martes, 28 de junio de 2011

Altas y bajas: centro del campo


Analizaremos ahora la situación del centro del campo.

Iriney
Auténtica alma del equipo. Su carácter y su juego lo hacen irreemplazable. Poco se puede decir de él que no se sepa. Mueve la pelota aceptablemente en corto y realmente bien en largo, se coloca muy bien y tiene un disparo lejano potente. Pero, sobre todo, destaca por una enorme capacidad defensiva: no sólo recorre muchos kilómetros por partido, sino que los hace con una intensidad que le permite presionar arriba y también recuperar rápidamente la posición cuando es rebasado, para lo que echa mano de una notable velocidad. Además intimida a los contrarios y corrige y anima constantemente a los compañeros. Su único defecto es el gran número de tarjetas amarillas que ve, pero no son muchas para las faltas tácticas que hace, y además mide bien para no ser expulsado. Su puesto natural es el de mediocentro defensivo de mucho recorrido; conviene complementarlo con un mediocentro móvil y creativo pero que al tiempo sepa guardar la posición cuando Iriney sale a presionar. Por supuesto debe seguir.

Beñat
Junto a Roqué ha sido el gran descubrimiento de la temporada. Perfectamente complementario con Iriney, tiene una excelente visión de juego, muy buena técnica con la derecha, buen juego en corto y excelente en largo, y buen disparo, aunque a veces abusa de él desde la larga distancia. Se ofrece constantemente al compañero y pierde muy pocos balones. No es un pivote puro estilo Busquets (es más móvil y menos posicional), pero le falta algo de velocidad en carrera y de último pase para ser volante ofensivo, si bien en estos aspectos parece haber mejorado con la temporada. En defensa se coloca bien, hace muchos kilómetros a ritmo diésel y es inteligente para robar balones en los tres cuartos del rival. Pese a la falsa leyenda de no aguantar los partidos completos, tiene buen fondo físico e incluso lo ha mejorado con la temporada, tal vez gracias a haber perdido un par de kilos al tener continuidad. Por la fluidez que da al toque de balón su juego es perfecto para el sistema de Mel, aunque a veces da la sensación de que este no confíe plenamente en el vasco. Seguirá, esperemos.

Salva Sevilla
Es uno de los hombres con más creatividad del equipo: muy bueno en el juego corto, se ofrece por cualquier sector del campo, combina con el compañero, encuentra la salida de la jugada con gran facilidad, conduce bien el balón y es muy peligroso en el pase profundo. Su juego con balón es vertical y de riesgo, y en defensa hace su trabajo pero también arriesga mucho al intentar robarla, sin guardar a veces la posición; por todo ello conviene que juegue lejos de la portería propia. Al tiempo no tiene gran velocidad de conducción ni mucho gol, por lo que debe tener por delante socios con los que combinar. En resumen, su juego es de volante de clase, al estilo (salvando las distancias) de Zidane. Mel, a cuyo estilo conviene, ha sabido buscarle el lugar adecuado: lo ha usado como pareja de Iriney o Beñat sólo en caso de necesidad, y lo ha acomodado generalmente como falso extremo, aunque en el perfil más incómodo para un pasador diestro, el derecho; desde ahí huye de la banda (no tiene un gran uno contra uno) y viene a recibir al centro del campo, dende genera interesantes superioridades. En el 4-2-3-1 sería también válido como mediapunta central pero necesita que le acompañen extremos verdaderos, que jueguen por delante de él y tengan llegada; en un 4-4-2 con rombo podría ser el vértice. Por fin ha llegado a Primera: seguirá y jugará mucho, aunque difícilmente será titular indiscutible.

Arzu
Tras haber destacado la temporada anterior (en país de tuertos), el progreso del equipo y el compromiso mostrado por la plantilla lo han convertido en un personaje marginal. Podría haber sido una alternativa válida para los centrales y los mediocentros, porque su juego (buen posicionamiento defensivo, correcto toque y visión, físico suficiente) le habría permitido mezclar bien con Iriney o con Beñat. Sin embargo ni es tan bueno en ataque como el vasco (ni como el mismo Arzu parece creer), ni tiene (ni de lejos) la capacidad de sacrificio, el recorrido defensivo y el compromiso del brasileño. Su falta de concentración y de agresividad lo condenan también como central de nivel: no comete errores, pero se esconde más de lo debido. Es significativo que nunca parezca acabar los partidos cansado, ni se le recuerde un choque duro con un rival: ni da patadas, ni las recibe. En resumen, ni en el campo ni fuera de él aporta hoy nada positivo, por lo que Mel lo retiró del equipo y lo natural es su salida.

