.

A consecuencia de ello, durante muchos partidos el Betis ha perdido el control del juego: por voluntad propia o por intención premeditada, ha verticalizado y abreviado sus posesiones, y en consecuencia pocas veces ha sido capaz de instalarse en campo rival y aplicar una buena presión postpérdida. Monopolizado el ataque por Isco, le cuesta crear peligro, tanto si le presionan y obligan a jugar largo, como ante defensas posicionales frente a las que se echa de menos la proyección de los laterales y las antiguas combinaciones. Las jugadas de peligro acaban fiadas al viejísimo robo alto más contraataque rápido, un modo de juego que obliga al equipo a un trabajo de presión extenuante e insostenible ante buenos rivales.

Tal vez la vuelta de William Carvalho al equipo titular, la aparición de Diao en posiciones de remate o la estabilización de Miranda y Bellerín en las bandas cambie este estado de cosas. En todo caso será interesante conocer la evolución del equipo.

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domingo, 17 de septiembre de 2023

F.C: Barcelona 5 - Betis 0 (5ª jornada de LaLiga)

F.C. BARCELONA (5): Ter Stegen; Cancelo, Koundé, Christensen (Iñigo Martínez 76'), Balde (Marcos Alonso 76'); Oriol Romeu (Gündogan 64'); Gavi, De Jong; Ferrán Torres (Lamine Yamal 64'), Lewandowski y Joao Félix (Raphinha 64').
BETIS: Rui Silva (Fran Vieites 46'); Bellerín, Bartra, Chadi Riad, Miranda; Altimira, Marc Roca (Guido Rodríguez 67'); Luiz Henrique (Abde 46'), Isco (Rodri 67'), Ayoze (Juan Cruz 67'); y Willian José.
Árbitro: Sánchez Martínez. Amarillas a Iñigo Martínez, Bartra y Guido Rodríguez.
Goles: 1-0 (25') Joao Félix; 2-0 (32') Lewandowski; 3-0 (62') Ferrán Torres; 4-0 (66') Raphinha; 5-0 (81') Joao Cancelo.
Incidencias: 45.000 espectadores, muchos de ellos béticos, en el Estadio Olímpico de Montjuïc.

Una buena primera parte y una muy mala segunda resultaron en un severo marcador ante un gran Barcelona.

Primera parte

Pellegrini siguió su costumbre de dejar en el banquillo a los que no pudieron entrenar durante la semana, y ello obligó al debut con picadores de Altimira y Riad, aún algo verdes. Tampoco alteró su plan de juego (¿tiene Pellegrini plan B?), así que salió a presionar bastante arriba al Barça desde las habituales posiciones intermedias y el 4-4-2 de siempre, algo que suele salirle mal ante equipos de arriba. Enfrente Xavi planteaba un 4-3-3 muy convencional salvo por el lateral interior (Cancelo) en banda derecha, que situaba a Torres de extremo puro y abierto y a Gavi de todocampista, casi delantero en ataque, función ofensiva que correspondía por la izquierda a Félix.

Y es que como suele ocurrirle al Betis ante equipos de buena salida de balón, la inferioridad de un jugador en esa zona (Koundé, Christensen y el mediocentro Romeu para Willlian José e Isco) obligó a un trabajo extenuante a los béticos. Pese a todo, durante media hora lograron ensuciar esa salida y varios robos, seguidos de contras peligrosas, mientras el Barça pocas veces lograba alcanzar la meta de Silva. Aunque Balde superaba a Bellerín y la posesion era blaugrana, el partido se nivelaba en cuanto a ocasiones. Ocurre que, cerca ya de la media hora, las dos ocasiones claras del Barcelona cayeron dentro, en una mezcla de fortuna y calidad. El partido bajó en ritmo hasta el descanso y se llegó a este con 2-0 y casi en armisticio.

