martes, 27 de septiembre de 2011

Getafe 1 – Betis 0 (6ª jornada de Liga de Primera División)

Getafe (1): Moyà; Valera, Cata Díaz, Lopo, Mané; Lacen, Rubén Pérez; Pedro León (Míchel, min. 77), Abdel (Sarabia, min. 68), Diego Castro; y Güiza (Miku, min. 65).
Real Betis (0): Goitia; Chica, Mario, Dorado, Nacho; Salva Sevilla (Molina, min. 54), Iriney, Matilla (Beñat, min. 46), Jefferson Montero (Vadillo, min. 71); Pereira y Santa Cruz.
Gol: 1-0, m. 30: Diego Castro.
Árbitro: Turienzo Álvarez. (Colegio Castellano-leonés). Mostró amarilla a Mario, Pedro León, Iriney, Molina, Diego Castro y Valera.


Getafe y Betis disputaron anoche en Madrid un mediocre partido.

El Betis hizo una mala primera parte, a todo lo largo de la cual mostró defectos que ya se le notaron en amplias fases de partidos anteriores: falta de presión desde arriba y exceso de pelotazos verticales. En suma, no mantuvo su forma de juego, y en consecuencia no tuvo la posesión de balón. La disposición sobre el campo fue la habitual, un 4-4-2 en el que por fin Mel dio descanso a Beñat (no a Roque) y una oportunidad a Matilla, cuya falta de presencia sin posesión de balón y de criterio en posesión de este tuvo bastante que ver con esa mala primera parte. El Getafe, en 4-2-3-1, sí presionó fuertemente desde el inicio e hizo cierto daño por la banda derecha. Por ahí llegó el gol, en una jugada ya repetida en los dos goles del Zaragoza: un exceso en la basculación defensiva hacia la banda de Nacho vendió la espalda de Chica en el segundo palo, mientras el primero estaba superpoblado de defensas.

Durante el último cuarto de hora Mel hizo, creemos que por primera vez en este curso, la sana rotación de mediapuntas que tanto practicó el año pasado: Montero se fue a la derecha y Pereira a la izquierda, mientras Salva dejaba el falso extremo derecho para hacer de mediapunta central.

En la segunda parte la inversión de las fuerzas guardadas en la primera y la aparición de Beñat sí dieron el dominio al Betis, abrumador a veces. No hubo suerte, pero las ocasiones cambiaron claramente de bando. Mel probó una solución algo sorprendente: el doble tanque arriba con Molina y Santa Cruz juntos (aunque el último cayó algo más atrás entonces). Más tarde Vadillo sustituyó en su banda habitual a Montero, pero estuvo tan marcado como este, pues el Getafe hizo ayudas sobre ese extremo durante todo el partido.

Jugador por jugador
Goitia: Poca responsabilidad en el gol, y bien el resto del partido.
Chica: Buen partido en general, con su recorrido usual y sin apuros esta vez en el uno contra uno. En el gol se ve obligado a cerrar demasiado al centro y nadie ayudó a su espalda.
Mario: Cargado con una tarjeta en la primera parte, aguantó bien. Sigue sin abrirse debidamente para sacarla jugada desde atrás.
Dorado: Buen partido en defensa una vez más, aunque estaba sin pareja en el gol. Junto a Mario y los mediocentros es uno de los responsables del juego de patadón de la primera parte.
Nacho: Fue uno de los pocos que trató de jugarla siempre.
Salva Sevilla: Engullido por la presión del Getafe, pasó como un fantasma.
Iriney: Tal vez debiera guardar menos fuerzas para las segundas partes, pues la intensidad de la primera superó al equipo. Con balón, irregular.
Matilla: Quedará señalado por su primera parte y un cambio algo cruel, pero es que la aparición de su competencia retrató una diferencia enorme en colocación y criterio con la pelota. Por ejemplo, obligó a los centrales a recomenzar jugadas cuando la primera línea de presión ya estaba superada, algo imperdonable si te han apretado y has arriesgado desde atrás. O espabila o va a jugar muy poquito.
Montero: Sufrió casi siempre un dos contra uno, y ni él pudo salir ni el equipo aprovecharlo. Perdió pocos balones. En el gol, una vez más, llegó tarde a cerrar a su lateral.
Pereira: Sigue sin acertar ante el gol. Dio pelea y cierta verticalidad, pero no mucho más.
Santa Cruz: Supo hacerse con muchos de los pelotazos que le llegaron, pero estaba muy aislado arriba. Al final erró un remate claro.

