domingo, 31 de enero de 2010

Córdoba 0 - Betis 1 (22ª jornada de Segunda División)

Córdoba, domingo 31 de enero de 2010, 12:00 horas.

CÓRDOBA C.F. (0): Raúl Navas; Gerardo (Asen, 74), Gaspar, Agus, Fuentes; Javi Flores, Rueda (Carpintero, 3), Jorge Luque, José Vega (Lizio, 59); Simon y Juanjo.
REAL BETIS (1): Goitia; Nelson, Melli, Rivas, Fernando Vega; Iriney, Arzu; Jonathan Pereira (Caffa, 68), Emana (Damià, 80), Capi (Nano, 72); y Sergio García.
Goles: 0-1, M.09: Jonathan Pereira.
Árbitro: Amoedo Chas (Comité Gallego). Expulsó en el minuto 70 al visitante Rivas por doble amarilla. Además, amonestó al local Carpintero y a los béticos Iriney y Capi.


Angustiosísima victoria la del Betis hoy ante el Córdoba. No se puede negar que se debió, sobre todo, a la suerte y a la actuación de Goitia, pero tampoco que el equipo compitió, incluso con un hombre menos, y que puso los medios para que esa suerte le sonriera.

Dividiremos el partido en las dos partes reglamentarias.

Primera parte
Víctor Fernández mostró de inicio algunas esperables novedades: equipo de jugones, con cuatro hombres arriba técnicos, rápidos y móviles, y consigna de tratar de sacar el balón jugado al pie a toda costa. El resto lo hizo el cambio de actitud de los jugadores, mucho más concentrados que con Tapia (típico efecto transitorio del cambio de entrenador: veremos si dura); la consecuencia fue una circulación mucho más rápida de balón que metió en problemas al Córdoba, pues la posesión era casi siempre del Betis.

El Betis sale con un 4-2-3-1 claro en el que Iriney y Arzu hacen el doble pivote, Pereira, Emana y Capi (de derecha a izquierda) hacen la mediapunta y Sergio García queda arriba; hay mucho intercambio de posiciones, especialmente de Emana con Capi, decisión inteligente cuando, como es el caso, esos cuatro jugadores tienen características similares (diestros, veloces y más habilidosos que potentes). Ante ello el Córdoba plantea el partido al estilo norteño: 4-4-2 claro con dos hombres altos arriba, mucho pelotazo a los puntas y a los extremos buscando el fallo del defensa, y jugadas de estrategia incluso en los saques de banda.

Mientras los cuatro de arriba tienen fuerzas el Betis domina claramente el encuentro. Con el marcador a favor, el rival trata de presionar arriba, y el buen toque y a veces cierta fortuna permiten al Betis sacar la pelota jugada desde atrás y ponerse en situaciones de ventaja, aunque no termina de aprovechar sus muchos contraataques en superioridad. Los centrales se imponen por arriba y no cometen errores, y el Córdoba no mete el ritmo físico necesario para hacer ese juego (cosa que, por ejemplo, sí hizo la Real), de modo que no consigue aprovechar segundas jugadas. En el centro del campo hay más hombres del Betis porque los delanteros cordobesistas bajan poco (se emparejan con los centrales), Emana está muy activo y Capi se mete por dentro, de modo que el equipo maneja el juego con comodidad con Arzu, Iriney, Capi y Emana ante los dos pivotes rivales.

Segunda parte
El juego del Córdoba empieza a tomar sentido porque le mete mucho más empuje físico. El Betis, cansados sus mediapuntas (que pudieron ser cambiados antes), se ve obligado a recular pero aun así (salvo un error puntual, peaje de la voluntad de jugarla a toda costa) se pasan pocos apuros. Llega entonces la expulsion de Rivas, Alcaraz hace sus cambios para poner un 3-4-3, Arzu empuja muy poco y, ahí sí, el Córdoba encuentra enormes espacios delante de los centrales béticos, que bastante trabajo tenían con los delanteros. Es entonces Goitia quien salva el partido, con alguna intervención casi milagrosa.

Fernández mete primero a Caffa por Pereira pasando a Emana al extremo derecho y a Capi al centro. Tras la expulsión, no pasa atrás a Arzu sino que mete a Nano por un fundido Capi para dejar un 4-4-1 con García por la derecha y Emana arriba; finalmente este sale, Damià toma el lugar de García y Sergio queda como delantero.

