domingo, 27 de enero de 2013

Rayo Vallecano 3 – Betis 0 (21ª jornada de Liga de Primera División)

RAYO VALLECANO (3): Rubén; Tito, Amat, Gálvez, Casado; Trashorras, Javi Fuego; Piti (Adrián, m. 84), Chori Domínguez, Lass (José Carlos, m. 57); y Delibasic (Vázquez, m. 78).
BETIS (0): Adrián; Chica, Perquis, Amaya, Nacho; Joel Campbell (Molins, m. 68), Beñat, Cañas, (Nono, m. 57), Salva Sevilla (Vadillo, m. 78); Rubén Castro y Jorge Molina.
Goles: 1-0, min. 3: Piti (p.); 2-0, min. 63: Delibasic; 3-0, min. 82: José Carlos.
Árbitro: Hernández Hernández (Comité canario). Amonestó a Adrián, Beñat y Jorge Molina, del Betis; y a Amat, Tito y Casado, del Rayo.

Rayo y Betis han disputado hoy un buen partido en Vallecas, en el que los locales han sido levemente superiores a los béticos y han obtenido un resultado exagerado gracias a su mayor acierto en las áreas; los hombres que otras veces dieron ahí la victoria al Betis (Adrián, Castro) hoy se la negaron. El marcador fue idéntico al de la temporada pasada pero ni el juego ni las sensaciones se parecieron en nada a los de aquel partido.

Primera hora
El Rayo juega este año un fútbol opuesto al que –según el tópico– se debe hacer en su estadio: trata bien el balón y busca la victoria por la posesión y el toque, como de hecho logró en el partido de ida en el Villamarín. Al contrario de aquel día, hoy Jémez sitúa atrás una línea convencional de cuatro, con los complementarios Fuego y Trashorras por delante, tres mediapuntas (Lass y Piti a pie cambiado) y Delibasic arriba.

Tal vez escaldado por el partido de ida, tal vez para adaptarse al pequeño terreno de juego, tal vez para obligar al Rayo a jugar a contraestilo, o tal vez porque el marcador se le pone en contra muy pronto, el Betis sale a presionar muy arriba (como hiciera hace una semana ante el Athletic y al contrario de lo usual esta temporada); el partido empieza con un ritmo muy alto y muy pronto una cadena de errores (mal posicionamiento defensivo, falta de presión al pasador de Campbell, salida tardía de Adrián) pone el 1-0. Salva juega hoy de interior izquierdo, con Castro y Molina arriba, que van a apretar a los centrales. El Rayo llega bien por las bandas, sobre todo por la derecha, mientras el Betis trata de hacerlo primero con balones verticales a Molina y luego, cuando la presión local baja, con toque en el centro y subidas de los laterales, sobre todo Nacho, que usa el espacio que le deja Salva. La posesión está nivelada y el partido es de ida y vuelta, aunque con pocas ocasiones claras.

El Betis –libre ya del viento en contra de la primera parte– manda claramente en el primer cuarto de hora de la segunda mitad, con toque rápido, pero le falta acierto arriba. Cuando mejor jugaba el equipo Mel lo trastoca: retira a Beñat (cada vez más acertado, aparentemente aún con fuelle y ya con una semana de descanso por delante) y mete en su sitio a Nono. El Rayo recupera el balón durante cinco minutos y marca el 2-0.

Última media hora
El Betis arriesga mucho y busca el gol a costa de dejar espacios. Llega el 3-0, aunque el equipo lo intenta hasta el final.

Jugador por jugador
Adrián: Poco acertado en el 1-0 (sale tarde, y luego –adivinado el lanzamiento– está algo lento en el penalty) y en el 3-0 (en el que dejó un despeje de puños muy corto), y nada que hacer en el segundo. Apenas le llegaron más. Bien con los pies: sus compañeros vuelven a abusar de los balones fuertes hacia él.
Chica: Buen partido, con mucha actividad y correcta proyección ofensiva.
Perquis: Cabe preguntarse (como en el caso de Chica) por su posición en la jugada del 1-0. Luego estuvo agresivo y jugó bien el balón.
Amaya: Buen partido, en su línea de esta temporada.
Nacho: Subió bien pero no culminó y además tuvo errores puntuales de calado, como su blando salto del 2-0. Sin embargo en general cerró bien los centros laterales.
Campbell: Tuvo alguna acción brillante pero no acertó en las jugadas decisivas.
Beñat: Buen partido en general, mejor con balón que sin él, pues en defensa le faltó presencia.
Cañas: Muy bien. Partido muy completo.
Salva: Aprovechó bastante bien su ambigua posición ofensiva, aunque, como suele ocurrir cuando juega en banda, llegó tarde a cerrar a su lateral.
Molina: Bien fuera del área (bajó muchos balones de espaldas), invisible dentro de ella.
Castro: Mal, y ya es raro. Ni lo vio claro en el juego ni acertó en las dos ocasiones muy claras (sobre todo la primera) que tuvo; incluso estorbó en alguna.