Beñat: Entró fresco y lo hizo todo bien. Se colocó magníficamente en ataque y en defensa (con mucha inteligencia para la anticipación), la tocó casi siempre bien y sacó a balón parado con peligro (incluso anduvo cerca de hacer un gol olímpico). Necesitaba el descanso, y se notó demasiado.
Molina: Tuvo buena presencia fuera del área. En ésta no apareció.
Vadillo: Muy marcado como Jefferson, se vio obligado a retrasarla casi siempre, pero lo hizo bien.

El detalle
Moyà, el portero del Getafe, sacó en largo con el pie con una precisión sorprendente.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Betis 4 - Zaragoza 3 (5ª jornada de Liga de primera División)

Betis (4): Casto; Chica, Amaya, Dorado, Nacho; Salva Sevilla (Juanma, minuto 46), Iriney, Beñat, Jefferson Montero (Sergio Rodríguez, minuto 61); Jonathan Pereira (Goitia, minuto 71) y Santa Cruz.
Zaragoza (3): Roberto; Juárez, Mateos, Da Silva, Abraham; Ponzio, Rubén Micael (Zuculini, minuto 67); Lafita, Luis García, Barrera (Juan Carlos, minuto 52); y Helder Postiga.
Goles: 1-0, minuto 7: Roque Santa Cruz. 2-0, minuto 12: Salva Sevilla, de penalti. 2-1, minuto 36: Juárez. 3-1, minuto 47: Beñat, de penalti. 4-1, minuto 49: Roque Santa Cruz. 4-2, minuto 78: Juan Carlos. 4-3, minuto 79: Juan Carlos.
Árbitro: Mateu Lahoz, valenciano. Dejó jugar muchísimo. Roja directa para Casto, minuto 68. Amarillas para Mateos y Ponzio.


Otro buen partido del Betis lo ha aupado a la cabeza de la clasificación de Primera. El encuentro fue un carrusel futbolístico y emocional que trataremos de explicar en detalle.


Inicio
Contra lo que cabía esperar, Mel no da descanso a ninguno de los titulares de Bilbao, ni tan siquiera a Beñat o Santa Cruz, muy castigados; para Getafe convendría hacerlo para evitar lesiones. El Betis plantea su equipo ya acostumbrado, con Salva abierto a la derecha sólo para defender, Beñat e Iriney turnándose en la presión adelantada, y Pereira y Santa Cruz en permutas ofensivas como delantero centro y mediapunta (incluso habitualmente es Santa Cruz el más retrasado). El Zaragoza propone un 4-2-3-1 en el que es Barrera y no Lafita quien se echa al extremo izquierdo, con la misión de seguir a Chica en sus subidas al espacio dejado por Salva, mientras Abraham, sin par fijo, viene a ayudar al centro. El resultado fue a ratos una defensa de cinco con un agujero en el lateral izquierdo, por donde el Betis (Pereira unas veces, Chica otras, Salva casi nunca) encontró una autopista; la extraña posición de Sevilla hace que lo que días atrás nos parecía un extremo desaprovechado ayer fuera el espacio clave.

El Betis arranca con fuerza, y su acierto más dos errores de esos semilaterales izquierdos zaragocistas, Abraham y Barrera, ponen pronto el 2-0. Los béticos no tuvieron fuerzas para mantener la presión al nivel del partido de Bilbao y, lo que es un tanto preocupante, volvieron a usar en exceso el balón largo a Roque; este lo busca y la baja muy bien, pero debe ser usado como recurso para dar variedad al ataque, no como único camino para llegar arriba; así es previsible el juego, se traiciona un estilo que es ya marca de la casa y ha dado grandes resultados, y se castiga más el físico propio que el ajeno, detalle que se está pagando al final de los partidos. Pese a todo el Betis junta bien sus tres líneas en esos minutos, aunque sea con el bloque algo bajo, y bascula bien, de modo que deja pocos espacios y no pasa apuros graves. El Zaragoza, inoperante, sólo marca tras un error arbitral.