Cañas
Su perfil es necesario para la plantilla: es el único hombre más o menos similar a Iriney, el único posible volante defensivo de recorrido, y de los pocos capacitados para hacer de hombre de banda de corte defensivo (junto a Lopes). Para todo ello cuenta con una aceptable técnica, buena conducción, mucho fondo físico y cierta velocidad. Sin embargo Mel se empeñó en usarlo sólo en el primer rol (de Iriney, digamos), y ahí se le vieron sus carencias: le falta visión panorámica y conduce la pelota demasiado, por lo que comete pérdidas de balón que justo delante de los centrales son muy peligrosas, y que efectivamente costaron caras. Valdría la pena probarlo más lejos de la portería propia (de volante ofensivo al estilo Keita, o de hombre de banda, como usaba Serra Ferrer a su tío), pero las dudas sobre su nivel para Primera y la poca confianza de Mel en él hacen recomendable una cesión a un equipo de Segunda (siempre que se traiga un mediocentro defensivo alternativo).

Juanma
Jugador blando por antonomasia, pusilánime en lo futbolístico, es una especie de Joaquín empeorado. Juega bien al fútbol en el sentido estético del término: controla muy bien la bola, combina bien y tiene cierta velocidad y un aceptable uno contra uno. Sin embargo no usa nada de eso para ningún aspecto estadísticamente computable en fútbol, ni siquiera para dar ventaja al equipo: no mete goles (ni llega al remate ni tiene buen tiro con la zurda, perfil de disparo de un extremo derecho), apenas da asistencias, no roba balones y no elimina rivales (sus uno contra uno acaban casi siempre en carreras horizontales hacia el interior, al estilo Capel, que la prensa llama eufemísticamente diagonales). Su aportación defensiva es discreta y la ofensiva se reduce a la posesión: no se justifica su presencia como extremo. Tendente a las lesiones, tampoco es buen fondo de armario, por lo que debe salir.

Momo
Casi todo lo dicho para Juanma vale para Momo, en versión zurda. Al parecer jugó lesionado el primer tercio de Liga, y ciertamente su físico mejoró algo al final de la temporada, pero ocurre que en ese aspecto era difícil que fuera a peor: de recorrido escasísimo, era centrocampista cuando el equipo atacaba y delantero cuando defendía, no aportaba nada a la presión (que siempre observaba dando unos cómodos metros al rival, esos metros en los que hay que ser intenso, cambiar de dirección: los que de verdad cansan), pocas veces seguía a su lateral y, en fin, obligó siempre a sus compañeros a un sobreesfuerzo físico para suplir sus carencias. A cambio sólo dio un bonito juego corto, útil ciertamente para salir de la presión del contrario, y alguna capacidad de asociación, pero no tuvo nunca llegada, ni uno contra uno, ni remate, ni dio pases de gol, ni los metió. Por mucho que pueda mejorar su físico no tiene cabida en una plantilla de Primera.

Israel
Hombre muy potente físicamente, hizo un puñado de buenos partidos (sobre todo cuando salió en sustitución de compañeros), pero técnicamente tiene ciertas dificultades para jugar en posiciones muy adelantadas, donde los espacios son escasos. Tras las polémicas sobre su renovación desapareció del equipo, y con toda probabilidad saldrá de la plantilla al cumplir contrato, tras una larguísima estancia en el club.

Ezequiel
A la inversa de Israel, es precisamente en los espacios cortos donde mejor se mueve, porque tiene una frecuencia de zancada digna de Messi. Rápido en largo y muchísimo en corto, es el clásico extremo regateador, más hábil con la pelota que inteligente para soltarla. Por edad, condiciones y actitud tiene un prometedor futuro, aunque debe aprender aún mucho. Se ha habituado a jugar por la izquierda, a pie cambiado, pero para ser bueno ahí tendrá que aprender a combinar, meter pases en profundidad o disparar con más peligro cuando los laterales le ofrezcan la salida por dentro. Seguirá.

Juande
Corre, se coloca bien, tiene buen juego corto de combinación y buena visión de juego, pero cuando toca más de dos veces la bola suele perderla. Empecinados él y Mel en sacarlo del único puesto en el que puede jugar (y bien), mediocentro, fracasó como centrocampista de banda porque no tiene velocidad ni recorrido para jugar ahí. En el Granada tampoco jugó mucho, de manera que habrá que buscarle acomodo fuera de la plantilla.