Jugador por jugador
Goitia: Estuvo cómodo casi todo el partido porque sólo le tiraban mal y de lejos. Ya antes de la expulsión sacó una muy buena mano en un uno contra uno, y desde aquella se exhibió con paradas de todos los estilos. Salvó el partido.
Nelson: De notable casi todo el encuentro, porque combinó mucha presencia en el juego con un buen cierre de su zona. Por desgracia lo estropeó al dejarse ganar la espalda (¿cuántas veces van?) en la última jugada, dejando vendido a Goitia.
Melli: Muy bien, concentrado y sacando la pelota jugada con acierto.
Rivas: Otra vez le favoreció el juego directo del rival, pero lo cierto es que estuvo anticipativo y cometió pocos errores, algo muy importante cuando el enemigo busca por sistema el pelotazo para el dos contra dos. Midió mal la entrada de la expulsión, y eso sí es un fallo de consecuencias graves por más que la primera tarjeta fuera demasiado rigurosa.
Vega: En su buena línea defensiva habitual. Sus condiciones técnicas no le alcanzaron para aprovechar por completo el espacio en ataque que le dió la posición de Capi por delante de él.
Iriney: Como casi siempre, hiperactivo en defensa, bien con el balón y muy competitivo. Me parece imprescindible.
Arzu: Mal, y hay que explicarlo. Manejó muy bien la pelota y guardó bien la posición, pero un mediocentro no puede tener tan poca presencia en el partido, y mucho menos cuando tu equipo se queda en inferioridad. Cualquier espectador televisivo pudo pensar que jugaban dos Irineys y ningún Arzu.
Pereira: Tiene un juego parecido al de García, pero con más velocidad y verticalidad. Sacó un muy buen recurso con el punterazo en el gol.
Emana: Bien, aunque notó el cansancio de los viajes y puede aportar más. Sigue siendo el hombre decisivo en ataque y echa una buena mano para defender.
Capi: Claramente falto de partidos, casi no rascó bola.
Sergio García: Muy mal de nuevo. Tuvo balones en el área para hacer daño y los desaprovechó; pidió y bajó algunos balones de espaldas, pero incluso eso lo puede hacer mejor Pavone. Debió ser el cambio por muy fundido que estuviese Emana.

Caffa: Se equivocó de jugada varias veces, perdiendo balones cuando era lo único prohibido.
Nano: Tras estar meses inactivo hay que dar por aceptables sus prestaciones, aunque su dura cintura le falló en una jugada en la que dejó en uno contra uno ante Goitia a su delantero.
Damià: Peleó bien el rato que estuvo. No da para mucho más.

Detalle
Como ha ocurrido ya varias veces esta temporada, el árbitro hizo una muy buena primera parte y fue errando cada vez más hasta casi perder los papeles.

viernes, 29 de enero de 2010

Balance y perspectivas

Era mi intención hacer balance de la primera vuelta y tratar el futuro deportivo del equipo en la segunda, pero el cese de Tapia y la contratación de Víctor Fernández han convertido esa intención en algo más interesante.


Balance

La era de Tapia se ha caracterizado por varios hechos:

- Un juego indefinido. El equipo casi nunca ha tenido un concepto muy claro de qué quería hacer. A veces la defensa jugaba bastante adelantada, otras más metida atrás; en algunos partidos se apostaba por los extremos abiertos, en otras por cerrarlos, en otras por las dos cosas a la vez (con el 4-1-4-1, o llámese 4-3-3); en ocasiones se usaba un solo punta tipo tanque (4-2-3-1 con Pavone), otras un habilidoso (Sergio), otras un tanque y un habilidoso (4-4-2 con Pavone y Sergio); en ciertos partidos se trataba de jugar al contraataque, en otros se trataba de llevar el mando; en ciertas ocasiones o por algunos jugadores se buscaba el juego largo, otros el corto. Todo ello podría ser considerado sano eclecticismo si se hubiese utilizado con cierto criterio, o inteligente adaptación al rival si se hubiese estudiado a éstos y trabajado sus defectos, pero pareció más bien fruto del impulso del momento y despistó a una plantilla que, supuestamente, debía imponer un fútbol propio en esta categoría. Los continuos cambios de esquema y de posición de algunos jugadores (Rodri, García...) tampoco permitieron mecanizar movimientos.