La segunda parte repite el guion de la Primera: el Betis sale con ritmo y brillantez, e introduce dos goles (uno en otro probable error del árbitro) por el mismo agujero defensivo zaragocista, aunque ahora ya con Juanma como auténtico extremo derecho. El Zaragoza, luego piropeado por su entrega, saca la bandera blanca con notable pasotismo y el partido, mucho más controlado en apariencia que en la primera mitad, huele a goleada. Sin embargo, en una jugada aislada, Casto es expulsado; como en Bilbao, Mel se ve obligado a poner un 4-4-1 (el sacrificado es Pereira). El Betis se desfonda y el Zaragoza mueve el balón con paciencia de un lado al otro del campo, de modo que las (aún más) fuertes basculaciones del bloque defensivo bético acaban dejando espacios por las bandas, por donde llega (como en Bilbao) una lluvia de balones colgados y pases de la muerte. Por suerte y los centrales sólo dos acaban dentro.

Jugador por jugador
Casto: Recibió una clara falta en el primer gol y obviamente midió mal en el segundo. Tuvo poco trabajo más.
Chica: Dio dos perfectas asistencias y recorrió mil veces la banda con buen manejo de pelota. A cambio mostró cierta lentitud cuando lo encararon, y en especial ante Juan Carlos; el cansancio lo explica, pero sólo en parte.
Amaya: Definitivamente es menos anticipativo que Mario. Correcto, y sacó un gol hecho al final.
Dorado: Amaya y, sobre todo, él salvaron de nuevo al equipo en el bombardeo de balones cruzados del último cuarto de hora, y es que se coloca excelentemente cuando hay amenaza de pase de la muerte.
Nacho: Ni unos ni otros cargaron mucho el juego por su banda. Pasó desapercibido para lo bueno y para lo malo, pero nunca la rifó.
Salva Sevilla: Participó bien en el juego de ataque. Su cambio debió de obedecer al cansancio.
Iriney: Otra vez se reguló bien, y eso ayudó a blindar el centro en el acoso final.
Beñat: Pasó algún rato malo en el primer tiempo pero se rehizo. Como siempre fue el faro y metrónomo del equipo, y jugó balones largos tan valiosos como el que originó el 1-0.
Jefferson Montero: Menos individualista que en otros partidos, fue poco buscado. Debe seguir mejor a su lateral.
Pereira: Hizo un trabajo de desgaste valioso en forma de desmarques y carreras defensivas. No marcó, pero le hicieron un penalty.
Santa Cruz: Enorme partido. Se encuentra sorprendentemente bien en lo físico, sobre todo en resistencia. Es un jugador de gran calidad técnica y muchísima clase, desahoga mucho el juego (demasiado incluso) al hacer de boya, y remata con determinación y calidad. Por buscarle un defecto, a veces pierde ocasiones por asegurarla hacia atrás sin necesidad. 

Juanma: Ayudó a esconderle el balón al Zaragoza y participó bien en ataque. Tal vez debió ayudar más a Chica en defensa.
Sergio: Le tocó correr tras la pelota por las bandas, casi siempre la izquierda. Tocó pocos balones.
Goitia: Salir frío en sus circunstancias no es plato de gusto. Sin resposabilidad en el 4-2, en su segundo gol pudo salir y luego debió pararla. 

El detalle
Se nota que ciertos jugadores no tienen aún los hábitos del bloque venido de Segunda. Por ejemplo, Amaya, como Mario, no se abre rápidamente cuando cede el balón a Casto y juega demasiadas veces en largo sin ser forzado a ello, y Santa Cruz no se va a la presión arriba contra los centrales tan alegremente como Molina o Castro suelen.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Athletic de Bilbao 2 – Betis 3 (cuarta jornada de Liga de Primera División)

Athletic Club (2): Iraizoz; Iraola, Gurpegi (Toquero, 80), Amorebieta, De Marcos; Javi Martínez, Iturraspe (David López, 63); Susaeta, Muniain, Gabilondo (Igor, 66); y Llorente.
Betis (3): Casto; Chica, Mario, Dorado, Nacho; Salva Sevilla, Iriney, Beñat (Matilla, 82), Jefferson Montero (Ezequiel, 67); Pereira y Santa Cruz (Amaya, 77).
Goles: 0-1: Min. 7, Beñat. 0-2: Min. 12, Nacho. 1-2: Min. 37, De Marcos. 1-3: Min. 45, Salva Sevilla, de penalti. 2-3: Min. 86, David López de penalti.
Árbitro: Ayza Gámez, valenciano. Expulsó con roja directa al bético Mario (min. 73) y por doble amarilla al bilbaíno Amorebieta (min. 94). Amonestó a los locales De Marcos, Gurpegi y Muniain, y a los visitantes Nacho, Iriney, Beñat, Mario, Casto y Chica.