Segunda parte

Obligado o de grado, Pellegrini cambia portero y extremo (entra Abde en la izquierda y desplaza a Ayoze a la derecha), y el Betis trata de hacer de nuevo una cierta presión alta. No le dura más de quince minutos: Ferrán maca en una falta que ni debió ser ni fue bien defendida (mal puesta la barrera), y el equipo baja los brazos, hasta convertirse en la última media hora en un guiñapo en manos del Barça, que pudo meter siete. De nada sirvió que entrasen Guido, Rodri (mediapunta anoche) y Cruz en un equipo falto ya de fe.

Entre las pocas buenas noticias que dejó el partido estuvo el trabajo en el robo de Altimira, que si se une a la calidad que suele atribuírsele puede convertirlo en un buen jugador. Riad arregló poco pero tampoco desentonó.

domingo, 3 de septiembre de 2023

Betis 1 - Rayo 0 (4ª jornada de LaLiga)

BETIS: Rui Silva; Bellerín, Pezzella, Luiz Felipe, Miranda (Abner 46'), Guido (Guardado 46'), Marc Roca, Rodri (Juan Cruz 76'), Isco (Altimira 92'), Ayoze; y Willian José (Borja Iglesias 76').
RAYO: Dimitrievski; Balliu, Aridane, Lejeune, Espino (Falcao 78'); Isi (De Frutos 64'), Ciss (Kike Pérez 64'), Óscar, Álvaro; Nteka (Bebé 78') y De Tomás (Camello 59').
Árbitro: Muñiz Ruiz (gallego). Amonestó a Miranda, Guido, Roca, Álvaro, De Tomás, Isi y Kike Pérez.
Gol: 1-0 (52') Willian José.
Lluvia en el Estadio Benito Villamarín.

Una buena segunda parte bastó al Betis para ganar sin muchos apuros a un flojo Rayo Vallecano, tras una primera parte muy espesa.

Primera mitad
El Rayo, como casi toda la la liga española, ha perdido potencial, y en concreto a sus dos mejores elementos, lateral izquierdo y entrenador. Lejos del equipo presionante de Iraola, esperó al Betis en un bloque medio bastante convencional, de líneas juntitas y con cuatro atrás. Enfrente Pellegrini ponía lo mejor que tenía, repitiendo cuadrado de mediocentros defensivos y centrales, aunque trató de dar un poco más de vuelo ofensivo al equipo con Bellerín y Miranda.

De poco sirvió. El equipo mantuvo su solidez defensiva pero fue incapaz de sacar un solo balón jugado limpio por dentro, y por fuera tampoco progresó demasiado. La salida de balón repetía el habitual 3+1, con un mediocentro en línea con los centrales, pero el 1 (fuese Roca o Guido) era incapaz de girarse para superar siquiera la primera linea defensiva del Rayo (de solo 2 jugadores). Así las cosas el Betis trataba de progresar con recepciones de espaldas de Isco, Ayoze o Willian José, casi imposibles si ese infructuoso 4 contra 2 de salida deja al resto en inferioridad de dos jugadores en zona de ataque. Isco, en particular, estaba muy marcado, y el Betis apenas avanzó por banda, quedando reducido a pelotazos y segundas jugadas. El Rayo tampoco lograba mucho más, muy correoso también el Betis por dentro, y el partido llegaba al descanso entre bostezos.

Segunda mitad
Dos amarillas y el pánico a las expulsiones deciden a Pellegrini a cambiar a Miranda y Guido por Abner y Guardado, y el mexicano revoluciona completamente el partido. El Betis por fin progresa con balón, Guardado sale de zona a presionar de forma más agresiva que Guido y el equipo entra por fin en los ciclos de ataques largos y presión postpérdida fuerte y rápida con los que se siente a gusto. Llegan pronto un palo y el gol, y aunque el resultado es corto y da sensación de incertidumbre el Betis controla ya el juego y pasa pocos apuros reales, sin que el Rayo consiga inquietar más que en alguna jugada de De Frutos.