Rodri
No tuvo minutos ni pareció reclamarlos. Si puliera sus carencias técnicas, importantes, podría convertirse en un aceptable interior o mediapunta, por verticalidad, velocidad, físico, valentía y sacrificio. Tampoco en Cartagena contaron mucho con él. Habrá de buscarse equipo.

Odonkor
Los partes médicos terminaron de arruinarle su estancia en el club. Saldrá.

Como balance general del sector habrá que felicitar a Mel por haber contado con los mejores y haber sabido suplir las carencias de hombres de banda con la readaptación al puesto de jugadores como Salva, Emana, Pereira o Castro. Menos éxito tuvieron sus trivotes y cuadrivotes, con los que intentó a veces dar sitio en el equipo a Juande o Cañas sin sacar a Beñat e Iriney. También cabe poner en su debe la contumacia en dar minutos a Momo.

Para el futuro parece imprescindible fichar, ante todo, a un centrocampista de banda derecha (interior o extremo) con calidad para ser titular, y a ser posible a un zurdo que compita con Ezequiel y los readaptados arriba señalados. El interesante y hoy fichado Jefferson Montero tiene tal vez unas características demasiado similares a las de Ezequiel, por lo que nos tememos que, si viene, se frene la progresión de uno de los dos, o bien alguno habrá de jugar por la derecha.

Se hace imprescindible además fichar cuando menos a un mediocentro. Ideal sería traer un titular en potencia que pudiera combinarse por igual con Iriney y con Beñat, pero la desconfianza en Cañas y Arzu haría necesaria la llegada de un segundo hombre para ese puesto, y en ese caso lo natural es duplicar las características de los titulares de este año. La llegada de Matilla, un clon de Beñat según se puede leer entre líneas de lo publicado en prensa, confirma esta intención (que hace también peligrar, por cierto, la progresión de uno de los dos), y hace imperiosa la necesidad de traer un relevo para Iriney.

Como siempre, los comentarios serán bienvenidos.

jueves, 23 de junio de 2011

Altas y bajas: defensa

Veamos ahora la situación de la defensa.

Isidoro
 Jugador desmesuradamente criticado desde la grada, compensa con su honradez y su inteligencia unas condiciones justitas para el fútbol de elite. Ciertamente no da el nivel, de ningún modo, para ser titular indiscutible en Primera, pero da el perfil para ser un aceptable relleno de plantilla: conoce bien el juego específico de su puesto de lateral derecho, es –mal que bien– adaptable a la izquierda para una emergencia, maneja bien el balón, comete pocos errores graves, es de la casa, no da ruido y, seguramente, tiene una ficha baja. El bético ha aguantado en los últimos años laterales iguales o peores, y con un caché mucho más alto (Damià, Babic...). Casi nunca alcanza el notable, pero tampoco suele bajar del límite del aprobado. Tras ser titular media liga se ha ganado la continuidad con un papel secundario.

Lopes
De físico exuberante, tanto en potencia como en recorrido, desde el lateral derecho de una defensa de cuatro es capaz de barrer la banda completa (lo que permite al equipo ganar un interior sin dejar la banda coja), y maneja bien el balón, aunque le cueste culminar sus subidas con buenos centros. Sus dos defectos son ya de todos conocidos: corre demasiados riesgos, sobre todo cuando se trata de irse al suelo en defensa, y se lesiona con mucha frecuencia. El primero lo compensa con una hiperactividad que le permite corregir errores en la misma jugada, aunque ante buenos extremos de Primera puede costarle al equipo muchos disgustos si no lo pule. Sobre su fragilidad ha hecho protestas de ser la primera temporada que le ocurre; los médicos y su historial dirán.

Dada la escasez en la plantilla de hombres de banda derecha y también de músculo en el centro del campo, su polivalencia como lateral o mediocampista de banda podría hacerlo interesante siempre que los médicos den el visto bueno: por las dudas, sería conveniente repetir su cesión, aunque la llegada de Chica la complica.

Miki Roqué
Su enfermedad impide de momento valorar un futuro que parecía de los mejores de la plantilla, por juventud y condiciones; en particular ha mostrado un juego aéreo imponente y buen manejo de la posición y del balón. Es naturalmente de desear su recuperación para la vida plena y, si fuese posible, para el fútbol.