Buen partido el que dio ayer una valiosa victoria al Betis en San Mamés, ante un Athletic agresivo y animoso como siempre, pero indeciso entre su tradicional fútbol directo y las pretensiones de Bielsa. El partido tuvo un ritmo físico muy alto.

El Betis colocó en el campo su planteamiento habitual, con cuatro atrás (Mario de nuevo como central derecho), Salva de teórico extremo derecho, Montero de auténtico izquierdo y un par de cambios arriba: Pereira hace de Castro y Santa Cruz de Molina. Esta vez se puede hablar de 4-4-2, porque los dos atacantes defiendieron muy arriba en paralelo y en ataque se alternaron entre la mediapunta y la punta. El Athletic salió con un 4-2-3-1 con Javi Martínez y Amorebieta como centrales, Gabilondo y Susaeta como alas, Iturraspe y Gurpegui por dentro, Muniain en la mediapunta y Llorente fijo arriba.

Bielsa quiere que su equipo la toque, y para intentarlo mete centrocampistas en el papel de centrales. Ayer lo hizo primero con Javi Martínez, y cuando se dio cuenta del desaguisado (ya con 0-2) lo permutó con Gurpegui, otro centrocampista, con similar resultado: un mal defensa que tampoco la sacó bien ante la presión del Betis. Sin balón los béticos fueron de nuevo muy arriba a por el rival: los delanteros se emparejaban con los centrales abiertos, e Iriney o Beñat salían a por el mediocentro más retrasado del Athletic. Los vascos intentaban a veces el pelotazo precipitado a Llorente, sin mucho éxito, y otras el balón a media distancia al extremo o a Muniain, su mejor jugador: dos agujeros del sistema bético suelen ser la espalda de los laterales y (si se corre el riesgo de sacarla por el centro) el mediapunta suelto. Pero cuando el Athletic intentó sacarla al toque corto se encontró una presión fortísima con mucha anticipación; en el contraataque tras esos robos encontró el Betis el origen de la mayoría de sus ocasiones, como en el primer y el tercer gol o la catarata del inicio de la segunda parte.

Si el Betis mantuvo pues una de sus mejores virtudes, la presión sin balón, no siempre pudo mantener la segunda, la posesión a través del toque, pues la intensidad defensiva vasca fue también muy alta, aunque apretaran algo más tarde. Se abusó del balón largo y pocas veces se sacó el balón desde atrás con limpieza; cuando se hizo fue casi siempre gracias a las carreras de Montero, una pesadilla para sus pares porque además de habilidoso es siempre mucho más rápido que ellos. A cambio de perder posesión el Betis se libró de las pérdidas que tan caras costaron a los bilbaínos: no es el sello de la casa, pero funcionó.

Comenzado el partido con un 0-2 casi sin sudar gracias a un par de acciones brillantes, el Betis sostuvo las voluntariosas embestidas vascas gracias a esa presión y al muy buen partido de los centrales y de Casto, que solventaron las llegadas por banda. El resultado sólo peligró en el rato entre las expulsiones de Mario y Amorebieta; por demás el Betis nunca dejó de buscar la puerta rival, algo muy importante en Bilbao. La roja a Mario dejó a Mel con las ganas de meter a Molina por Santa Cruz, y fue Amaya quien hubo de entrar por el paraguayo para poner un 4-4-1. Los otros cambios fueron clónicos.