- Completa ausencia de capacidad de reacción. Cuando el Betis se ha puesto por detrás en el marcador (fuera de casa, antes o después, casi siempre) ha mostrado un juego indolente, plano y de ritmo bajo, y, lo que es peor, no ha parecido que ello le importase mucho a sus jugadores. Salvo raras excepciones nadie ha pegado un grito a tiempo en un grupo carente de líderes, incluido el propio entrenador. Las cansinas declaraciones de este, atribuyendo verdaderas humillaciones (recordemos: en los cinco últimos viajes, once goles en contra y ninguno a favor) a los "detalles" o denunciando la "presión" de la grada propia (cuando el equipo ha funcionado mucho mejor en casa que fuera) han terminado por hacer el ambiente insufrible: los béticos podían aguantar la derrota -fuera duele menos-, pero no la indolencia en el campo y la indiferencia fuera de éste, apenas rota por un par de recién llegados.


Analizando el rendimiento del equipo por líneas y fases, y pese a lo que auguraban las primeras jornadas, es justo reconocer que no es la defensa la gran culpable del desastre sucedido. El número de goles encajados no es desmesurado y menos aún si se piensa que el equipo se ha visto obligado muchas veces a jugar a la desesperada o en inferioridad. Desde mi punto de vista es mucho más grave lo ocurrido en ataque: la mezcla de una aptitud sobrevalorada (jugadores mediocres y en declive) con una actitud dudosa, especialmente en algunos individuos, ha dado como resultado un juego ofensivo entre lo mediocre y lo paupérrimo, apenas salvado por arranques individuales.


Perspectivas

El cambio de entrenador es, además de la salida fácil y habitual, una respuesta adecuada a la peculiar situación del club y el equipo: hay poco que perder. A las muy malas se puede caer a la Segunda B, pero la bancarrota al menos obligaría a una refundación y ahorraría a los béticos una muerte lenta. A las buenas, el ascenso es aún posible. No conviene, no obstante, hacerse excesivas ilusiones: la aptitud de la plantilla está sobrevalorada, no hay muchas razones para pensar que la actitud vaya a mejorar muy sustancialmente, y apenas hay ya una plaza libre para subir, o dos a lo sumo.

Sin duda el aficionado notará mejoría en ciertos aspectos: Víctor Fernández (Víctor a secas desde ahora para nuestra prensa) es mucho más sonriente y creativo en sus declaraciones, en particular cuando se trata de buscar excusas a la derrota; el equipo tratará el balón con un poco más de cariño; habrá preparador físico, plaza vacante (¡?) desde la fuga del anterior; los refuerzos y, esperemos, la vuelta de Capi harán subir un poco la calidad técnica de la plantilla; por último, Fernández es un tipo listo para manejarse e inteligente para el fútbol. En otras cosas se empeorará: Fernández nunca se caracterizó por una gran capacidad de trabajo ni por el concienzudo estudio del rival, rema mal con la corriente en contra y apenas cuenta con la cantera.

Como es sabido el nuevo entrenador buscará un fútbol basado en el buen toque de balón y la combinación colectiva, si bien este aspecto ha sido exagerado y poco de ello se vio en su anterior paso por Sevilla. Intenta que su equipo presione bastante arriba y tenga la posesión; a cambio (a pocos equipos he visto dar tantas patadas como a su famoso Zaragoza en el Villamarín) hace amplio uso de la falta táctica para parar al rival en el centro del campo cuando este sale de esa presión. Atrás pondrá siempre cuatro hombres, como todos; más difícil resulta adivinar el esquema delante, aunque no es de esperar que Pavone, si sigue, vaya a tener un papel destacado pues no se buscará mucho el juego largo: más probable parece que Sergio y Pereira se repartan minutos con quien venga (Geijo, un jugador con más clase de lo que aparenta su físico, o Ewerthon).

Serán protagonistas:

- Los canteranos veteranos. Todo indica que Fernández quiere ganarse el cariño de los Melli, Rivas y Arzu. Dará minutos al primero (bien ganados tras su horrible inicio de temporada), tememos que introducirá al segundo en detrimento de Carlos García (aunque Rivas gana con los minutos y alcanzará el mismo rendimiento al borde de lo aceptable de su predecesor) y también tememos que repondrá a Arzu en el centro del campo. Cuando se percate de que no hay salida de balón tal vez rectifique y Arzu vuelva a la defensa.

