sábado, 31 de enero de 2015

Numancia 1 - Betis 1 (23ª jornada de Liga de Segunda División)

NUMANCIA (1): Biel Ribas; Isidoro, Regalón, Juanma, Ripa; A. Tomás (Pedraza, m. 88), Íñigo Pérez; Natalio (Aranda, m. 84), Julio Álvarez, Vicente (Del Pino, m. 75); y Sergi Enrich.
BETIS (1): Adán; Molinero, Bruno, Jordi, Varela; Portillo (Rennella, m.84), Xavi Torres, Dani Ceballos (Piccini, m. 75), Pacheco (Lolo Reyes, m. 55); Jorge Molina y Rubén Castro.
1-0, m. 16: Regalón. 1-1, m.26: Rubén Castro.

Buen arbitraje de Lesma López (Comité madrileño). Mostró tarjeta amarilla a Jordi Figueras, Xavi Torres, Varela, Antonio Tomás, Isidoro.
Mucho frío y piso duro en Los Pajaritos. Ruidosa presencia de béticos.

Betis y Numancia han empatado justamente esta tarde un partido muy de Segunda, feo, trabado y competido, en el que lo poco bonito sucedió en el tramo inicial.

Primera media hora
Mel decide no cambiar de alineación por el estado del césped, duro e irregular, pero sí cambia el modo de juego: el Betis usa de nuevo su 4-4-2 con rombo en ataque y presión alta (en defensa estática los cuatro medios hacían línea), pero, obturado Ceballos, arriesga poco al jugar desde atrás y mete muchos pelotazos en largo, de modo que el equipo no puede acompañar la jugada, se hace largo y la presión tras pérdida pierde mucha efectividad. En ataque el Betis carga mucho el juego por la izquierda y no tiene control en el centro.

El Numancia, desde un 4-2-3-1 bien escalonado por dentro (Tomás la pide entre los centrales), repite el viejo juego británico de la ida: mucho pelotazo en diagonal hacia los extremos, riesgos nulos, peligro a balón parado (incluidos otra vez los saques de banda a la olla de Isidoro) y presión alta, aunque no tanto como la del Betis.

La lógica consecuencia de que los dos equipos dejaran espacios en el mediocampo con tal de presionar arriba fue un verdadero correcalles con ocasiones en las dos porterías, aunque más en la del Numancia. Esta vez Castro no estuvo tan acertado como otras y sólo metió una.

Última hora de partido
El Betis da un paso atrás y cede posesión al Numancia, de modo especialmente claro en la primera mitad del segundo tiempo; se mimetiza con el rival y se asemeja al de Velázquez, aunque con mejores mimbres y menos errores: poca ambición, presión a altura media —Ceballos casi siempre defiende ya en paralelo con Torres— y mucho fútbol largo.

Desde el minuto 30 Portillo se mete por dentro. Mel adelanta al 55 su cambio habitual, aunque esta vez es Pacheco quien es retirado; Reyes empuja a Ceballos a la banda izquierda. Luego Piccini, extremo derecho, manda a Portillo a la banda izquierda. Finalmente Rennella entra por el exmalaguista y es Castro quien defiende como extremo izquierdo. El Betis hace demasiadas faltas, algo a evitar ante equipos como este (juega poco, Álvarez la cuelga bien y trabajan mucho esas jugadas), pero apenas hay ocasiones en ninguna de las porterías.

Jugador por jugador

Adán: Bien bajo palos, sin problemas con el pie y valiente en las salidas.Otro buen partido, aunque poco exigido.
Molinero: Muy en su salsa en este tipo de partidos, cerró bien su banda.
Bruno: Algo menos activo de lo habitual, pero tan seguro como siempre y limpio en la salida de balón.
Figueras: Muy buen partido, aunque nadie lo dirá porque a este hay que pegarle siempre. Tal vez abusó del pelotazo, pero mejor que no arriesgue.
Varela: Cedió demasiados saques de banda en el día menos apropiado para ello. Cumplió.
Portillo: Invisible mientras fue extremo, luego dejó detalles pero no estuvo acertado en lo que se supone suyo, el último pase. El perfil derecho lo perjudica mucho, porque es pasador y no encarador.
Torres: Aceptable en lo posicional y en la salida de balón. No salta en el 1-0, y es que casi nunca va con valentía a los balones altos en su área, un problema grave en su puesto.
Ceballos: Flojo mientras fue mediocentro, sobre todo por las pérdidas en zonas sensibles (fuera de casa parece presa más fácil de la presión del rival), peleó siempre y mejoró en la banda.
Pacheco: Excelente arranque de partido, con muy buenos pases a Castro. Luego se diluyó. Lo cambiaron muy pronto.
Molina: Buen trabajo de recepcionista de balones.
Castro: Falló dos claras antes del gol, pero su control en este le hace perdonarse todo. Hacerlo perseguir a un lateral nunca es buena idea.