Nono: Como ha pasado ya otras veces, cuando se le ve lo hace bien, pero se le ve poco y su aparición coincide con una falta de consistencia en el centro del campo muy preocupante.
Molins: Habilidoso, algo individualista, y en apariencia algo mejor en lo físico.
Vadillo: Apareció en minutos ya casi intrascendentes, y tampoco aprovechó los dos buenos balones que tuvo.

viernes, 25 de enero de 2013

Betis 1 – Atlético de Madrid 1 (partido de vuelta de Cuartos de final de Copa)

BETIS (1): Casto; Ángel, Perquis, Amaya, Nacho; Rubén Pérez, Beñat (Jorge Molina, m. 45); Vadillo, Salva Sevilla, Campbell (Molins, m. 45); y Rubén Castro (Nono, m. 70).
ATLÉTICO DE MADRID (1): Courtois; Manquillo, Miranda, Godín, Filipe Luís; Mario, Gabi (Emre, m. 53); Koke, Adrián, Turan (Raul García, m. 73); y Diego Costa (Rodríguez, m. 64).
Goles: 0-1, m. 45, Diego Costa. 1-1, m. 89, Jorge Molina (de penalty).
Árbitro: Clos Gómez (Comité aragonés). Amonestó a Rubén Pérez, por el Betis; y a Gabi, Filipe Luís, Adrián, Miranda y Raúl García, por el Atlético.
Incidencias: 21.605 espectadores en el Benito Villamarín.

El Betis fue eliminado ayer de la Copa tras una primera parte muy trabada y una segunda intrascendente, gol tonto mediante.

Primera parte
Aunque la llama de la esperanza no se quisiera apagar pese al marcador en contra, el Betis partía en inferioridad física manifiesta ante el Atlético. En primer lugar, por la propia calidad de los madrileños en este aspecto, y en segundo porque las lesiones y la escasez de efectivos han llevado a los jugadores del Betis al límte del cansancio este mes de enero.

En efecto Mel se vio obligado a salir prácticamente con todo lo que tenía, incluido un ya exhausto Castro. Enfrente Simeone, con más donde elegir, ponía su mejor equipo disponible; es de suponer que no seguirá el ejemplo de Caparrós y Jiménez y hará lo mismo en semifinales. Los béticos plantean su habitual 4-2-3-1 con Salva en la mediapunta y Campbell y Vadillo esta vez a pie natural (aunque en torno a la media hora intercambiaron posiciones). El Atlético, como en la ida, mete entre sus tres mediapuntas (en constante intercambio de posiciones) un volante infiltrado para ayudar en defensa, esta vez Koke, que generalmente cae a la banda derecha.

El Betis presiona bastante arriba de inicio, aunque la intensidad cede con los minutos. Pero la clave de todo está en la disposición defensiva del Atlético y su ya mencionada superioridad física: con balón en pies del Betis se colocan en un 4-4-1-1 que es casi un 4-5-1; esperan con la línea de cinco bastante atrasada; y, sobre todo, acuden en tropel a donde esté el balón, lo que significa por un lado constantes ayudas del extremo y del mediocentro de ese lado al lateral, y por otro exageradas basculaciones de todo el equipo a la banda por donde ataque el rival. La calidad física de los atléticos les sirve –por resistencia– para llegar a tiempo a esas ayudas y –por potencia– para imponerse en los raros uno contra uno y en los balones divididos: no es el colchonero un equipo muy técnico pero sí muy sólido.

En el Betis Salva comienza bien situado y hace cierto daño en la mediapunta y en la izquierda, pero poco a poco se retrasa y, como ya hemos denunciado aquí hasta el aburrimiento, viene demasiado atrás a comenzar la jugada. Quedan entonces tras el balón los centrales, Pérez y Beñat, y ante él nueve jugadores del Atlético más el portero: una disposición de partido de balonmano, pero con la portería a cincuenta metros. La situación llegó a tal punto de absurdo que Perquis se vio obligado a subir una vez al ataque, y casi marca. Estáticos y abiertos los extremos (que bien podrían venir a veces al centro a pedirla), el Betis se queda sin juego interior (salvo cuando Castro venía a la media punta... en cuyo caso no había ningún delantero para rematar); la inferioridad numérica en su ataque era absoluta: jugadas de dos contra cinco y similares.

También como en el balonmano, la esperanza llegaba cuando se movía la pelota con velocidad de lado a lado y se aprovechaban así las extremas basculaciones defensivas atléticas. La falta de presencia arriba y los malos centros de Nacho y, sobre todo, Ángel abortaron entonces el peligro.

Segunda parte
Tras el error de Casto que supone el 0-1 Mel –con buen criterio– pliega velas y el partido se convierte en una pachanga veraniega. El árbitro aprovecha para maquillar las escandalosas estadísticas de penalties de unos y otros.

Jugador por jugador
Casto: Sin trabajo apenas, todos los indicios señalan que no gritó a Amaya en la jugada del 0-1, en cuyo caso el error, y grave, fue suyo.
Ángel: Decepcionante. Uno se esperaba de él la escasa forma física, pero no errores técnicos, y eso que le dejaron una autopista. Chica se queda sin competencia.
Amaya: Bien, con carácter ante los intentos de baile atléticos del segundo tiempo, aunque con el lunar del gol.
Perquis: Fue otro de los que mostró rebelión ante el resultado. Juega mucho menos de lo que su fútbol merece porque ahora sobran centrales buenos.
Nacho: Partido sólo aceptable. Ahogado por el sistema atlético.
Pérez: Muy bien sin balón y aprobado con él.
Beñat: Volvió su fútbol fácil, aunque físicamente esté muy cascado.
Salva: Recuperado en pocos días de la desconocida lesión que lo obligó a retirarse el lunes, cuando la pidió arriba al menos intentó buenas cosas. En la intrascendente segunda parte estuvo bien como mediocentro.
Vadillo: Lució algo en la segunda parte, ya sin nada en juego. En la primera no supo salir de los dos contra uno: le falta madurez para elegir jugada.
Campbell: Es otro de los cargadísimos de partidos. Tampoco supo zafarse de las ayudas.
Castro: Muy inteligente, muy solo.