- Capi. Desde mi punto de vista, un hombre fundamental porque es, con Emana, el único capaz de romper líneas defensivas rivales y hacer verdadero juego de volante. Su baja intermitente durante todo 2009 ha hecho mucho daño a un equipo en el que, a este nivel general, ha de ser titular.

- Emana. Parece estar bien aconsejado o haber desarrollado una repentina y sorprendente madurez: exactamente al contrario que Sergio, se ha dado cuenta de que con una mala actitud lo primero que iba a arruinar era su propia carrera profesional. La causa de fondo es que hay Mundial y está obligado a mantener un nivel alto, aunque se irá a falta de varias jornadas y un poco antes empezará a no meter la pierna. Si a su cambio de ritmo demoledor aunara voluntad y capacidad táctica para jugar de centrocampista en lugar de de mediapunta (cosas que veo difícil que logre V.F.) sería un jugador realmente bueno.

- Los fichajes: Pereira y quien llegue, si lo hace, tendrán minutos. Con ello el Betis ganará cierta velocidad arriba.


Quedan muchas incógnitas por resolver, como el esquema (¿4-2-3-1?), el papel que jugarán Aurelio e Iriney (es difícil que jueguen a la vez que Arzu, Capi y Emana) o el portero elegido (nunca Casto). Sí parece fácil señalar a algunos damnificados: Nacho, Sunny, Juande, Rodri y los jugadores que esperaban dar el salto al primer equipo.

Que haya suerte.

lunes, 25 de enero de 2010

Levante 1 - Betis 0 (21ª jornada de Segunda División)

El autor de este blog sólo pudo ver los últimos quince minutos del partido de ayer, pero afortunadamente un buen amigo y buen aficionado tuvo la paciencia de seguir los noventa minutos en directo en el estadio Ciutat De València. Además de inteligente, este buen amigo, A.I., no es bético ni sevillista, de manera que su visión neutral y sin prejuicios puede ser muy útil. Tuvo la amabilidad de enviar para este blog la siguiente crónica, que naturalmente le agradezco:



Valencia, domingo 23 de enero de 2010, 12:00 horas.


U.D. LEVANTE (1): Manu; Pau Cendrós, Rodas, Ballesteros, Cerra; Xisco Muñoz, Pallardó (Larrea, 15), Samuel (Iborra, 68), Juanlu; Rubén (Xisco Nadal, 79) y Javi Guerra.
REAL BETIS (1): Goitia; Nelson, Carlos García, Rivas, Fernando Vega (Damiá, 80); Mehmet Aurelio, Iriney; Sergio García, Nacho (Rodri, 57), Caffa (Pereira, 57); y Pavone.
Árbitro: No gustó a nadie. Un espectador lo mandó a “robar gallinas”.

Según un espectador levantino (y levantisco) “esto es un partido 'sopífero'”. Poco se puede escribir de un partido jugado a tres velocidades menos de las que se debiera. Para muestra, una carrera que se pegaron Pavone y Ballesteros que pareció a cámara lenta. El Betis tiró una vez entre los tres palos y el Levante alguna más.

El Betis se plantó con un 4-2-3-1 hasta los cambios, cuando pasó a un 4-4-2 más clásico con Sergio García y Pavone en punta.

Jugador por jugador
Goitia: En palabras de mi vecino de butaca: “nunca saca rápido”. Y así fue. Solo al final cuando había que empatar sacó UNA vez con rapidez. Así, si se rifan balones desde la portería no se puede dar espectáculo. En el gol no pudo hacer nada y no se le exigió en ningún momento.
Nelson: El único futbolista que se vio con capacidad de desborde. Y juega en la defensa. El único peligro cuando el Betis tenía el balón.

Carlos García: Su entrada en el primer tiempo debió ser sancionada con roja. Como no lo fue, Tapia debió cambiarlo porque a la mínima hubiera ido fuera. Por lo demás, ni bien ni mal.
Rivas:
Con el brazalete. Poco más. Cuando acababa el partido se fue de delantero centro.
Vega:
Poco exigido, como toda la defensa. En ataque, nada.
Mehmet Aurelio:
Jugó andando. Lo cual no es decir mucho porque todos lo hicieron salvo contadas ocasiones.
Iriney:
Mandando, comprometido. Se le oía gritar órdenes a sus compañeros, sobre todo a Caffa. Con el balón en los pies, al menos, no daba sensación de que lo fuera a perder.
Sergio García:
¿Jugó?
Nacho:
Para jugar de media punta hace falta algo más. Creó UNA jugada con algo de peligro y todo lo demás lo hizo regular o mal.
Caffa:
Detalles de clase. Poco compromiso.
Pavone:
Reconozco cierta debilidad por este jugador. Se fajó con toda la defensa, incluido Ballesteros. Protege el balón como nadie y con algún compañero más comprometido serviría perfectamente de “boya”. Además quería ganar.