Reyes: Como siempre que es segundo pivote, bien al corte y mal (cada vez peor) en el pase.
Piccini: Empujó. Le cuesta jugar de espaldas, pero puede ser un recurso fuera de casa como extremo.
Rennella: Una máquina de hacer faltas.

Mel: Decidió cambiar de juego para adaptarse al rival y su campo de juego, cosa discutible pero que al cabo dio un punto contra un equipo que pierde poquísimo.

Los detalles
Ya nos costó un gol el hombre a la corta del rival en un córner: atraídos dos, el Betis tenía poca gente en el primer palo.

Aunque fuese por un rato, Mel hizo caso a dos propuestas de nuestros comentaristas: Piccini fue extremo por delante de MOlinero y Rennella, Molina y Castro se juntaron en el campo.

domingo, 25 de enero de 2015

Betis 2 - Sabadell 0 (22ª jornada de Liga de Segunda DivisiónI)

BETIS (2): Adán; Molinero, Bruno, Jordi Figueras, Varela; Cejudo (Lolo Reyes, m. 37), Xavi Torres (Portillo, m. 56), Ceballos, Pacheco; Jorge Molina (Rennella, m. 70) y Rubén Castro.
SABADELL (0): Nauzet; Cristian, K. Olivas, Carlos Hernández, Víctor; Yeray, Eguaras, A.Hidalgo (Agus, m. 46); Benja, Marcos (De Navas, m. 38) y Collantes (Ciércoles, m. 73).
1-0, m. 8, Dani Ceballos; 2-0, m. 31, Jorge Molina.
Árbitro: Eiriz Mata (Comité Gallego), amonestó a Cejudo y Xavi Torres. Expulsó a Nauzet con roja directa (m. 36).
31.000 espectadores y perfectas condiciones para el fútbol en el Villamarín.

Tras ver los primeros 77 minutos del partido de hoy es posible sacar un buen puñado de conclusiones sobre un Betis que —cierto que sin brillantez y con cierta ayuda arbitral— ya se quita de en medio a dignos rivales con facilidad, algo insólito hace apenas un par de meses.

En el núcleo de esa mejoría está la evolución del juego ofensivo de los béticos, que ya no sólo practican con bastante éxito la presión alta y se sitúan bien en el campo, sino que van madurado el juego combinativo de rondo que pretende Mel: toques a la primera con ofrecimiento inmediato al compañero, apertura constante de líneas de pase a quien la lleva, continua movilidad...

Minutos 1 al 36
El Betis sale muy arriba con esquema y alineación similares a los de Gijón o ante el Tenerife: un claro 4-4-2 en el que Ceballos y Torres son punta y cierre del rombo del centro del campo, en ataque y para la presión tras pérdida o en saques de puerta (delanteros con los cenrales, Ceballos toma al mediocentro, etc.); si el rival superaba esa presión, Ceballos quedaba a la izquierda de Torres en el doble pivote de un 4-4-2. Enfrente el Sabadell —que dio una respetable impresión pero fue muy inocente arriba—colocó un 4-1-4-1 (o 4-3-3 con pivote único) en el que lucía el rápido extremo Collantes. Los interiores catalanes trataban de obturar el juego de los mediocentros béticos dejando al pivote como defensor libre para auxiliar a los centrales ante Castro y Molina. El Betis, que por fin juega bien la salida de balón, tuvo pocos problemas para encontrar la solución: combinaciones rápidas por fuera, especialmente entre Varela, Ceballos, Pacheco y Castro (aunque también por el lado contrario), que permitían avanzar juntos, llegar arriba con facilidad y recuperar rápido el balón tras pérdida. En media hora el Betis acumulaba dos goles y otras tres o cuatro ocasiones claras, por apenas una del rival.

Minutos 37 al 56
Tras la excesiva expulsión del portero visitante, Mel, extrañamente, en lugar de dar minutos a Portillo vuelve a meter a Reyes a la izquierda de Torres como doble pivote, para lo que Ceballos cae al extremo derecho. El chileno queda levemente más adelantado que Torres en ataque, pero no es Ceballos ni se le parece, así que aun en superioridad numérica el juego no es brillante; sí seguro: el Sabadell, situado en el inevitable 4-4-1 (con Collantes algo descolgado de la línea), ni se asoma al área de Adán.