Jugador por jugador
Casto: Gran partido, tanto bajo palos (dificilísima la parada a una mano de la segunda parte: esos balones no basta con tocarlos, hay que hacerlo hacia delante) como en las salidas por alto, extalón de Aquiles suyo temible para este viaje. Está jugando a un gran nivel, y lo dice alguien a quien no convencía nada hace un par de años.
Chica: Como siempre, bien en defensa y aceptable en ataque, aunque fue superado con demasiada facilidad en la jugada del 1-2.
Mario: Gran partido hasta que cometió el grave error de la expulsión. Se anticipó a su par, hizo ayudas y la sacó en largo hacia Roque con mucha precisión. Debe abrirse a la derecha cuando se la cede a Casto.
Dorado: Muy bien en defensa (lo encararon mucho y ni Muniain se fue de él), pero mal al sacarla, empeñado en pelotazos verticales que nunca llegaban a Jefferson.
Nacho: Muy buen partido, incluida la gran jugada del 0-2. Parece incluso mejor físicamente.
Salva: Buen partido, en el que dio la habitual fluidez al juego y metió algún buen pase profundo. A cambio, el extremo derecho sigue desaprovechado.
Iriney: A veces debe controlarse con los árbitros, pero su trabajo es enorme. Con la pelota no se complicó.
Beñat: Algo ahogado por la presión, la tocó poco y casi siempre en horizontal, aunque con sentido. Bien en defensa y grande en la falta del 0-1.
Montero: Aunque no acabe muchas jugadas y elija mal, es un dolor de cabeza terrible para las defensas rivales, que sólo pueden pararlo a base de faltas o ayudas. Aunque juegue en otro sitio es lo más parecido al efecto Emana que tiene el equipo, y hace falta alguien así. Además se mató a correr.
Pereira: Fue de menos a más. Muchísimo trabajo, verticalidad y peligro arriba, que es su sitio.
Santa Cruz: Tiene mucha clase (el taconazo que provoca la falta previa al 0-1 es antológico), pero le falta un punto de velocidad y resistencia aún.

Ezequiel: No progresa mucho. Ayer tuvo una buena oportunidad de coger a la defensa vizcaína cansada, pero eligió la jugada peor que Montero.
Amaya: Cumplió en el asedio.
Matilla: También hizo aceptablemente de Beñat fresco.

El detalle
El árbitro estuvo desacertado en la apreciación, pero justo y entero, con la salvedad del penalty de Chica, que nunca puede serlo. Hay que reconocer que los dos primeros goles del Betis parecen partir de errores suyos.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Nota

La entrada correspondiente al Athletic - Betis no será publicada hasta el martes próximo, día 20. Disculpen las molestias.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Betis 1 - Mallorca 0 (tercera jornada de Liga de Primera División)

Betis: Casto; Chica, Amaya, Dorado, Nacho; Iriney, Beñat; Salva Sevilla (Vadillo, 68), Rubén Castro, Jefferson Montero (Pereira, 59); y Jorge Molina (Santa Cruz, 75).
R.C.D. Mallorca: Aouate; Zuiverloon, Ramis, Chico, Pablo Cáceres; Joao Víctor, Pina; Alfaro (Tissone, 86), Nsue, Tejera (Kevin, 66); y Hemed (Chori Castro, 59).
Gol: 1-0: Min. 86, Rubén Castro.
Árbitro: Carlos del Cerro Grande, madrileño. Amonestó a los locales Amaya y Salva Sevilla, y a los visitantes Pablo Cáceres, Joao Víctor, Pina y Chico.


Buen partido del Betis hoy ante el Mallorca. Como ante el Granada, el equipo ha sido hoy moderadamente superior al rival y ha crecido con el paso de los minutos, hasta marcar muy al final. Con todo, el Mallorca, aunque timorato, ha tenido sus opciones. A este nivel el Betis al menos competirá con holgura en Primera.

Primeros treinta minutos
El partido ha tenido en general un ritmo físico bajo, seguramente por temor al fuerte calor (se acabó a más de treinta grados). Los dos equipos defienden con un 4-2-3-1 con mediapunta adelantado. En el Mallorca lo es Nsue, y en el Betis es Castro quien ocupa ese lugar, con Salva a su derecha y Montero a su izquierda. Los baleares esperan atrás y sus pivotes hacen un juego defensivo más posicional que de presión, de modo que el Betis puede tocarla pacientemente de lado a lado, y lo hace con acierto. Los problemas de los béticos vienen sin embargo en defensa. Si se juega con la defensa muy adelantada (y por tanto con todo el bloque alto, como se dice ahora) es imprescindible presionar con intensidad desde arriba, o cuando menos en la zona del mediocampo rival. En esos minutos el Betis no hizo sin embargo su presión habitual: ni apretaban los delanteros inmediatamente tras las pérdidas, ni Iriney y Beñat hacían su (exigente, cierto) trabajo defensivo, ni ninguno de los centrales venía a atosigar a Nsue cuando caía hacia atrás. En consecuencia, con superioridad numérica en el centro del campo, tiempo para pensar y gente rápida por las bandas, los mallorquinistas metieron varios pases a la espalda de Nacho y Dorado que, con la anuencia del línea, pudieron acabar en disgusto, en forma de pases de la muerte –que resolvieron los centrales– o de unos contra uno ante Casto –que Alfaro, como es su costumbre, falló–.