Unas 7000 personas. Cuando sacaron tarjeta a Pereira, que salió revolucionado, Ballesteros fue a pedirle explicaciones y aquel se encaró con este. Parecía el dúo sacapuntas. Hubo pitos por parte de los aficionados béticos y los Supporter cantaron: Ballesteros, hi-jo-de-pu-ta. Al momento todo el estadio se puso a pitar para acallarlos, e inmediatamente, con gracejo valenciano característico gritaron ¡Lo-pe-ra, Lo-pe-ra!


sábado, 16 de enero de 2010

Betis 1 - U.D.Salamanca 0 (20ª jornada de Segunda División)

Sevilla, sábado 16 de enero de 2010, 16:00 horas.

REAL BETIS (1): Goitia; Nelson, Carlos García, Rivas, Fernando Vega; Mehmet Aurelio; Sergio García, Juande (Juanma, 43; Dani, 80), Nacho, Caffa; y Pavone (Rodri, 66).
UD SALAMANCA (0): Biel Ribas; Gañán, Goikoetxea, Murillo, Rossato; Toti (Laionel, 73), Hugo Leal, Endika, Perico (Cuéllar, 56); Kike López y Linares (Azkorra, 76).
Gol: 1-0: Min. 55, Carlos García.
Árbitro: Ceballos Silva, extremeño. Amonestó a los locales Rivas, Juanma y Sergio García, y a los visitantes Rossato, Endika y Biel Ribas.


Planísimo partido el de hoy en Heliópolis, que pasará a las videotecas tan sólo por la jugada final de Dani, digna de una recopilación de vídeos jocosos. El Betis ha culminado su perfecta adaptación a la dificilísima Segunda División española, y junto a su rival ha ofrecido a su público un partido soporífero que valdrá apenas para salvar a Tapia. La emoción por lo incierto del resultado y un ritmo algo menos bajo que en otras ocasiones fueron lo único de interés.

Primeros cuarenta minutos
Aunque dentro del patrón casi universal de la defensa en línea de cuatro hombres, ninguno de los dos equipos usó el 4-2-3-1 de casi siempre. La Unión puso doble pivote pero con dos delanteros bastante alineados; en ataque uno de ellos caía a alguna de las bandas y el otro quedaba junto a los centrales del Betis, mientras que en defensa uno y otro se turnaban para incomodar levemente (muy levemente) al mediocentro del Betis. Por demás mostró, como tantos vistantes, corrección táctica, cierto oficio, y falta de mordiente y de calidad física y técnica.

En el Betis Tapia repite defensa pero pone un claro 4-1-4-1 con Aurelio solo en el centro, Juande y Nacho de interiores, Sergio García y Caffa en los extremos y Pavone arriba. Es pues el Betis el que tiene más hombres en el mediocampo, donde Mehmet juega sin presión, de modo que el local aparenta manejar el partido inicialmente gracias también al exagerado respeto que le muestra el Salamanca. Por la izquierda las subidas de Vega y las caídas de Nacho crean superioridades, pero hay poco remate porque (la manta pequeña) a cambio hay poca presencia en el área. Por la derecha Sergio García encara sólo donde no debe y no hace el menor daño cuando puede cerca del área. Entre eso, la ausencia de mediapunta y la pésima forma de Pavone el Betis nunca se pone de gol. Poco a poco la Unión se percata de que que el enemigo no se come a nadie y va animándose, aprovecha que el nervioso Betis se abre y mete en problemas a Goitia.

A partir del minuto cuarenta
Tras el cambio por lesión de un inane Juande por otro, Juanma, Sergio García pasa arriba y ambos equipos quedan en 4-4-2. Cuando parecía difícil que nadie marcara, el Betis lo hace de la única forma que podía hacerlo y aprovechando la hoy única virtud de Caffa, su buena zurda para colgar balones. A partir de ahí el equipo se arropa atrás y defiende correctamente a una Unión incapaz de cambiar de velocidad, e incluso desaprovecha opciones de ampliar el marcador. Rodri, sustituto de Pavone, pasa al extremo derecho tras la lesión de Juanma.