Minutos 56 al 77
Mel rectifica posicionalmente: saca del campo a Torres y mete a Portillo por la derecha, de modo que Reyes vuelve a su lugar natural como único mediocentro, Pacheco vuelve a la izquierda y Ceballos a la punta del rombo. Con buen criterio, Castro cae ahora hacia la derecha, la banda del falso extremo, para montar el futuro esquema en posesión del Betis de Mel: un 4-3-3 (más bien 2-1-4-3) con Portillo y Ceballos como interiores, y Rubén, Molina/Rennella y un extremo arriba. Muy relajado, el Betis frivoliza un poco en ataque e incluso permite llegadas al rival.

Jugador por jugador
Adán: Poco trabajo, y bien resuelto.
Molinero: Parece haberse picado con Piccini, y atacó tan bien como él.
Bruno: No era mal día para cometer algún pequeño error de colocación. Por demás, sobrado.
Figueras: Ha mejorado mucho e la salida de balón. Tampoco pasó el menor apuro. Se le vio acudir a la marca al centro del campo, algo importante en los sistemas de presión alta porque resultan en parejas en todo el campo, de modo que si el rival tiene un solo delantero uno de los centrales ha de saltar sobre el mediapunta.
Varela: Mejorado en ataque; no profundizó mucho, pero la tocó con acierto.
Cejudo: Su estilo valiente le ha costado dos honrosas lesiones consecutivas. Peleón.
Torres: Por fin se le ve hacer ayudas al lateral derecho, y en ataque empieza a mostrar cierta calidad.
Ceballos: Muy buen partido. Parece empezar a comprender su rol en el sistema, en el que tiene que combinar pero sin llegar a arriesgar como un mediapunta, porque sólo tiene un pivote detrás. Con eso, el resto de sus condiciones (ideales para un interior: conducción, visión, recorrido, tenacidad, llegada...) y el pase largo que ha mostrado hoy tenemos delante un jugador de Primera de buen nivel con potencial para llegar a mucho más, pues es inteligente y parece centrado en lo suyo. Cada euro invertido en su renovación será multiplicado por cinco al venderlo. Otro caso Adrián sería imperdonable.
Pacheco: Aunque no le sobre la calidad parece a gusto en el juego combinativo propuesto por Mel.
Molina: A base de golitos no podrán quitarlo.
Castro: No parece en su mejor forma, y aun así abrió el partido con una gran jugada.

Reyes: Una vez más se apreció que juega mucho mejor como pivote solo que en el doble.
Portillo: Parece más natural que juegue por la izquierda, para buscar el pase interior.
Rennella: Sin tiempo para juzgarlo.

Mel: En un mes ha reconstruido el ataque estático y (con Merino) la moral del equipo; además ha rehabilitado a varios jugadores y dotado de identidad al fútbol bético.

El detalle
El Sabadell ponía por sistema a un hombre a la corta en los córneres, anulando así a dos defensores por el precio de un atacante; es una jugada que ya hemos comentado aquí muchas veces y que uno no se explica por qué no copia todo el mundo: no es fácil de contrarrestar.

Los comentarios erán bienvenidos.
 

domingo, 18 de enero de 2015

Sporting de Gijón 1 - Betis 2 (21ª jornada de Liga de Segunda División)

Sporting de Gijón (1): Cuéllar; Lora, Luis Hernández, Bernardo, Isma López (Carlos Castro, m. 77); Juan Muñiz (Santi Jara, m. 65), Sergio, Cases, Jony; Ndi y Guerrero (Pablo Pérez, m. 72).
Betis (2): Adán; Piccini, Bruno, Jordi Figueras, Varela; Cejudo (Portillo, m. 72), Xavi Torres, Dani Ceballos, Pacheco (Lolo Reyes, m. 59); Jorge Molina (Rennella, m. 85) y Rubén Castro.
Goles: 1-0: Muñiz, m. 5; 1-1: Bruno, m. 52; 1-2: Xavi Torres, m. 64.
Árbitro: Valdés Aller (Comité castellano-leonés). Buen arbitraje: dejó jugar mucho, aunque menos a medida que avanzaron los minutos. Mostró tarjetas amarillas a Jorge Molina, Muñiz, Cejudo, Jordi Figueras y Xavi Torres.
Incidencias: 20.000 espectadores en el estadio de El Molinón, con muy nutrida presencia de seguidores del Betis. Hubo hermanamiento entre las aficiones en los prolegómenos del partido.