Molina: Le puso casta y se apuntó un golito.
Nono: Aprovechó los minutos, aunque esos no cuentan.
Molins: Tuvo un par de detalles de buen regateador muy celebrados por la grada, aunque está muy lejos de la forma física debida.

martes, 22 de enero de 2013

Betis 1 – Athletic de Bilbao 1 (20ª jornada de Liga de Primera División)

BETIS (1): Adrián; Ángel, Amaya, Mario (Paulão, m. 47), Chica; Beñat, Cañas (Rubén Pérez, m. 66); Campbell, Salva Sevilla (Nono, m. 38), Rubén Castro; y Jorge Molina.
ATHLETIC (1): Iraizoz; Iraola, Laporte, Ekiza, De Marcos; Gurpegui (Aurtenetxe, m. 46); Ander Herrera, Iturraspe; Susaeta, Aduriz y Muniain (Ibai, m. 79) .
Goles: 1-0, min.1: Rubén Castro; 1-1, m. 40: Aduriz
Árbitro: Ayza Gámez (Colegio valenciano). Mostró tarjeta amarilla a Iraizoz, Gurpegui e Iturraspe, por parte del Athletic; y a Campbell, Beñat, Amaya, Cañas y Rubén Pérez, por el Betis.
Incidencias: 31.074 espectadores en el Benito Villamarín.

El Betis ha salvado hoy un punto en un mal partido ante el Athletic gracias a la suerte, a sus ganas de competir y a su portero.

Primera mitad de la primera parte
Bielsa alinea su habitual 4-3-3 con el comodín De Marcos como lateral izquierdo, Gurpegui de ancla en el centro, Herrera e Iturraspe (habitualmente mediocentro) como interiores y sus tres titulares de siempre arriba.

Mel repite el planteamiento del partido de ida, muy raro de ver en el Betis de esta temporada: presiona muy arriba desde el primer minuto. Molina y Salva toman a los centrales, Campbell y Castro a los laterales (aunque el canario a veces se empareja con el central derecho vasco, lo cual adelanta la posición de Chica, hoy lateral izquierdo), Beñat presiona a Gurpegui y, con los extremos bilbaínos emparejados con los laterales, el interior suelto es controlado por las basculaciones, por Cañas o por el activo Mario. La defensa del Betis se adelanta y arriesga, y el equipo imprime un ritmo defensivo muy alto y muestra un juego brillante que recibe premio muy pronto por la torpeza de Iraizoz.

Resto del partido
El plan inicial sale sólo medianamente bien: el Betis emerge de esa primera fase con ventaja, aunque corta, pero con las reservas de fuerzas muy gastadas. El partido entra en un ida y vuelta muy exigente en lo físico; con el paso de los minutos, el Athletic se hace progresivamente con el mando. El cansado Betis pasa, en torno al minuto 25, al plan B, el habitual de este año: líneas juntas, mediapunta que ya marca al mediocentro, e intención de contragolpear; pero la presión en el mediocampo ya no funciona y el adelantamiento de la línea de atrás se hace peligroso: cae el 1-1 y pueden caer más.

Las malas noticias se suceden: ya antes del 1-1 la lesión de Salva gasta un cambio y adelanta a Beñat a la mediapunta, un puesto poco adecuado a sus características, para que Nono trate de cerrar junto a Cañas –con escaso acierto–. Luego cae Mario, con lo que el Betis pierde anticipación y agresividad. La baja de Cañas obliga a Mel a mantener en el campo a Beñat, ya tarjeteado, cansado y crispado. Y finalmente Ángel se lesiona y se mantiene a duras penas en el campo.

Enfrente Bielsa corrige en el descanso: elimina a Gurpegui, desacertado y con tarjeta, y devuelve a Iturraspe y, sobre todo, al incansable De Marcos a su sitio natural. El inicio de la segunda parte devuelve cierto equilibrio, pero el Betis no soporta el ritmo tan bien como los vascos y, lo que es peor, sus jugadores dejan de ofrecerse al compañero para tener el balón. El paso de los minutos intensifica el dominio del visitante, que, porteros aparte, merece ganar.

Jugador por jugador
Adrián: Estuvo muy bien en general y casi milagroso al final. Su renovación es ya asunto urgentísimo.
Ángel: Hizo un partido de futbolista de mucho oficio, de los que parece que no están pero hacen lo que deben: no menos, aunque tampoco más.
Amaya: Comenzó como discreto escudero de Mario y el decurso del partido lo obligó a salir más, y muy bien, a la anticipación. Cabe sin embargo señalar que Aduriz le ganó casi todas por alto, cosa rara.
Mario: Muy bien a su arriesgado estilo. Volvió su pesadilla: las lesiones musculares.
Chica: Dentro de sus limitaciones está en una forma excelente, hasta el punto de que apenas se notó que jugaba a pie cambiado. Dio el pase decisivo del 1-0. 
Beñat: Jugó probablemente el peor partido que uno le recuerda como bético, apenas salvado del muy deficiente por sus siempre peligrosos saques a balón parado. Empezó bien, pero no le favorecen ni el adelantamiento de posición (es hombre de juego largo y estático, no de conducciones y último pase), ni su reciente afición a buscar la jugada más difícil (cuando una de sus virtudes era precisamente encontrar la opción más sencilla), ni el runrún de la grada. 
Cañas: Se colocó bien en defensa y ha simplificado, muy acertadamente, su juego con balón. Una lesión muscular lo sacó del campo, como a varios de sus compañeros: el equipo paga su buena forma física y la carga de partidos.
Campbell: Gran partido. Tiene una agilidad de movimientos de base saltarín de la NBA, y entre eso y su esfuerzo dio trabajo a medio Athletic.
Salva Sevilla: Por fin buscó un desmarque de los llamados de ruptura, y encontró un penalty. Fuese por su ausencia o por cansancio, el equipo se vino abajo cuando se fue.
Castro: Trabajador pero, por una vez, poco clarividente.
Molina: Excelente partido fuera del área, aunque le faltó acertar en las dos o tres de gol que tuvo, alguna muy clara. Está muy rápido, e incluso ágil. Los pelotazos verticales hacia él fueron en largas fases el único modo de subir el balón, y funcionaron.