Roversio
Se hizo con el puesto de central derecho tras el problema de Roqué, y ha rendido a plena satisfacción. Aceptable con el balón, es alto y rápido, va bien de cabeza y suele estar bien colocado. Se complementa muy bien con Dorado, más lento y posicional. Cedido, debe buscarse la fórmula para que siga.

Belenguer
Tras su buen final de campeonato ha decidido (sea por voluntad propia o por falta de acuerdo con la directiva) marcharse; será una baja mucho más importante fuera del campo que dentro de él, pues ejercía una fuerte y positiva influencia sobre sus compañeros. Su baja es pues una muy mala noticia para el vestuario. Hombre inteligente, será entrenador, y de los buenos.

Dorado
Con la sola sombra de haberse escondido durante la mala racha del equipo, ha hecho una muy buena temporada. También inteligente, juega el balón con solvencia y sin riesgos, y se coloca muy bien en defensa, lo que le permite ocultar su lentitud. Tal vez por esto a veces recula en exceso, elude riesgos y deja jugar demasiado al rival, su único defecto. Es zurdo, lo que le de un plus como central. Evidentemente debe seguir.

Nacho
Ha hecho una muy buena temporada, aunque no ha llamado la atención porque es hombre de perfil bajo. Otro tipo listo, se ha adaptado perfectamente al puesto de lateral izquierdo. Siempre bien situado, cierra bien hacia el centro y, pese a tener un físico sólo aceptable, pocas veces ha pasado apuros defensivos en el uno contra uno. Es bueno técnicamente y, sobre todo, tiene la virtud de elegir siempre la jugada correcta con el balón en los pies. Como defecto hay que anotarle que en un juego como el de este Betis, en el que los laterales juegan ofensivamente casi de centrocampistas, le falta resistencia para tener más recorrido: se ve obligado a escoger bien sus subidas. Estamos pues ante un perfecto jugador de equipo (es además honrado y polivalente). También continuará.

Vega
No ha sido capaz siquiera de intentar competir por el puesto de Nacho cuando este estaba en su peor forma de la temporada. La lesión que al parecer arrastraba no parece excusa suficiente: para este rendimiento más le habría valido operarse mucho antes. En buena forma era un jugador interesante para Primera, porque si bien es técnicamente flojo y ataca con dificultades sí cerraba muy bien la banda, incluso ante extremos de primer nivel. Por relación rendimiento/ficha sin duda alguna debería salir de la plantilla, aunque no parece que esto sea lo más probable.


Una vez fichado Chica, un lateral derecho puro de mejor rendimiento defensivo que ofensivo, parece descartarse la vuelta de Nelson (quien, con todas sus carencias tácticas, es mejor jugador de lo que se valora por Sevilla). Así pues quedaría difícilmente abierta la posibilidad de repetir cesión para Lopes, aunque su adaptación al extremo le da algunas chances. La más que conveniente venida de un lateral zurdo dependerá probablemente de la salida de Vega. Llegado el central Mario, queda pues como necesidad inexcusable el fichaje de un segundo central, pues el estado incierto de Miki y la salida de Belenguer, más la situación de Arzu, dejan este puesto muy corto de efectivos. Si no se lograra (o quisiera) retener a Roversio se necesitaría aún la llegada de un tercer central.

viernes, 17 de junio de 2011

Altas y bajas: portería

Felizmente terminada la temporada, es tiempo de hacer recuento de efectivos. En los próximos posts hablaremos de los jugadores de la plantilla, su temporada y las necesidades del club. Trataremos cada línea por separado.

Hay que partir de una premisa: la difícil tarea que será para una secretaría técnica tomar ciertas decisiones tras un año tan bueno como el pasado, pero con la certeza de que el cambio de categoría requiere altas, y por tanto bajas. El asunto será especialmente peliagudo en puestos como el de portero y lateral derecho, en los que varios jugadores se han repartido los minutos, han dado un rendimiento igualmente aceptable y han hecho (cada uno de ellos) méritos para no ser sacrificados, pero tampoco han despejado dudas sobre su validez para Primera.

Empezaremos pues por la portería.