Jugador por jugador
Goitia: Bien de nuevo, salvando con solvencia los muchos tiros desde la frontal que hizo el Salamanca.
Nelson: Hoy no cometió errores graves; tampoco llegó arriba, pero mejor así: un defensa está para lo primero.
Carlos García: Como siempre, muy concentrado y aplicado en la marca; los delanteros no pusieron en evidencia sus claras limitaciones. Tras su gol tuvo problemas con la grada, pero al menos da la sensación de que no le da igual lo que le pase a su equipo: se nota que lleva poco tiempo en el club.
Rivas: Buen partido, muy favorecido por el juego lento y frontal de la Unión.
Vega: Bien, en línea ascendente tras su baja forma.
Mehmet Aurelio: Va mostrando leves pero progresivos síntomas de mejoría. Cerró bien las líneas de pase y en ataque estuvo cómodo, aunque sigue lejos de quien fue.
Sergio García: A su manifiesta baja forma une una sorprendente pertinacia en elegir la jugada equivocada. Poseedor de buen regate y mal tiro, se empeña en regatear lejísimos del área y en no hacerlo cerca de ésta, donde busca disparos o centros sin la menor convicción. Un cero a la izquierda.
Juande: Cierta voluntad y muy poquito más. De pivote ha rendido poco, y no tiene condiciones para jugar fuera de esa posición. Le quedan pocas oportunidades.
Nacho: En el sitio perfecto para sus características, se le vio muy poco en ataque porque carece de clase y de cambio de ritmo. Perfecto jugador de Segunda, hay que reconocer que con él en el campo el equipo se cierra bien y casi nunca se descompone.
Caffa: Otra vez mostró su escasísima capacidad física pero también que da al equipo una de sus contadas maneras de llegar al gol sin Emana. Se equivocó gravemente en una ocasión tardía por la razón exactamente contraria a las de Sergio, pero a esas alturas poca sangre debía de llegar a su cerebro.
Pavone: Nulo. Lo mejor que hizo en el partido fue no llegar al balón del gol.

Rodri: En los días malos como este llamaremos precipitación a su verticalidad. Al menos le duele el escudo y pelea, y gracias a eso tal vez salvó un gol.
Juanma: Dio pena su impotencia al salir lesionado, pero también da pena la de los béticos por soportar a jugadores así. Su corrección táctica y técnica queda en nada por sus escasísimas posibilidades físicas. Carece de la mínima velocidad y presencia en el área que se exigen a un extremo.
Dani: Parece estar en unas condiciones físicas profesionales, así que aportará algo en una posición muy necesitada.

Detalles
El estado físico y en general de forma de muchos jugadores del Betis (Pavone, Sergio García, Caffa, Nelson...) habla mal de un equipo técnico que mantiene su puesto gracias al pésimo estado financiero del club y a que los partidos más bochornosos del Betis suceden lejos de su estadio: cualquier espectáculo como los de Murcia, Elche o Soria habría acabado aquí en un escándalo público.

Si Caffa hubiese situado el balón en el córner del gol donde suelen hacerlo sus compañeros diestros, pegadísimo a la línea de fondo, el tanto habría sido invalidado por haber salido la pelota del terreno.

sábado, 9 de enero de 2010

Numacia 3 - Betis 0 (19ª jornada de Segunda División)

Soria, 9 de enero de 2009, 16:00 horas

NUMANCIA (3): Eduardo; Flaño, Palacios, Boris, Balenziaga; Del Pino (Mario, min. 80), Mikel Álvaro (Garmendia, min. 80), Nano; e Íñigo Vélez (Lago Juniors, min. 76)
BETIS (0): Goitia; Nelson (Pavone, min. 46), Carlos García, Rivas, Fernando Vega (Dani, min. 55); Iriney, Mehmet Aurelio (Juande, min. 83); Damià, Caffa, Nacho; y Sergio García

Goles: 1-0: Min. 12, Del Pino. 2-0-: Min. 49, Nano. 3-0: Min. 61, Mikel Álvaro.
Árbitro: Del Carro Grande (comité madrileño). Enseñó cartulina amarilla al bético Iriney (min. 40).