Nono: Durante media hora fue casi invisible en defensa y en ataque, y eso es muy malo cuando uno juega de mediocentro. No estuvo bien posicionado.
Paulão: Va recuperando sensaciones y presencia, aunque por comparación con Mario se notó que le cuesta acudir a la anticipación. Por arriba hizo algún corte decisivo.
Pérez: Su buena colocación evitó el desomoronamiento completo al final.

El detalle
Tras más de un año sin que le fuera pitado un penalty a favor, el Betis hubo de sufrir dos muy claros para que se le señalara uno. Las estadísticas de la Liga española son, en este aspecto, dignas de estudio: los dos equipos más favorecidos por los penalties favorables y, coincidencia extraordinaria, en contra, residen en la misma ciudad que la Federación y la prensa nacional.

viernes, 18 de enero de 2013

Atlético de Madrid 2 - Betis 0 (ida de cuartos de final de Copa)

ATLÉTICO (2): Courtois; Juanfran (Cata Díaz, m. 70), Miranda, Godín, Filipe Luís; Raul García, Mario, Gabi, Turam (Cebolla Rodríguez, m. 82); Diego Costa (Koke, m. 72) y Falcao.
BETIS (0): Casto; Chica, Paulão, Perquis (Dorado, m. 29), Nacho; Rubén Pérez (Nono, m. 78), Beñat; Campbell, Vilarchao (Cañas, m. 63), Rubén Castro; y Jorge Molina.
Goles: 1-0, m. 11: Falcao; 2-0, m. 23: Filipe Luís.
Árbitro: Alberto Undiano Mallenco (Comité Navarro). Mostró tarjeta amarilla a Diego Costa y Mario, del Atlético; y a Paulão, del Betis.
Incidencias: Partido correspondiente a la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey, disputado en el Vicente Calderón

El Betis trae un mal resultado tras su partido discretamente aceptable del Manzanares. Mereció un resultado más ajustado pero la derrota fue justa.

De inicio Simeone no se guarda nada y planta su equipo titular de los últimos tiempos: un 4-4-2 con claro predominio de lo físico sobre lo técnico, con Courtois (un portero de gran futuro), dos laterales muy largos, mediocentros (Gabi y Mario) de mucho empuje y poco toque, dos extremos que no son tales (y menos aún Raúl García, ni rápido ni sutil) y dos hombres arriba, Falcao y Costa, que combinan altura y potencia con un buen juego de pies. El juego del Atlético es coherente con ese equipo, bien conocido y más británico que español: sin balón hace una fuerte presión (adelantada a ráfagas, sobre todo tras la pérdida, y luego bastante atrasada y de líneas juntas); con balón, ninguna elaboración y menos riesgos por el centro, descarga rápida a las bandas para buscar el dos contra dos y el balón colgado, y mucho pelotazo a los dos tanques. El Atlético trata de ganar por aplastamiento físico, con pelea dura, contragolpes rápidos cuando logra robar a la salida del rival, faltas tácticas cuando no lo logra y llegadas masivas de jugadores a las dos áreas para el remate o para evitarlo.

Enfrente, y de forma muy sorprendente, Mel quiso volver al modo de juego del Betis de principios de la temporada pasada, opuesto al que tantos éxitos le da esta: toque a toda costa desde atrás, con mucho riesgo en la salida de balón. Con ello tal vez pretendía no verse empujado muy atrás por la presión atlética, pero a cambio de ganar en posesión el equipo se expuso una y otra vez al fútbol favorito de los madrileños, el robo y contragolpe, y apenas usó a Molina para el pase largo. El equipo partió en un 4-2-3-1 (tampoco usó Mel la posibilidad de meter tres centrales, pese a que los atléticos sí metieron dos delanteros centro), con el joven Vilarchao en la mediapunta y Castro acostado a la izquierda, más Molina arriba.

Primeros veinticinco minutos
Los robos madrileños, la escasa intensidad defensiva bética y las recepciones del pendenciero Costa (que, como los buenos ala-pívot, sabe sacar partido de su cuerpo ante los defensas pequeños y de su habilidad ante los grandes) empujan a la defensa bética muy atrás, y el Atlético llega una y otra vez por las bandas con muchos rematadores por el centro y los centrales béticos en el área pequeña. Dos de esas acaban dentro.

Minutos 25 a 45
Mel permuta las posiciones de Vilarchao (ahora extremo izquierdo) y Castro. El Betis toca bien y la presión del Atlético se afloja, pero no su consentida tendencia a cortar el juego rival a base de faltas. Beñat mete peligro al colgar varias.

Minutos 45 a 80
Logrado un resultado apetecible, los locales se encierran descaradamente atrás y fían algún posible ataque a las contras, con muchos metros por recorrer. El Betis toca mil veces el balón, bien en las zonas frías pero sin profundidad en las calientes por el amontonamiento de defensas y las buenas ayudas: este Atlético es un equipo rudimentario en ataque pero bien organizado defensivamente, y bien dotado para ese juego. Al cuarto de hora Cañas entra por Vilarchao, se coloca al lado de Pérez y empuja a la mediapunta a Beñat; Castro se acuesta a la derecha y Campbell pasa a la izquierda. El cambio aumenta el dominio, tan abrumador como infructuoso: el Betis apenas logra una ocasión inicial (curiosamente, al contraataque) y mucha posesión inocua.