El Betis ha pegado el famoso golpe en la mesa en un partido bonito, de muy alto nivel para el medio de la categoría, y que ha podido caer de cualquiera de los dos lados.

Primera hora de partido
Como era previsible si se conoce la peculiar psicología melista, el entrenador del Betis mandó un mensaje para el futuro a su plantilla: al proponerlo en las circunstancias más difíciles que podemos esperar (partido en el campo de un rival directo e invicto), manifestaba que este Betis apostará por el ataque y por el juego de posición en cualquier lugar y circunstancia. Las dudas que confesaba (más o menos impostadamente) en la previa se resolvieron ofensivamente: Ceballos jugaría como mediocentro ofensivo en lugar de Reyes, y Piccini por Molinero como lateral.

Las primera hora de partido del Betis mostró el manual de ese juego de posesión: movimiento rápido de balón, buena distribución y movilidad de jugadores por delante de la pelota, y presión inmediata tras la pérdida. Sin embargo el Betis se encontró delante a un rival duro de roer; sorprende que Abelardo haya conseguido este nivel táctico con gente  tan joven: un equipo lleno de canteranos y con una media de edad muy poco por encima de los veinte años. El Sporting esperaba al Betis con un claro 4-4-2 muy bien colocado atrás, y con gente rápida arriba. El tempranero gol de los locales favoreció ese planteamiento, y pese al buen juego bético con balón y la posesión abrumadoramente favorable a los visitantes las ocasiones se repartían en las dos porterías, incluso con alguna más en la bética.

El Betis atacaba, como ante el Tenerife, con una especie de 3-3-2-2 en el que Torres hacía la salida lavolpiana, Ceballos enlazaba, Castro caía a veces a la mediapunta, y los dos extremos, Pacheco y Cejudo, alternaban posiciones exteriores con algunas apariciones interiores. En todo caso, los jugadores por delante del balón nunca tenían ubicaciones fijas.

Posiciones ofensivas del Betis en la primera hora de Gijón

Tras el descanso el Betis mejora su juego y cae el empate a balón parado.

Última media hora
Pese a que todo funcionaba y a que el equipo estaba aún fresco gracias s su dominio aplastante de la posesión —algo fundamental para jugar a la presión alta e intensa tras pérdida sin que los jugadores revienten físicamente a la hora de juego—, a Mel le entra miedo tras el empate, tira del libreto previsto y hace un cambio claramente defensivo: retira a Pacheco, manda a la banda izquierda a Ceballos y junta por dentro a Reyes (izquierda) y Torres como mediocentros en paralelo. El Betis pasa a un fútbol convencional, de presión a una altura media y alternancia de juego corto y largo, y marca pronto a balón parado.

El Sporting va arriba con todo y los béticos, aunque sueltan contras peligrosas, no logran mantener la posesión ni marcar. El partido se pone de ida y vuelta: mal cerrada la banda derecha bética (pese a la entrada de aire por ahí con Portillo), los locales asedian la puerta bética con balones cruzados, a balón corrido, a balón parado y en saques de banda desde la derecha, pero les falta calidad arriba para culminar las jugadas.

Jugador por jugador
Adán: Muy bien durante todo el partido (y hubo mucho que parar y mucha salida por alto que salvar), pero un gravísimo error suyo en una salida en el primer tiempo (mal medida y luego mal elegida la mano de palmeo) estuvo a punto de sentenciar el partido.
Piccini: No siempre sabe cerrar su espalda, pero mientras el equipo domine los partidos (y será el caso) meterá un empuje tremendo por su banda.
Bruno:  Otro gran partido, en el que resolvió brillantemente gran cantidad de trabajo, sobre todo ante el rápido y fuerte Ndi. Y marcó.
Figueras: Ha mejorado mucho en la salida de balón, y estuvo siempre bien situado.
Varela: Sigue en el aprobado raspado, y demasiado prudente en ataque: nunca intenta avanzar metros.
Cejudo: Algo más acertado de lo habitual (lo cual no es mucho) y tan trabajador como siempre. No da el nivel para titular pero vale como parche provisional.
Torres: Ha mejorado bastante su despliegue físico, aunque sus ayudas hacia las bandas siguen dejando que desear. Metió un golazo con su pierna mala.
Ceballos: Está en proceso de adaptación a un puesto en el que hay que arriesgar menos en el pase (sufre un cierto síndrome de De la Peña) y ser más posicional cuando se defiende en estático. Si tiene éxito, será perfecto para ese rol de mediocentro ofensivo, con un ancla por detrás, y más aún para sistemas de presión alta, por su enorme recorrido y empeño: pasará de valer cinco millones a treinta, porque no es frecuente hallar un jugador de este estilo (Modric, por ejemplo). En el 1-0 falla en el pase y luego en la asignación defensiva porque se ceba (va a por el que tocaba a Jordi).
Pacheco: Le salieron poquitas cosas, pero es aceptable para el juego combinativo y las cuelga muy bien a balón parado. Como Cejudo, parche y no más.
Rubén Castro: No tuvo su día, pero puso pelea e intención.
Molina: Buen juego en general, con movimientos acertados y buenos controles.