Flojos Ayoze y Rodri, junto a Guardado y la inspiración de Willian José volvió a llamar la atención la clase de Isco, cuya buena actitud y forma física sorprenden, pero no su perfecta adaptación a un esquema y modelo de juego que le vienen como anillo al dedo.

Comentarios, bienvenidos.

domingo, 27 de agosto de 2023

Athletic de Bilbao 4 - Betis 2

ATHLETIC DE  BILBAO: Unai Simón; Lekue, Vivian, Paredes, Imanol (Yuri 66'); Ruiz de Galarreta (Dani García 85'), Vesga; Iñaki Williams, Muniain (Unai Gómez 66'), Nico Williams (Villalibre 75'); y Guruzeta (Álex Berenguer 66').
BETIS: Rui Silva; Sabaly, Pezzella, Luiz Felipe, Abner (Miranda 57'); Guido Rodríguez (Paul 65'), Marc Roca (Guardado 74'); Aitor Ruibal (Rodri 57'), Isco, Ayoze; y Willian José (Borja Iglesias 74').
Árbitro: Soto Grado (C. Riojano), con el madrileño Del Cerro Grande en la sala VOR. Amarillas a Paredes, Ruiz de Galarreta, Vesga, Álex Berenguer, Guido Rodríguez y Abner.
Goles: 0-1 (2') Willian José; 0-2 (10') Isco; 1-2 (30') Vesga, de penalti; 2-2 (45') Vesga, de penalti; 3-2 (45+8') Guruzeta; 4-2 (84') Unai Gómez.
Casi 45.000 espectadores.

Mal partido el del Betis esta noche en San Mamés, en el que pese a ponerse 0-2 casi en el arranque se vio superado por los locales. La extraña ayuda arbitral al equipo vasco en el 1-2 no debe ser excusa.

Primera parte
El encuentro tuvo, o habría que decir debió tener, las clásicas dos mitades diferenciadas. Para la primera Pellegrini planteó un plan de partido similar al de Villarreal y Atlético de Madrid: un equipo contragolpeador, supuestamente rocoso en defensa con el doble pivote de Guido y Roca (tampoco tiene nada mejor para elegir) y preparado para correr al espacio cuando recuperase balón o cuando superase la previsible presión alta del Athletic, con Ruibal y Ayoze en los costados e Isco mediapunteando tras Willian José. Enfrente, el 4-2-3-1 del Athletic colocaba un doble pivote más diferenciado por la calidad de Ruiz de Galarreta, más los Williams en bandas y tanque arriba, y presionaba alto como suele en casa.

El plan salió bien durante muchos minutos, sobre todo porque el equipo cantó bingo en las dos primeras llegadas, así que juntó líneas con su 4-4-2 habitual. Abner y Sabaly aguantaban bien la amenaza de los Williams, pero el equipo tenía poco balón y esta vez sufría más de lo habitual a la espalda de los pivotes y concedía algunos remates peligrosos.

Llegaron entonces los dos penaltis en contra, uno en un doble error arbitral que entró de lleno en el terreno de lo sospechoso y otro en un pisotón involuntario pero existente, y el Athletic, envalentonado, daba la vuelta al partido antes del descanso.

Segunda parte
Fue tras el descanso cuando el Betis mostró sus carencias de creación actuales, antes del cierre del mercado y con Fekir y Carvalho lesionados. El plan original ya no valía: el Athletic dio un leve paso atrás en la presión para juntar líneas sin retrasar la línea de cuatro trasera, y fue entonces cuando se notó la incapacidad del equipo bético para instalarse en campo rival. Pese a que cambios como los de Miranda y Rodri iban claramente en dirección de intentar hacer recular al equipo local, el Betis siguió teniendo problemas para sacar el balón limpio y cuando lo logró se empeñó en jugar demasiado vertical, pero ya con Isco cansado y pronto sin Ruibal en el campo. En consecuencia, no solo los ataques fueron fallidos sino que nunca consiguió activar correctamente la presión tras pérdida: el Athletic tenía siempre la defensa muy lejos de su área y el Betis perdía el balón con medio equipo aún en campo propio, de forma que los intentos obligados e infructuosos de recuperar pronto la pelota de Guido y Roca solo consiguieron aumentar el agujero entre ellos y los centrales, y el Athletic alargó cómodamente sus posesiones hasta alcanzar un excesivo 4-2.