Minutos 80 a 90
Tras las entradas de Rodríguez y Nono los locales reactivan su presión adelantada y andan cerca de sentenciar.

Jugador por jugador
Casto: Correcto en general y sin nada que hacer en los goles.
Chica: Sin estar brillante, hizo uno de sus mejores partidos como bético, con balón y sin él. Mucha actividad y mucho acierto.
Paulão: Lo que hizo lo hizo bien, pero hizo menos que otras veces.
Perquis: Buen partido hasta que el violento Costa lo echó de un codazo. Si el árbitro lo vio, es roja, y lo vio: la columna mediática colchonera también aprieta mucho.
Nacho: Algo agobiado por el empuje físico atlético, y con poca ayuda por delante.
Pérez: Tuvo demasiados fuegos que apagar en los primeros minutos. Luego, toque correcto sin mucha trascendencia.
Beñat: Su buen toque ayudó a que el equipo perdiera pocos balones si consideramos los muchos riesgos asumidos, pero ni apretó mucho en defensa ni encontró el último pase, en particular en una jugada muy clara al final. Llevó peligro a balón parado, a veces desde muy lejos.
Campbell: Desaparecido y fallón en la primera media hora, luego tuvo buenos detalles pero, sometido a un dos contra uno casi siempre, progresó poco.
Vilarchao: En la zona de Mario y Gabi el ritmo físico atlético lo superó. Algo mejor en banda.
Castro: Le llegó muy poco suministro.
Molina: El equipo lo buscó poco y él no acertó ante portería.

Dorado: Cumplidor en defensa, trató bien el balón, siempre en corto.
Cañas: Su entrada inclinó decididamente la posesión en la dirección bética, pero, como es natural, no dio profundidad alguna.
Nono: Su salida coincidió con los peores minutos béticos de la segunda parte, aunque poca culpa tuvo porque apenas tocó el balón.

domingo, 13 de enero de 2013

Betis 2 - Levante 0 (19ª jornada de Liga de Primera División)

BETIS (2): Adrián; Chica, Amaya, Mario, Nacho; Campbell (Agra, m. 87), Rubén Pérez, Nono (Dorado, m. 83), Vadillo (Vilarchao, m. 56); Rubén Castro y Jorge Molina.
LEVANTE (0): Munúa; Chris, Ballesteros, Navarro, Juanfran; El Zhar (Ríos, m. 71), Diop, Míchel, Juanlu (Martins, m. 45); Rubén García y Roger (Ángel, m. 61).
Goles: 1-0, m. 7, Campbell; 2-0, m. 63, Rubén Castro.
Árbitro: Muñiz Fernández (Comité Asturiano). Amonestó a Rubén Pérez y Nacho, del Betis; y a Diop, El Zhar, Roger y Juanfran, del Levante.
Incidencias: Terreno de juego y condiciones climáticas prefectos. 36651 espectadores en el Benito Villamarín.

Pese a las numerosísimas bajas en el centro del campo y a la visita de uno de los rivales más incómodos de la Liga, el Betis ha hecho hoy uno de los mejores partidos de la temporada, con el que ha culminado una excelente primera vuelta. Ayudó a ello un gol temprano que obligó al Levante a salir de la cueva, pero más lo hizo la buena administración del balón que –a diferencia del último partido ante Las Palmas– supo realizar el equipo.

Primer cuarto de hora
Béticos y levantinistas parten de planes de juego previstos y parecidos, lastrados por algunas bajas importantes en los visitantes (como Iborra, Barkero o Martins, que sorprendentemente partió del banquillo) y por muchas en los béticos, que hubieron de sacar prácticamente todo lo que tenían sano de mitad de campo hacia delante: Pérez y Nono en el centro, Campbell y Vadillo en las bandas a pie cambiado y Castro y Molina arriba. Es por cierto mérito del entrenador conformar siempre un equipo competitivo pese a las bajas y la descompensación resultante (¿valdría la pena probar con cinco atrás en Copa, ya que cinco de sus mejores jugadores disponibles son centrales?).

En el Levante El Zhar y Juanlu ocupan las bandas, y Rubén García y Roger juegan arriba. Unos y otros se colocan en un claro 4-4-2 defensivo con inicio atrasado de la presión, defensa moderadamente adelantada –en suma, líneas bien juntas– y pocos riesgos a la hora de jugar el balón, con bastante gente por detrás de él. El balón parado a favor y el contraataque rápido y nutrido de jugadores tras el balón parado en contra parecían las únicas maneras de que llegase el gol; el Levante desaprovechó uno de esos contragolpes, tan de su estilo, y el Betis no.

Segundo cuarto de hora
La presión bética cede y aparece el único problema en todo el partido: el exceso de ambición defensiva de Nono deja aislado a Pérez y, con Vadillo y Campbell demasiado pegados a las bandas, se abre un espacio en la mediapunta del Levante que pudo costar caro.

Última hora de partido
El Betis se junta: Vadillo y Campbell se cierran un poco y Nono administra mejor sus salidas a robar. Y, ante todo, el Betis no comete el error de desprenderse rápidamente del balón, sino que trata de jugarlo –gracias a que todos se ofrecen y se separan cuando la tiene el equipo– y va desgastando el físico del veterano Levante, obligado –a contraestilo– a salir a buscar la pelota arriba. El Betis demuestra que jugar con dos extremos y con dos delanteros no tiene que significar necesariamente destaparse por el centro ni jugar acelerados, si se sabe colocar correctamente a los jugadores y éstos son inteligentes a la hora de conservar el balón. Tras el 2-0 los visitantes prácticamente tiran la toalla.

