domingo, 1 de abril de 2012

Málaga 0 - Betis 2 (31ª jornada de Liga de Primera División)

MÁLAGA (0): Kameni; Gámez, Weligton, Mathijsen,  Monreal (Buonanotte, m.75); Demichelis; Seba Fernández (Van Nistelrooy, m.59), Isco, Cazorla, Eliseu (Duda, m.45); y Rondón.  
BETIS (2): Fabricio; Nélson, Amaya, Dorado, Nacho; Jefferson Montero (Juanma, m.58), Cañas, Beñat (Iriney, m.52), Pereira; Santa Cruz (Matilla, m.78) y Rubén Castro.
Goles: 0-1, m.39: Rubén Castro; 0-2, m.45: Dorado.
Árbitro: Teixeira Vitienes, F. (C. Cántabro), amonestó a Weligton, por el Málaga; y a Nacho, Dorado y Nelson, por el Betis.


El Betis ha jugado un mal partido hoy en Málaga, donde ha vencido 0-2. De él salen tres buenas noticias: tres puntos buenísimos en la actual situación, la sensación de haber competido al límite, y un paralelismo con la historia reciente del Betis de Mel que enseña que este tipo de encuentros, objetivamente malos pero sufridamente triunfantes, suele cerrar malas rachas y rearmar al equipo para el futuro.

Cualquier análisis del partido, más allá de consideracines éticas o estéticas sobre la manera de jugar de unos y otros, ha de partir de un hecho inobjetable: Málaga y Betis colgaron docenas de balones al área que fueron culminados en remates o en barullos; ninguno de los muchísimos del Málaga acabaron dentro de la portería, y sí lo hicieron los dos únicos del Betis (una falta y un córner, muy bien sacados por cierto). Sin duda el acierto y la concentración de atacantes y defensores tuvieron algo que ver en ello, pero también, y más, el puro azar.

El partido se presentaba con unas estadísticas muy favorables al Málaga si se atendía a los resultados en casa y fuera de uno y otro equipo. Pellegrini ponía en juego un once ofensivo y un tanto desequilibrado, por más apropiado para la construcción del juego que para la recuperación del balón: cuatro atrás con dos laterales de tendencias ofensivas, un mediocentro alto y posicional (Demichelis, realmente un central reconvertido), un tanque arriba, y por detrás de él cuatro hombres para el juego de combinación, con Eliseu y Sebastián Fernández abiertos en principio a las bandas (aunque con tendencia, sobre todo el segundo,a dejar el carril a los laterales), y Cazorla e Isco, este algo más adelantado, por dentro. Su plan de ataque tenía dos vías: la combinación interior, o el balón a la banda para el centro hacia Rondón. El problema de esa alineación era a priori la falta de recuperadores del balón en el centro del campo, pues Demichelis, el único medio defensivo, no es hombre de gran recorrido.

Ante esto la alineación bética y la lógica hacían pensar que el Betis se jugara la carta de esconderle el balón a los malacitanos. Mel sacaba a la defensa esperada (descartados Mario y Paulão); la inclusión de Cañas y Santa Cruz (por Iriney y Molina), más Pereira y Jefferson en sus perfiles naturales, hacía pensar que el Betis (en 4-4-1-1, con Roque por detrás de Castro) no iría a presionar arriba sino que esperaría al Málaga algo más atrás, pero que le abriría el campo y trataría de jugar el balón por abajo. Sin embargo sólo se cumplió lo primero: los béticos se metieron bastante atrás, pero (fuese por orden de Mel, por la bien coordinada presión del Málaga o por inseguridad colectiva) renunciaron completamente a la pelota, y más aún con el paso de los minutos y el marcador a favor. Su plan de ataque se redujo a los pelotazos que Santa Cruz intentaba peinar hacia Castro.