No hay hoy nada que escribir de táctica ni de nada que se le parezca. Lo único que espera el que esto escribe es que Tapia y sus jugadores no insulten aún más a la inteligencia y la dignidad de los béticos al salir de los vestuarios. Lopera decidió morir matando y el club se pudre día a día.

No procede hablar aquí de lo que pasa fuera del campo, pero muy poco se puede decir de lo que pasa dentro: de un equipo que saca de centro y la echa atrás para que su portero dé un patadón, de un cuerpo técnico sin preparador físico y con la brújula perdida, de un equipo sin una actitud medianamente tolerable, de un partido de ritmo de veteranos en el que al Betis le meten tres. Nada se puede juzgar de un portero que sólo para las que le vienen al cuerpo; de un lateral derecho, Nelson, que no conoce su oficio; de un tal Carlos García que vino desechado del Almería, y no por gusto; de un Rivas que da su segunda asistencia al enemigo en tres partidos; de un Vega que sólo lo intenta, como Iriney; de un Mehmet Aurelio que hace footing por el campo de juego; de un Damià que nunca jugó de nada y es incapaz de controlar un balón raso al pie; de Caffa y Nacho, que no aguantarían una carrera popular de diez kilómetros; de un Sergio que parece ni siquiera entrenar; de un Dani desahuciado por Elche y Cádiz, pero que aquí jugará mucho; de un Pavone que, por lo visto, está aún peor que estos; o de un Juande al que su entrenador parece meter en el campo para escarnecerlo.

Jueza, desaparición del sujeto o, seguramente, bancarrota: que esto acabe pronto, como sea.

sábado, 2 de enero de 2010

Betis 1 - Huesca 1 (18ª Jornada de Segunda División)

Sevilla, 2-1-2010, 18:00 horas.

REAL BETIS (1): Goitia; Nelson, Melli, Carlos García, Fernando Vega; Iriney, Arzu; Juanma (Rodri, 51), Emana (Mehmet Aurelio, 84), Nacho; y Sergio García (Damià, 75).
SD HUESCA (1): Doblas; Robert, Corona (Moisés, 66), Dorado, Juanma; Sorribas, Luis Helguera (Sastre, 60); Rico (Paco Gallardo, 60), Camacho, Víctor Pérez; e Iriome.
Goles: 1-0: Min. 37, Fernando Vega. 1-1: Min. 90, Camacho.
Árbitro: Piñero Crespo, asturiano. Expulsó con roja directa a Arzu (min. 53) y con doble amarilla a Rodri (min, 81). Amonestó a los locales Arzu, Emaná y Melli, y a los visiantes Luis Helguera, Corona, Moisés, Sastre y Robert.


El Betis ha vuelto a ofrecer esta tarde uno de los desquiciados espectáculos que se representan con cierta frecuencia en su estadio. La cosa sería propia de un esperpento si el enrarecimiento del ambiente no empezara a tener consecuencias graves: tras el gol del Huesca dos espectadores cercanos al asiento que ocupa el que esto escribe (primer anfiteatro de fondo) lanzaron sus sillas en dirección a la grada de debajo; uno de ellos, tirado por un hombre de cierta edad, ha impactado al parecer en una espectadora con consecuencias graves, y esperamos que no más que eso.

Trataremos pese a todo de hacer el comentario táctico que se pueda; dividiremos el partido en cinco fases.

Primer cuarto
El Betis y el Huesca ponen sobre el campo el usual 4-2-3-1. El Huesca trae a varios veteranos (como Luis Helguera, de vuelta de equipos italianos de segunda clase) y mete al peligroso Camacho en la mediapunta tras un delantero-tanque. El Betis (es de suponer que con el fin dosificar el físico de Aurelio para no repetir la sobrecarga que lo llevó a la lesión el año pasado) adelanta a Arzu al mediocentro izquierdo para poner a Carlos García de central izquierdo, y no altera el resto del equipo. Justo es reconocer que lo que a uno le parecía, inicialmente, un error grave, funciona bien: el equipo domina claramente el partido, gana el centro del campo y hace circular la pelota con velocidad. El Huesca es obligado a jugar muy atrás, y sólo el desacierto de Sergio y las alas hace que las ocasiones del Betis sean escasas. El peligro local llega, como siempre, por Emana, muy activo y profundo, quien además mete fuerza en el centro del campo. Los laterales y los centrales aprietan y se anticipan bien, e Iriney presiona con intensidad.