Tras el descanso Nono (desde entonces a la derecha, siempre algo más adelantado) y Pérez invirtieron posiciones. Al sustituir el debutante Vilarchao a Vadillo, Castro pasó a la banda izquierda y el ex del Sestao hizo la mediapunta de un claro 4-2-3-1. Cerca ya del final Dorado entró como mediocentro por Nono para apretar por delante de Pérez, y Vilarchao se retrasó para estar más cerca de ellos. Finalmente (algo tarde) Agra sustituyó a Campbell, fundido.

Jugador por jugador
Adrián: Anduvo algo dubitativo en el primer tiempo –en el que se encontró un sol de cara muy incómodo–, pero tras hacer con el pie la parada de la tarde cogió confianza y todo le salió bien, incluidas varias salidas por alto. Sus saques largos fueron hoy demasiado altos y blandos.
Chica: Está rapidito (dentro de sus posibilidades) y con mucha confianza. Cerró bien a Juanlu e incluso subió aceptablemente.
Amaya: Como el portero, tuvo alguna duda mediada la primera parte y luego rozó la perfección.
Mario: El mejor de los de atrás. Controló al suyo y barrió lo de otros.
Nacho: Inteligencia y discreción de la buena, muy en su estilo.
Campbell: El gol le subió la moral y realizó algunas de las jugadas más brillantes que le hemos visto en el Betis. Trabajador además, debió ser cambiado antes.
Pérez: Hizo de la mejor versión de Cañas, pese a arrastrar una tarjeta desde el minuto 15.
Nono: Confirmó su capacidad plena para jugar de mediocentro canalizador del juego, a la manera de Beñat, aunque carezca de su pase largo. Es agresivo en defensa, se sitúa bastante bien para su edad y maneja bien el balón en corto. Aguantó a buen ritmo casi todo el partido.
Vadillo: Su inexperiencia se notó en algunas elecciones de jugada (como frenar un contraataque muy claro en el primer tiempo), pero hay que tenerle paciencia.
Molina: Repitió por detrás de Castro en ataque, tal vez algo más adelantado que el jueves, y le salieron mejor las cosas fuera del área. Incordió mucho a los centrales y facilitó la salida de balón.
Castro: Intervino poco en el juego, y con eso le sobró para meter un golazo de delantero carísimo, dar otro y fallar el tercero. Calidad pura.

Vilarchao: En su debut demostró ser un típico zurdo con clase, muy lejos del tópico del jugador vasco. Sus piernas no van muy rápido, pero sí su pensamiento: en un par de toques es capaz de quitarse de encima la presión y meter un pase, casi siempre al sitio correcto. Un ajustado fuera de juego le estropeó la jugada de la tarde, un taconazo exquisito. Le falta de un mes para cumplir 23 años, así que tiene potencial de progresión aún.
Dorado: Mel tenía el banquillo a rebosar de centrales, así que lo hizo debutar como mediocentro (al menos en el Betis), y cumplió.
Agra: Con metros por delante sí hace daño. En cinco minutos pisó la línea de fondo un par de veces y dio una asistencia.

viernes, 11 de enero de 2013

Betis 1 - Las Palmas 0 (partido de vuelta de los octavos de final de Copa)

BETIS (1): Casto; Ángel, Paulão, Perquis, Chica; Agra (Joel Campbell, m. 60), Rubén Pérez, Beñat, Vadillo; Pozuelo (Rubén Castro, m. 34), y Jorge Molina (Nono, m. 71).
LAS PALMAS (0): Barbosa; Pignol, Deivid, Murillo, Corrales;
Momo (David González, m. 56), Hernán, Gómez (Javi Guerrero, m. 68), Vitolo; Thievy y Chrisantus.
Goles: 1-0, min. 85: Rubén Castro.
Árbitro: Fernando Teixeira Vitienes (Comité Cántabro). Expulsó a Corrales en el 92. Mostró tarjeta amarilla a Paulão y Rubén Castro, del Betis, y a Vitolo, Vicente Gómez, Thievy, Pignol y Javi Guerrero, de la U. D. Las Palmas
Incidencias: 27.755 espectadores. Antes del comienzo del partido se guardó un minuto de silencio en memoria de Rafael Cruz.


El Betis jugó con fuego hoy ante Las Palmas y muy cerca anduvo de quemarse. Su partido, flojo e irregular, y el bueno de Las Palmas produjeron un encuentro igualado, con las ocasiones repartidas y que decidió muy al final el de casi siempre, el palmense Castro. El desempeño del equpo de Segunda se pareció demasiado al del Betis en la Copa de hace dos temporadas: Las Palmas mereció más.

Primera parte
Las Palmas presentó un equipo ambicioso, ofensivo y con una mayoría de titulares. Se plantó en el campo de inicio muy arriba, con un 4-4-2 que era prácticamente un 4-2-4, pues Momo (a pie cambiado) y Vitolo apretaban muy arriba a los laterales béticos, casi a la altura de los delanteros Thievy y Chrisantus, y se ofrecían también muy arriba. Por dentro Hernán y, sobre todo, Gómez, equilibraban buen toque con un muy correcto juego defensivo.

El Betis enfrentaba un equipo de actuales suplentes que, sin embargo, prometía ser competitivo por el compensado nivel de la plantilla bética actual, siempre bajo la incógnita del incierto estado de forma de hombres con poco rodaje en el último mes, como Casto, Ángel, Paulão, Perquis, Pérez, Agra y Pozuelo. El equipo se situó con su habitual 4-4-1-1 defensivo, con Vadillo y Chica por la izquierda: Pozuelo, el único zurdo del equipo (si se sabe si realmente lo es), jugaba en la mediapunta; el Betis, como es norma este año, juntaba líneas y sólo comenzaba la presión pocos metros antes del centro del campo.