La primera parte fue escasa en ocasiones. Las dos béticas, a balón parado y cuando, durante el último cuarto de hora, el Betis salió un poco de su campo, cayeron dentro: Mel permitió por fin a Beñat sacar más allá del primer palo; la primera fue un centro-chut perfecto al corazón del área, y la segunda un córner al segundo poste (que el Betis ni siquiera intentaba desde hacía meses). A  partir de ahí el equipo se parapetó atrás y renunció absolutamente a la posesión (poquísimos jugadores por delante de la pelota), y más aún con los cambios: primero Iriney sustituyó a Beñat como mediocentro izquierdo; luego Juanma entró en el extremo derecho por Jefferson, y finalmente Matilla hizo de Santa Cruz, más mediocampista que mediapunta a esas alturas. El Málaga, por su parte, cambió a sus teóricos extremos por un interior y un delantero centro, y bombardeó el área bética desde las subidas de sus laterales en busca de las cabezas de Van Nistelrooy y Rondón. La suerte y el buen trabajo de Fabricio y los centrales en los balones cruzados dieron el triunfo al Betis.

Jugador por jugador
Fabricio: Bien con los pies, muy bien en las (hoy importantísimas) salidas por alto, seguro de manos, afortunado en los tiros de media distancia (en especial uno de Duda), en los que sigue sin dar sensación de controlar la situación, e intuitivo en los cortos.
Nélson: Aceptable trabajo defensivo y buenas coberturas al centro. Es uno de los poquísimos que intenta jugar el balón en este tipo de partidos.
Amaya: Favorecido, como Dorado, por un plan de juego ultradefensivo que le permitió jugar abrigado, tuvo al tiempo la virtud de estar siempre muy concentrado y de estorbar remates cuando no podía impedirlos.
Dorado: Vale para él lo mismo que para Amaya, más un buen gol. Como casi siempre, mandó mil balonazos verticales sin destino.
Nacho: Esta vez no pudo jugar el balón decentemente, por impericia y por falta de colaboración. En defensa tuvo que permitir centros de Gámez por exceso de trabajo.
Jefferson: Hay que reconocer que empeora por la derecha, al menos en partidos como el de hoy que se juegan más en campo propio que en el ajeno. Ni lo buscaron ni se supo ofrecer, y soltó indebidamente el balón cuando tuvo ocasión de hacer daño. Sin la menor duda Mel debió intentar cambiarlo de banda antes de sacarlo del partido, porque (si se le encuentra) es un jugador muy importante para tener cierta posesión de balón en partidos a la contra.
Cañas: Su juego no es el de Iriney, sino mucho más posicional y menos agresivo, lo que empuja al equipo atrás pero lo blinda defensivamente. En ataque estuvo bien, pero no tenía a quién pasársela.
Beñat: Mal con la pelota en juego, pero bien en los dos balones parados que acabaron siendo decisivos. Mal partido para su juego.
Pereira: Su escasísima capacidad para retener el balón hace mucho mal al equipo cuando se necesita posesión, y su tendencia a jugar muy arriba deja vendido a su lateral, a pesar de que se mata a correr para tratar de paliarlo. En este tipo de partidos su presencia sólo se justifica si hace alguna jugada de gol al asociarse con Santa Cruz.
Santa Cruz: Emparedado entre Demichelis y los centrales, apenas pudo bajar alguna. Por abajo la jugó con sentido. En defensa trabaja muy poquito, aunque sea con inteligencia.
Castro: Peinó el primer gol. Casi nada más.

Iriney:
Con él el Málaga llegó muy poco por dentro, pero la posesión no mejoró.
Juanma: Alguna presencia cuando la tenía el Málaga y ninguna cuando la tenía el Betis, aunque tenerla era el rol que se le suponía. Caso de salir debió hacerlo por Pereira.
Matilla: No olió el balón; estorbó un poco en defensa.


El detalle
Teixeira I,  el del derbi de las camisetas, permitió hoy a los porteros jugar con equipaciones casi indistinguibles, desde la televisión, de las de sus equipos. Los árbitros españoles siguen mostrando un nulo respeto por el espectador que les paga.