Segundo cuarto
El Huesca logra salir un poco de la cueva y las ocasiones aparecen ya en las dos porterías, pero paga su adelantamiento de líneas: en una contra una genialidad de Emana y un mal despeje acaban en el gol del Betis. Hasta este momento el árbitro mostró buenas maneras, y dejó jugar mucho y con acierto.

Inicio de la segunda parte
El Betis sale sin tensión alguna, como tantas veces, y concede ocasiones al rival. En la primera salida seria del equipo, a la espera de que un balón parado sea colgado al área, Arzu se autoexpulsa al tercer intento, en una acción absolutamente impresentable en un jugador veterano y capitán del equipo.

Fase media de la segunda parte
Ante la falta de reacción del banquillo bético (que absurdamente no hace aparecer a Aurelio), Emana se sitúa junto a Iriney; pese a su buena disposición y esfuerzo estuvo a punto de provocar peligros diversos en el área propia por no estar habituado a ese puesto. El equipo renuncia demasiado a tener el balón, se echa muy atrás y llegan los nervios, fomentados por un árbitro que, como el Betis, comienza a desquiciarse. El Huesca, flojo, no llega con claridad, y mete a un segundo delantero-tanque, Moisés, para colgar balones lejanos desde las bandas, atrasando algo a Camacho. Tras el segundo cambio del Betis Rodri pasa a ser delantero y quedan tras él dos líneas de cuatro, si bien Iriney se incrusta, tal vez demasiado, entre los centrales.

Fase final del partido
Llega la tragicomedia. Doblas (sí, el portero del Huesca) pierde un balón sin sentido en su área ante un acelerado Rodri y parece cometer penalti; con los papeles perdidos, el árbitro expulsa al bético. Emana (sorprendentemente inteligente cuando todos se volvían locos) provoca su tarjeta y es sustituido, y el Huesca pesca el gol sobre la bocina, en el milésimo balón colgado.

Jugador por jugador
Goitia: Sigue blandito en las salidas por alto, pero, por lo demás, muy seguro y acertado. El gol era casi imparable.
Nelson: Algo alocado e hiperactivo, pero bastante aceptable.
Melli: Muy bien. Fue una máquina de despejar los muchísimos balones que le llegaron, y la sacó bien.
Carlos García: Bien para su nivel, pero su nivel es bien bajo.
Vega: Sigue sin andar fino, pero estuvo inteligente y concentrado en la marca, y además metió un gol.
Iriney: De los mejores, aunque al final se atrasó mucho y perdió empuje. Jugó bien la pelota y anda rápido; además manda.
Arzu: Si fuera una persona medianamente responsable se automultaría por su increíble expulsión: consecutivamente vio la amarilla, pegó un guantazo en la cabeza a su marcador y, finalmente, un empujón que le costó la roja, y todo ello delante del árbitro. Hizo una buena primera parte.
Juanma: Tuvo un mal día, y eso, en un jugador de su nivel, significa que estuvo horrible. A su escasa fuerza sumó un recital de pérdidas de balón. No puede ser titular en el Betis de ningún modo.
Emana: Excelente, primero como mediapunta y luego sacrificándose como mediocentro, dentro de sus limitaciones. Además se limpió de tarjetas y ofreció uno de las jugadas del año: taconazo con túnel y asistencia de gol. No debe ser el encargado de sacar a balón parado.
Nacho: Mal. No perdió tantas bolas como Juanma, pero estuvo desafortunado e intrascendente. En la banda tiene muy poca presencia.
Sergio García: Se repite lo de semanas anteriores. No conoce además los rudimentos tácticos de la defensa, ni con once ni con diez.

Rodri: Aunque estuvo algo sobreexcitado, se entregó y cumplió bien. Debe controlar su verticalidad para guardar más la posesión, pero aun así aporta mucho más que Juanma, algo facilísimo por otra parte.
Damià: Corrió mucho para dar aire a Nelson, con el que alternó posiciones.
Mehmet Aurelio: Con diez es muy difícil explicarse por qué no entró en el campo muchísimo antes, por ejemplo en lugar del nulo García.

Detalle
Este desgraciado colofón a la triste semana de la Junta obliga a reconocer que el Betis representa hoy la España de hace trescientos años: corrupción, pasión, violencia y vírgenes bajo palio. Ese mundo quedó viejo hace ya mucho.