Fuese por la bajada de nivel individual, por cierta relajación en algunos hombres del Betis –notablemente Beñat– o por la presión visitante, el equipo se vio privado del balón de salida y empujado hacia atrás. Con el paso de los minutos los locales adelantaron poco a poco líneas, apretaron más en defensa y nivelaron una primera parte bastante insulsa, en la que la única ocasión realmente clara fue para Las Palmas. A la media hora Castro sustituyó a Pozuelo para hacer de delantero centro, de modo que Molina pasó, en ataque, a hacer juego de mediapunta.

Primeros veinticinco minutos de la segunda parte
La previsible bronca de Mel en el descanso surte efecto: Beñat sube el ritmo un par de grados y el Betis llega con mucha claridad arriba. Las Palmas mete más madera: vuelca a la banda al rapidísimo Thievy para introducir como mediapunta a González, que luego se atrasa para dejar ese sitio a Guerrero.

Últimos veinte minutos
Pasan los minutos, el Betis pierde fuelle y, sobre todo, al contrario que en Zaragoza, da un paso atrás y no sabe tener el balón. Una vez que Campbell sustituye a Agra como extremo, ya no intenta sacarla jugada sino que envía pelotazos largos al costarricense, y contraataca cuando roba. Nono entra como mediocentro izquierdo y Beñat sube su posición a la mediapunta. Castro marca casi al final en un regalo de Las Palmas, pero los sustos llegan a la portería de Casto antes y después de ese gol.

Jugador por jugador
Casto: Partido correcto en general y especialmente bueno con los pies, estropeado por una blanda salida por alto muy al final que pudo costar el empate.
Ángel: Cumplidor, sin más.
Paulão: No hizo un mal partido porque es demasiado bueno para eso, pero la inactividad y la presencia de Thievy evidenciaron hoy su lentitud, que explica que Mario esté ahora por delante en los planes de Mel. Bien por arriba, como siempre.
Perquis: Entre los mejores. Intenso, bien colocado y con buen trato de balón.
Chica: Le tocó el muy desagradable papel de lateral a pie cambiado, y lo hizo francamente bien en la primera parte, incluso en ataque. En la segunda el equipo dejó de intentar sacarla por su lado, así que se limitó a tapar bien su banda.
Agra: Lo de siempre: recorrido, empuje, buenas ayudas a su lateral, y problemas con el balón. De mayor será un buen defensa.
Rubén Pérez: El mejor del equipo. Concentrado siempre, dio una lección de ayudas y ubicación defensiva (con un solo error, en la gestación de la ocasión de Las Palmas de la primera parte). Sacó el balón aceptablemente. Su despliegue físico es hoy menor que el de Cañas, pero eso se mejora con partidos.
Beñat: Impreciso. Su trote en un contraataque canario en la primera parte, en el que permitió un dos contra uno muy peligroso, evidenció cierta indolencia. Tras el descanso se enchufó, y con él el equipo, que depende de su juego.
Vadillo: Sus evidentes muestras de calidad darían más resultado si mirase más al compañero en la finalización. Su lateral recibió buenas (e insólitas, para quien lo conozca como exbético) ayudas de Momo para controlarlo.
Pozuelo: Empezó desdibujado y cuando se crecía, y mucho, se echó mano al bíceps femoral.
Molina: Santa Cruz descubrió a Mel la posición del tanque-mediapunta, y ahora Molina parece destinado a repetirla cuando lo acompaña arriba Castro; se ve obligado entonces a un juego corto en el mediocampo para el que no está dotado. Si la idea es que peine balones hacia el canario, esa jugada es más eficiente si el rápido parte a la misma altura que el grande.

Castro: Mostró tambien cierta indolencia defensiva y, demasiado arriba, participó poco del juego. Sentenció la eliminatoria en la única que tuvo. Este Betis sin él sería mucho menos.
Campbell: Diana de los pelotazos de la última media hora, empujó bien por su banda.
Nono: Ofreció más trabajo que fútbol porque tras su aparición el equipo la tuvo menos de lo debido y se echó un tanto atrás.

sábado, 5 de enero de 2013

Zaragoza 1 – Betis 2 (18ª jornada de Liga de Primera División)

ZARAGOZA (1): Roberto; Sapunaru (Jordi Ortí, m.73), Loovens, Álvaro, Abraham; Apoño, Movilla; Edu Oriol (Zuculini, m.61), Víctor (Javi Álamo, m.84), Montañés; y Postiga.
BETIS (2): Adrián; Chica, Mario, Amaya, Nacho; Cañas, Beñat (Rubén Pérez, m.80); Campbell , Salva Sevilla (Pozuelo, m.72), Nosa Igiebor (Jorge Molina, m.54); y Rubén Castro.
Goles: 0-1, m.44: Rubén Castro; 0-2, m.58: Jorge Molina; 1-2, m.77: Montañés.
Árbitro: J.A. Teixeira Vitienes, cántabro. Expulsó tras el partido al local Álvaro. Amarillas para Cañas, Álvaro, Amaya, Nosa, Postiga, Beñat, Movilla, Nacho y Abraham

Pese a la insistencia de una prensa tal vez distraída o tal vez poco crítica en que su fútbol es de toque, el Betis ha demostrado hoy, una vez más, que se siente a gusto al contragolpe y que cambiar al rival balón por espacios le suele dar pocas ocasiones pero mucho más claras que las del oponente. Ese método, en una floja primera parte y una muy buena segunda, le ha dado la victoria ante un Zaragoza voluntarioso y ordenado, pero falto de calidad en las áreas.