Resto del partido
El Betis parece darse cuenta de su error y da un paso adelante; comienza su presión antes y mejor, tomando riesgos para anticiparse a la jugada cuando era necesario: más riesgo traía ver pasar los balones a la espalda de la defensa, como en la primera media hora. Además Amaya y Dorado vienen a buscar a los hombres sueltos entre líneas (algo que, si se cierran bien los laterales para hacer una línea de tres atrás, es perfectamente practicable). Las ocasiones van cayendo, tanto en el tramo final de la primera mitad como en casi toda la segunda parte. El Mallorca, con calidad pero poco ritmo y menos ambición, da algunos sustos al contraataque, pero va cerrándose cada vez más, e incluso retira un delantero pasando a Alfaro a la mediapunta y a Nsue arriba. Un buen córner trajo el gol, y el equipo supo tenerla hasta el final.

En el Betis Mel pareció preparar el cambio de Beñat, asfixiado a los 65 minutos, pero la tarjeta a Salva alteró sus planes. Pereira sustituyó a Montero y se fue arriba con Molina, cambiando Salva de banda. Luego Vadillo entró por éste como extremo izquierdo, y Santa Cruz por Molina como delantero centro.

Jugador por jugador
Casto: En su línea reciente, o sea, concentrado, acertado y bien con los pies. Una jugada tonta al final pudo salirle carísima.
Chica: Durante amplias fases tuvo que recorrer la banda entera, abandonada como casi siempre por Salva, y cumplió perfectamente. Sin embargo en ataque debe recibir más apoyo, porque no se le puede pedir juego de extremo.
Amaya: Empezó algo dubitativo, tal vez lastrado por una tarjeta temprana, pero con los minutos se atrevió a salir más arriba y siempre lo hizo bien. Es más rápido de lo que da a entender su físico, va muy bien por arriba y evitó in extremis varios remates muy peligrosos.
Dorado: Como su compañero de línea comenzó con dudas, dejándose la espalda sin ir ni hacia atrás ni hacia delante. Luego comprendió la necesidad de ir más arriba. También evitó varios pases de la muerte por su buena colocación.
Nacho: Buen partido con balón, sin él y en lo físico. Los espacios tras él han de ser resueltos colectivamente.
Iriney: De menos a más, acabó por comerse al centro del campo rival. Otra vez abusó de los pelotazos cruzados al extremo izquierdo: tres intentos, cero aciertos.
Beñat: Bien mientras pudo, pero jugó asfixiado la última media hora; con el paso de los partidos es de esperar que pierda algún kilito y coja más fondo y velocidad. Sacó un excelente córner en el gol.
Salva: Sigue sin acertar en los muchos tiros que intenta desde la frontal. Por lo demás, trabajador y en su buena línea habitual de juego y movilidad.
Castro: Hizo su juego habitual, que es mucho más peligroso a medida que se acerca a la puerta rival. Sudó hasta la última gota.
Montero: Tiene bastante que aprender. Por ejemplo, a soltar la pelota hacia atrás sin complicaciones absurdas cuando le cierran la puerta hacia delante, a pedirla de vez en cuando al espacio y no siempre al pie, o a perseguir a su lateral. Condiciones tiene, sin duda.
Molina: Tardó otra vez en entrar en juego y no tuvo suerte ante el gol (sobre todo en la jugada de los tres postes). Jugó bien de espaldas a puerta.

Pereira: Hizo una entrada en escena fulgurante y luego trabajó sin fortuna.
Vadillo: Le falta madurez y peso, pero parece rápido y con buen manejo de balón. Es difícil saber si ha de aprender en Primera o en Segunda B.
Santa Cruz: Da la impresión de saber muy bien lo que tiene que hacer un delantero y de poseer la técnica para hacerlo. Lo del físico ya lo veremos.