lunes, 23 de enero de 2023

Los problemas ofensivos del Betis

Más allá de la actual racha de resultados, los datos nos dicen que el Betis de la actual temporada 22/23 es más sólido defensivamente que el de la pasada (a estas alturas 14 goles en contra frente a 18 de la 21/22) pero mucho menos efectivo en ataque (19 goles fente a 30), algo que coincide con las negativas sensaciones ofensivas del equipo. Menos dominador y menos vistoso, el equipo gana casi siempre con sufrimiento, y está lejos del equipo alegre y brillante disfrutado hace poco menos de un año.

La memoria del bético reconoce la alineación de ese Betis que ganó la Copa, pero conviene recordar que a ella llegó Pellegrini tras muchos ajustes que fueron decantando un equipo titular en el que cada pieza se situó en el ecosistema futbolístico ideal para brillar. ¿Cómo funcionaba? ¿Qué se ha averiado?

Esa alineación reconocible defendía, siempre, en 4-4-2:

 Partiendo de esa disposición en la transición al ataque, ese Betis se desplegaba así en salida de balón:

(Fe de erratas: hemos permutado indebidamente a Bartra y Pezzella)

Es cierto que el modelo de juego del Betis de Pellegrini es muy poco posicional y esas ubicaciones eran muy móviles, particularmente con Canales, Fekir y sobre todo Carvalho acudiendo con frecuencia a la base de la jugada para sacar la pelota jugada. Pero también que el transcurso de los partidos fue decantando esas posiciones ofensivas, en las que cada jugador fue encontrando un lugar natural para sus condiciones. Equipo de largas posesiones, cuando la jugada progresaba las posiciones promedio pasaban a ser estas:

 
Fekir, muy libre, acude a crear superioridad numérica y cualitativa a la zona donde se encuentra el balón. Canales y Carvalho son pasadores con panorama a pie cambiado, y la profundidad y remate los dan los llegadores, Juanmi y Borja, más la velocidad de los laterales, que irrumpen en velocidad desdoblando a sus teóricos extremos. Esto, punto importante, obliga a la zaga rival a recular por su amenaza, lo que crea espacios entre sus dos líneas defensivas.

 

Llega el verano de 2022

 El mercado de fichajes de la última pretemporada trajo un par de noticias relevantes:

- La baja de Bellerín, que dejaba como potenciales laterales a Sabaly, mejor defensor que el catalán pero menos profundo, y a Ruibal, jugador multifunción y a la vez sustituto natural de Juanmi en el extremo izquierdo, como uno de los pocos diestros extremos de la plantilla.

- El alta de Luiz Henrique, apuesta corporativa, jugador de enormes condiciones físicas y técnicas, que ha evolucionado muy positivamente en lo táctico en los últimos meses, pero con el que la dirección deportiva repetía un error muy concreto ya cometido con Lainez en tiempos de Serra, más allá del nivel de uno u otro jugador: se volvía a fichar un perfil superpoblado en la plantilla, el de jugón zurdo (mediapunta, extremo...), para el que ya se contaba con Canales, Fekir, Rodri e incluso Cruz en el filial (entonces fue Rober).

El inicio de temporada trajo una nueva noticia, y nada buena: la lesión de larga duración de Juanmi, jugador decisivo por sus goles y movimientos, pero además de perfil sin sustituto natural, más aún dada la necesidad de usar a Ruibal en el lateral derecho.