Primera media hora
Mel introduce la novedad de cubrir la baja de Juan Carlos con Nosa como extremo izquierdo, una posición en la que ya se le pudo ver alguna vez en la liga israelí. El resto del equipo es el usual, con Salva como mediapunta –muy retrasado en ataque y menos en defensa–; Amaya y Mario invierten sus posiciones habituales, y Mario juega por tanto más a la derecha. El Zaragoza opone un 4-2-3-1 con Apoño y Movilla como mediocentros, activos y móviles; una línea de tres formada por Oriol, Víctor y Montañés; y arriba Postiga, un delantero centro que fija los centrales, tiene una gran movilidad ...y al final del año nunca se acerca los diez goles.

Ambos equipos tienen un plan similar y típico de la actual liga española: orden, presión a una altura media y poquitos riesgos. El Zaragoza no tiene el menor empacho en pegar pelotazos verticales con la esperanza de que los centrales béticos se coman alguno o sus mediocentros pesquen alguna segunda jugada interesante. El Betis apenas progresa, y no mucho, por la banda izquierda; mete a mucha gente por detrás de la pelota y Castro está muy aislado arriba, porque Salva, como siempre, viene atrás a pedirla. Nosa se mete hacia dentro pero la brevedad de las posesiones no da a Nacho tiempo para subir por ese carril. Como resultado, ni unos ni otros se asoman por el área del rival.

Último cuarto de hora de la primera parte
Varios despistes absurdos de los béticos y el empuje físico del Zaragoza, más las subidas de Abraham, empujan hacia atrás al Betis. Los aragoneses lo meten en apuros graves, en sucesivos barullos provocados por balones colgados, resueltos in extremis por la defensa bética. En el último minuto Castro mete el primer balón decente que le llega.

Segunda parte
Los locales, ya sin nada que perder, adelantan líneas y tratan de tocarla más; insisten en sus acometidas por la banda izquierda, pero son casi siempre baldías, de modo que sus mediocentros se adelantan en busca de balones sueltos que les permitan llegar arriba de cualquier modo. El Zaragoza se convierte en un equipo muy largo y muy ancho, y el Betis, en su salsa, da un recital de fútbol de contraataque. Salva conecta mejor con los mediocentros, se aprovecha el espacio a las espaldas de Movilla y Apoño, y sobre todo se temporiza perfectamente el juego: no hay pelotazos precipitados y cuando se supera la presión sí se acelera para hacer daño. Los nerviosos centrales zaragocistas regalan además ocasiones, y el Betis, desde el cambio de Molina por Nosa (que desplaza a Castro a la izquierda) acumula varias clarísimas: mete una y perdona al menos dos más.

Mel, valiente y listo, mira hacia arriba y busca la sentencia con Pozuelo por Salva en la mediapunta. La bladura de Beñat en el 1-2 provoca su relevo por Pérez, pero el Betis tiene mucho el balón y el Zaragoza, aunque lo intenta, apenas asusta.

Jugador por jugador
Adrián: Algo remiso a salir cuando el Zaragoza apretaba, tuvo en general poco trabajo. No anduvo lejos de parar el 1-2, muy difícil.
Chica: Gran partido defensivo. Fue abandonado por sus compañeros al uno contra uno ante Montañés cien veces, y sólo Apoño, muy al final, pudo rebasarlo una. En ataque, muy poca cosa.
Mario: Muy activo. Fue el gran sostén defensivo del equipo en la segunda parte, cuando el Zaragoza apretó más. Invirtió posición con Amaya en el descanso.
Amaya: Lo mejor que se puede decir de un central como él en un partido como este es que casi no se notó su presencia –ni para bien ni para mal–, pero que el Zaragoza no progresó nunca por sus terrenos.
Nacho: Más retrasado de lo habitual, ni lo encararon ni tuvo muchas ocasiones de subir. Cerró bien por el centro.
Cañas: Hizo un trabajo tan callado como el de Amaya pero con un radio de acción mucho mayor. Cada vez va más lejos y mejor.
Beñat: Partido correcto pero discreto. Le sigue faltando movilidad de sus compañeros por delante para aprovechar su fútbol. En el 1-2, como el reciente 0-1 de Messi, evidenció falta de intensidad defensiva cuando el rival la juega a sus espaldas, aunque un despeje milagroso con 0-0 lo redime.
Campbell: Mucha pelea y muchas jugadas a contrapelo por situarse a pie cambiado: hace previsible su uno contra uno. Incidentalmente jugó tres minutos a pie natural, y entonces dio el pase decisivo.
Salva: Mala primera parte, en la que además de mostrar su poca llegada arriba y su escaso despliegue físico habituales insistió hasta lo irritante en estorbar jugadas de sus compañeros por estar donde no debe. Mejoró mucho en la segunda parte, en la que su calidad sí contribuyó a dar fluidez al juego, aunque su esperado último pase siga sin aparecer por ninguna parte.
Nosa: También a pie cambiado, jugó mucho pero pocas veces bien, y siempre en diagonales. Sí estorbó al rival. Fue cambiado por peligro de expulsión.
Castro: Su control en el 0-1 fue tan perfecto como decisivo. Jugó demasiado aislado en la primera parte. Que no falte nunca.

Molina: Aunque falló una ocasión clarísima casi al salir, luego lo hizo todo bien, gol autococinado incluido. Su presencia desequilibró el partido.
Pozuelo: Dio más dinamismo y potencia física a la zona de mediapunta.
Pérez: Metió el aire que Beñat ya no tenía.