Goitia
Portero vasco muy del estilo del viejo Iríbar: alto y de brazos largos, sobrio, seguro de manos, técnicamente bueno bajo palos, frío y un poco lento, sobre todo en los cambios de dirección. Con el balón en los pies aprueba. Ha corregido defectos de colocación en los balones cruzados. Estuvo algo falto de seguridad a veces en los balones colgados, en los que tiende a quedarse demasiado atado a la línea de gol; sin embargo las críticas en este aspecto, que tal vez le hayan restado confianza, son algo común a todos los porteros (y todos no pueden ser malos en las salidas). Las faltas lejanas suelen también traerle disgustos: si la intuición le falla la cintura también lo hace. Por demás, comete pocos errores y es francamente bueno en el uno contra uno y, sobre todo, en los tiros de media distancia.

Hizo una buena temporada hasta que la racha nefasta de febrero lo condenó, y en particular un bochornoso partido ante el Elche en el que no sólo cometió errores graves sino que no demostró la actitud debida, lo que prácticamente obligó a Mel a sacarlo del equipo, aun a desgana. Esa actitud, cuando menos distante, y el no haber tenido muchas actuaciones brillantes pueden condenarle, pese a haber hecho en general una buena temporada. Una mirada con perspectiva a su carrera le otorga credenciales suficientes para seguir con el equipo en Primera, pero la trayectoria ascendente de Casto, su alta ficha y la necesidad de cubrir sin dudas un puesto tan decisivo le ponen en una situación ambigua, tal vez sin merecerlo.

Casto
Nunca fue un portero muy del gusto de quien esto escribe, pero hay que reconocerle el gran progreso que ha realizado y la muy meritoria temporada hecha, en la que ha adelantado a sus dos competidores. Tiene características opuestas a las de Goitia: comparativamente bajo, compensa ese defecto con unas piernas muy fuertes que le dan una tremenda capacidad de salto y mucha velocidad de desplazamiento lateral. Eso le hace un portero espectacular, porque necesita gestos muy vistosos para parar lo que otros detienen sin esfuerzo aparente. Es bueno en el uno contra uno. Con los pies ha mejorado muchísimo respecto a temporadas anteriores, y también lo ha hecho en seguridad y en los balones altos. Comete además menos errores, antes uno de sus talones de Aquiles.

Tras ganarle el pulso a Razak, sus actuaciones en Copa y la mala racha de Goitia y del equipo forzaron a Mel a darle la camiseta de titular. A Casto la titularidad solía durarle lo que la hipermotivación; en un portero de sus características una bajada de la concentración suele ser catastrófica. Sin embargo esta vez supo mantener la misma desde el día del Nou Camp hasta el del Villarreal B. Gracias a eso, al compromiso que contagia, a que su futuro parece mejor que su pasado (aunque mañana cumple 29 años, esto en los porteros no es mucho) y a que la memoria en el fútbol es frágil, parece tener asegurada la continuidad, aunque objetivamente no está nada claro que sea mejor que Goitia: sólo lo fue desde febrero acá.

Razak
Tras cometer un grave error en Copa al inicio de temporada fue desapareciendo de las convocatorias. Aparenta tener buenas condiciones para el puesto (parece rápido para su altura), pero no tenemos elementos para juzgarlo, y por su escaso rendimiento saldrá de la plantilla.


Así pues, y en el supuesto de que (como parece lógico) el puesto de tercer portero se cubra con el filial, el fichaje de un guardameta quedará supeditado a la salida de Goitia. Sin esa baja, la llegada de un portero nos parece innecesaria; y la salida del vasco sólo tendría sentido deportivo en caso de fichar a un portero que lo mejore ostensiblemente, al menos en potencia. Como opción de futuro uno apuntaría al muy prometedor Asmir Begović (Stoke City, Premier League), pero no parece que las arcas del club estén para estas fiestas.

sábado, 4 de junio de 2011

Betis 2 - Villarreal B 1 (42ª y última jornada de Liga de Segunda División)

Betis (2): Casto; Miguel Lopes (Momo, m.78), Roversio, Belenguer, Isidoro; Beñat, Iriney; Rubén Castro, Emana (Ezequiel, m.70), Jonathan Pereira (Juanma, m.46); y Jorge Molina.
Villarreal B (1): Vicente Flor; Ángel Ortega, Carlos Tomás, Kiko, Jaume Costa; Castellani; Joselu (Sergio Gómez, m.67), Marquitos, Llorente, Fofo (Manu, m.62); y Airam.
Goles: 0-1, M.18: Joselu. 1-1, M.58: Rubén Castro. 2-1, M.60: Iriney.
Árbitro: Alejandro Hernández Hernández (Comité Canario). Amonestó a los locales Beñat (m.52) e Iriney (m.60), y a los visitantes Kiko (m.40) y Llorente (m.45).