Pellegrini se vio entonces obligado a decidir quién ocuparía como titular ese puesto vacante de extremo izquierdo. Sin duda el chileno, que sabe muchísimo de esto y ve entrenar cada día a sus jugadores, tuvo sus razones para situar ahí a Canales y no a Luiz Henrique. Entre ellas, que el joven zurdo brasileño (al que no falta potencia para jugar a pie natural) siempre fue en su país extremo derecho, y cambiarlo de posición en el campo añadiría dificultades a quien ya debía adaptarse a un cambio de liga, de ciudad e incluso de continente. El damnificado fue Canales: el cántabro rinde mucho mejor a pie cambiado, en zonas de interior derecho, donde gana perspectiva como pasador y controla el balón con su zurda alejando a su marcador del balón, y ha sufrido en el Betis siempre que ha tenido que jugar en la banda izquierda.

Un par de detalles han complicado aún más la situación: el hábito de Luiz Henrique de pegarse a la cal de la banda en todas las fases del juego ofensivo, sin dejar espacio al lateral para doblarlo por fuera, y la baja de Álex Moreno, que abre la incógnita de si su sustituto, Abner, dará la profundidad debida al ataque. Todo ello ha mutado el último de los gráficos antes mostrado, el del ataque posicional del Betis, hacia esto:


No solo han desaparecido los goles de Juanmi: con un Luiz Henrique que la pide casi siempre al pie, el ataque del Betis ha perdido desmarques en profundidad, salvo los obvios de Borja y los esporádicos de Canales, y con ello no solo opciones de gol y juego por banda, sino también los espacios entre líneas que provocaban. Raramente hay desdobles por la derecha, al punto de que Sabaly (o Ruibal) se ve frecuentemente obligado a doblar a su extremo por dentro, con fortuna solo a veces (Ruibal vs. Elche). Abner es aún una incógnita. Canales no disfruta de perspectiva de pase, y el ataque es previsible, reducido en espacios, carente de rupturas y dependiente de la inspiración de Fekir y Carvalho.

¿Cómo solucionar esto? A la espera de la vuelta de Juanmi, lo natural parece cambiar a la izquierda a Luiz Henrique y pedirle más desmarques al espacio y llegada al área. Tiene potencia sobrada para ambas cosas, no maneja mal la derecha, y recolocaría automáticamente muchas piezas del mecanismo. A cambio, se pondría en riesgo su encarrilada adaptación a LaLiga, con todas las consecuencias (incluso económicas para el club) que esto pueda conllevar.

Sea como sea, el ataque del Betis necesita decisiones.

lunes, 7 de noviembre de 2022

Betis 1 - Sevilla 1 (13ª jornada de LaLiga)

BETIS (1): Bravo; Sabaly, Pezzella, Edgar, Álex Moreno; Guido Rodríguez, William Carvalho (Luiz Henrique 58'); Canales (Willian José 92'), Fekir, Aitor Ruibal (Guardado 58'); y Borja Iglesias.
SEVILLA F.C. (1): Bono; Montiel, Gudelj, Rekik, Acuña (Alex Telles 46'); Óliver Torres (En-Nesyri 50'), Joan Jordán (Dolberg 77'), Rakitic; Papu Gómez; Rafa Mir (Jesús Navas 43') y Lamela.
Árbitro: Sánchez Martínez. Roja directa tanto a Montiel (38'), Fekir (45+3') y Borja Iglesias (49') más Doblas (banquillo). Amarillas a William Carvalho, Luiz Henrique, Álex Moreno, Bravo, Acuña, Lamela, Papu Gómez, Gudelj, Alex Telles y Jorge Sampaoli (entrenador).
Goles: 1-0 (43') Jesús Navas, en propia puerta; 1-1 (82') Gudelj.
54.000 espectadores.

Es imposible analizar el derbi de anoche sin mencionar la esperpéntica actuación del VAR, que convirtió el partido en un extraño espectáculo ajeno a lo que solemos conocer por fútbol y que marcó el devenir táctico del partido.