6 comentarios:

  1. Hoy simplemente suerte, mucha suerte. La misma que no tuvimos en otros partidos.

    Eso si, Sr entrenador, balones al punto de penalty o al segundo palo dan mas frutos que todos al primero para que la peinen.

    Para meter algo de discusión, en el partido se produjo una jugada que define a un jugador extremadamente querido y extremadamente sobrevalorado.

    Me refiero a la jugada en la que Iriney roba gracias a su buenisima presión un balón en el medio campo, le acompaña Ruben por la izquierda siendo un dos para tres, avanza rapidamente con la pelota y a 40 mt de la portería levanta la cabeza y entre regatear hacia adelante el solo o hacer un pase al compañero para continuar el ataque, decide chutar a puerta desde 35 mt. El balon creo que llegó a Fuengirola... Hace falta más para ganarse la renovación.

    Ahora solo falta otro milagro de la virgen y que ganemos al Villarreal para ir buscando un entrenador nuevo y planificando la plantilla para el año que viene.

    Saludos a todos

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  2. Pues no digo nada de la jugada de la vaselina de Cazorla, una pérdida horrible de Iriney...

    Estoy de acuerdo: ayer tuvimos, sobre todo, suerte. No quita ello el mérito del partido de los centrales y Fabricio, pero un 2-0 hubiera sido un resultado normal, y entonces la prensa estaría soltando lo mismo que cuando Cornellá o Santander en la ida.

    Aun así Mel me gusta. ;)

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  3. Hola,
    venga ya, aparte de suerte algo bueno debieron hacer, ¿no? Yo no me creía que llegaríamos al final con 0-2, pensaba que marcarían en cualquier momento. Pero no. Curioso: el Betis que han vendido a la prensa de Madrid no existe. Sin embargo, un Betis reservón y, como suele decirse "arropadito" sí existe, y aunque casi siempre ha perdido (recuerden Osasuna), ayer sufrió y venció. Como ante el At. Madrid. O sea, que hay plan B.
    3 puntos de oro, con mucha pena y poca gloria.
    ¿Qué equipo saldrá contra el Villareal? ¿Plan A o B? ¿Nos hará el Villareal la misma jugarreta que en la primera vuelta?
    Saludos

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  4. Como estoy fatal de la memoria sólo es ahora que recuerdo que durante el partido pensaba en escribir algo del "plan B" que bien recuerdas ahora, Lobo. En efecto, lo hay, y también efectivamente el betis hizo cosas bien, como defender, especialmente en la primera mitad. la segunda me gustó menos.

    Yo valoro muchísimo el resultado y reconozco los méritos, pero también me enfada leer piropos en la prensa de los promelistas cuando el equipo no se los merece. El partido del Racing fue mucho mejor, y no hablo de estética, sino de ocasiones.

    Un saludo

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  5. Pero bueno, bueno, bueno... el mister me ha copiado el planteamiento. Incluso el cambio de Iriney por Beñat. Algo tendrá este plan B(que debería ser el A para los desplazamientos) cuando sirve para ganar en Zaragoza, Calderón, Málaga. Y os recuerdo que en Cornellá, Santander y Pamplona se perdió por mala suerte.
    Pregunta incendiaria: ¿saldríais con este planteamiento en Nervión?
    Palmeraverde

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    1. El futbol es así, quien perdona termina perdiendo, en fin, frases tópicas que se han escuchado mil veces ya, pero que son totalmente ciertas. El sábado no me esperaba la victoria, como creo que el 95 % de los béticos, y para colmo el viernes pepe mel le dió por decir una de sus habituales fanfarronadas del estilo que nadie dude que el 13 de mayo estaremos en primera, después de la victoria del sábado ya no lo dudo, pero el viernes me acordé de todas sus castas. jsao.

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