El Betis se despidió hoy como campeón de la Segunda División, en un partido que duró realmente veinte minutos del segundo tiempo, los únicos jugados al 100% por los béticos.

El encuentro fue una especie de condensado de la temporada: el equipo tuvo una pájara notable, en la que pareció que los problemas extradeportivos (léase de cobro de salarios) ocupaban la cabeza de los jugadores, pero cuando se metió en faena se llevó por delante al rival, y acabó por cumplir sobradamente el objetivo.

Durante toda la primera parte se vio a muchos jugadores béticos (Emana o Iriney en particular) fuera del partido, con la cabeza distraída. Como consecuencia de ello, de un calor que recomendaba dosificar las fuerzas y de la falta de tensión competitiva que aparece cuando uno sólo se juega el honor del campeonato (que no es poco), el Betis empezó el partido a un ritmo muy bajo y sin hacer apenas presión a un rival técnicamente bien dotado. El predecible carrusel de ocasiones durante esa primera mitad acabó en el gol del Villarreal tras varias paradas de Casto, si bien los béticos pudieron empatar antes del descanso. El Betis ponía su usual 4-2-3-1, con (siempre de derecha a izquierda) Lopes e Isidoro de laterales, Beñat e Iriney de mediocentros, Castro y Pereira por las bandas y Emana como mediapunta. El filial opuso un 4-1-4-1 ordenado pero muy pasivo y estático, que regalaba espacios a los mediocentros y entre líneas, en particular entre los extremos y los laterales, donde Castro y Pereira recibían sin apenas problemas; sólo el primero se aprovechó de ello. Más circulación de rivales se encontraron Emana y Molina.

En la segunda parte el Betis metió un par de marchas más, tanto en la circulación como, sobre todo, en la presión, y el B se deshizo en quince minutos. El Betis apretó muy arriba, a su modo habitual, y los del filial no fueron capaces de pasar de la línea del centro del campo. Juanma había entrado en el descanso por Pereira, pasando a Emana a la banda izquierda (donde luego lo sustituyó Ezequiel) y a Castro al centro. La aparición luego de Momo obligó a Juanma a retrasarse para cambiar a Ezequiel de extremo. El partido languideció al final entre un Betis que la tenía sin ir ya a hacer más daño y un Villarreal que demostró un conformismo en la derrota preocupante en gente tan joven.

Casto: Muy buen partido, tanto en las salidas como bajo palos, donde su rapidez de piernas le permite compensar su baja estatura.
Lopes: Por fin terminó bien alguna de sus muchas subidas por la banda, que gobernó con holgura.
Roversio: Muy rápido y atento, incluso para corregir algún error propio.
Belenguer: Tememos que su marcha haga mucho daño al vestuario. En el campo fue de los pocos que trató de despertar a sus compañeros del letargo del primer tiempo, y cumplió en una defensa que arriesgó bastante al tirar la línea.
Isidoro: Aceptable en defensa, aunque a veces rompe esa línea del fuera de juego. Metió buenos pases en ataque, aunque a pie cambiado le cuesta darle amplitud el campo.
Beñat: Salvo en una fase de desconcentración en torno a la media hora, estuvo excelente con el balón, sobre todo en largo, y corrió bien en defensa.
Iriney: Aunque durante todo el partido estuvo bien en ataque, comenzó sin presionar como sabe y puede, e incluso sin gritar a sus compañeros, algo muy raro. En la segunda parte fue el líder habitual, con golazo y todo.
Castro: Usó bien su rapidez e inteligencia para pisar el área con peligro. Lo remata todo.
Emana: Desconcentrado en la primera parte, mejoró con el equipo en la segunda. Muy defendido, como siempre.
Pereira: Hoy tuvo buenas intenciones y buen manejo de pelota, pero no supo culminar en el área, su fuerte.
Molina: Mal partido en todos los aspectos. Lento, no cazó ninguno de los cientos de balones que cruzaron el área ni tampoco estuvo muy trabajador para presionar.

Juanma: Sus diagonales (en realidad horizontales) acabaron donde casi siempre. Corrección con la pelota y poco más.
Ezequiel: Mejor a pie cambiado que por la derecha. Más carreras que combinaciones.
Momo: Léase lo de Juanma.