Primera parte
En el Betis de Pellegrini jamás hay novedades tácticas más allá de la alineación y los sutiles detalles en los que esta influye. En esta ocasión la novedad en ella fue Ruibal, extremo izquierdo, y el detalle en que influyó, la satisfactoria reubicación en la derecha de Canales, un jugador fundamental en el equipo y que suele ser inexplicablemente exiliado de su lugar natural por Luiz Henrique. Por demás el Betis sería el de siempre (mientras jugase con once): 4-2-3-1 con repliegue en 4-4-2 a altura media y saltos esporádicos a presión alta, riesgos solo razonables en salida de balón y fuerte presión tras pérdida cuando lograba instalarse previamente en campo rival.

Enfrente se encontró con un equipo que consiguió sacudirse a ráfagas el esperado dominio bético gracias a una presión alta y muy arriesgada. Sampaoli volvió a utilizar la figura del falso delantero centro, esta vez el Papu Gómez, para montar un extraño 4-3-3 que se intentaba convertir en 5-4-1 cuando se veía obligado al repliegue. En presión alta sucedía algo así:

Como vemos, los laterales del Betis estaban libres, pero las flechas indican los movimientos de presión sevillista cuando la pelota iba hacia uno de ellos: por ejemplo, en la jugada de la ocasión de Mir (a la media hora), tras ser presionado Sabaly y atrasarla hacia Pezzella la colocación era esta:

Vemos cómo el lateral izquierdo Acuña (19) ha saltado sobre Sabaly, el central Rekik (4) ha basculado al sitio de Acuña para tomar a Canales, y Lamela y Mir presionan alto a los centrales béticos, mientras el Papu persigue a Guido al hombre, y Álex Moreno queda libre al lado contrario.

Esa presión del Sevilla solo consiguió quitar el balón al Betis a ráfagas, aunque sin crear ocasión alguna más allá de la de Mir. A cambio, el Betis no solo tuvo tramos de dominio territorial sino que aprovechó los espacios que dejaba la adelantadísima defensa sevillista para plantarse un par de veces delante de Bono. Los minutos hicieron además llegar además el desgaste físico al Sevilla, y esos cambios de asignación de parejas empezaban a llegar tarde. Uno de ellos costó la expulsión a Montiel, que no pudo parar a un Moreno que había recibido demasiado libre:

Como se ve en esa misma imagen, durante la primera parte cuando el Betis salía de la presión y el Sevilla se replegaba Jordán se metía entre sus dos centrales:


El objetivo de esa defensa de cinco era emparejar claramente a los laterales béticos, Álex y Sabaly, martirio habitual de las defensas rivales con sus apariciones en carrera sin par claro.

Tras la expulsión de Montiel el Sevilla monta un 5-3-1 defensivo con Navas de carrilero derecho (sale Mir), y Lamela, Rakitic y Torres como trío de mediocampistas.

Segunda parte
La expulsión es compensada por la de Fekir y el partido se convierte en un diez contra diez, en el que el Betis defiende en un 4-4-1 ya con Borja solo arriba, pero poco después el gallego es también expulsado. Pellegrini no quiere renunciar a un punta y manda allí a Canales, organizando un 4-3-1 bastante compacto por dentro. Sampaoli mete a En-Nesyri arriba y monta un 4-2-3: manda al Papu a la zona izquierda del ataque, con Lamela a la derecha. Tocaba defenderse al Betis:

Minuto 58 al final
Pellegrini trata de refrescar al equipo, abocado a un dificilísimo ejercicio de defender con ocho jugadores de campo. Para ello mete a Guardado y a alguien tan incompetente en lo táctico como Luiz Henrique, que cree estar jugando un partido normal y no se junta con Guido sino que defiende abierto. El Betis queda a veces en un extraño 5-2-1, Gómez se huele el espacio pero progresa poco y el Sevilla se limita a cruzar balones desde los costados y disparar desde lejos aprovechando que Guido y Guardado no pueden abarcar todo el campo. Llega así el 1-1:


Para entonces el incapaz Jordán, flotado durante casi todo el partido por los béticos, había sido finalmente sustituido por un delantero. El Betis, roto físicamente, aguanta el resto del partido como puede.