Reyes: Hizo el clásico trabajo oscuro para cerrar por dentro y por la izquierda, aunque en ataque casi no las vio.
Portillo: Dejó un par de pinceladas de su calidad, que es lo que se le supone en notable cantidad. Mel lo meterá de falso extremo, como hoy, aunque habrá que ver por qué lado: para los diestros de este estilo es mejor jugar a pierna cambiada.
Rennella: Apenas tuvo tiempo para pelear un poco.

Mel: Ha enseñado definitivamente sus cartas para el resto de la temporada y le ha salido bien esa arriesgada apuesta. Entendemos que se precipitó al meter a Reyes.

Como siempre, los comentarios serán bienvenidos.

domingo, 11 de enero de 2015

Betis 3 - Tenerife 1 (20ª jornada de Liga de Segunda División)

BETIS (3): Adán; Molinero, Bruno, Figueras, Varela; Cejudo (Matilla, min. 61 (Fabián, min. 83)), Xavi Torres, Dani Ceballos, Pacheco (Lolo Reyes, min. 72); Jorge Molina y Rubén Castro.
TENERIFE (1): Carlos Abad (Roberto, min. 27); Moyano, Hugo Álvarez, Carlos Ruiz, Raúl Cámara; Vitolo, Ricardo (Rivero, min. 74); Suso, Aitor Sanz, Víctor (Guarrotxena, min. 87); e Ifrán.
Goles: 1-0, min.49+: Rubén Castro, de penalti. 1-1, min.55: Ifrán. 2-1, min.69: Rubén Castro. 3-1, min.80: Jorge Molina.
Árbitro: Dámaso Arcediano (castellano-manchego). Expulsó al tinerfeño Carlos Ruiz por dos amarillas (min. 71 y min. 74). Amonestó a los locales Molinero (min. 44) y Dani Ceballos (min. 54); y a los visitantes Aitor Sanz (min. 45), Moyano (min. 47) y Hugo Álvarez (min. 62).
Muy buen césped y 30.000 espectadores en el Estadio Benito Villamarín. En homenaje al socio número uno, a las víctimas de los atentados de París y al capellán del Betis Ángel Martin Sarmiento se rezó un padrenuestro, que sustituyó al habitual homenaje laico —es de suponer que como deferencia hacia este último—.

Buen partido del nuevo Betis de Mel: sin mostrar, en absoluto, una gran superioridad, el equipo volvió a su lugar natural en esta liga y cumplió las debidas expectativas de juego. El entrenador madrileño mostró sus esperadas cartas: gusto por la posesión, buen trato de balón, movilidad y presión alta.

Primera parte
Ante un Tenerife que también se ciñó al papel que se suponía (antes de conocer a Velázquez) a los visitantes del Villamarín (un cerrojo clásico de líneas juntas y diez hombres por detrás del balón, con el añadido de una dureza que nos retrotraía al fútbol español de los setenta), Mel no decepciónó: pese a las bajas, y sabedor de la fama de ultradefensivo y escaso de calidad en la delantera que traía el rival, fue con todo arriba. Como en su aparición por Heliópolis hace ya cuatro años y medio, apostó por tener el balón; para ello renunció al segundo mediocentro defensivo y plantó un 4-4-2 en rombo en el que Ceballos recitaba el rol del Stosic de los noventa, de fantasista por delante del mediocentro. Se sumaban dos extremos abiertos, Pacheco y Cejudo, y la pareja de delanteros de aquel 2010. Torres venía a sacar el balón cerca de los centrales, siempre con siete hombres móviles por delante. Los béticos sólo jugaban en largo en las raras ocasiones en las que la presión visitante lograba ponerlos en apuros: el Tenerife esperaba muy replegado en un 4-2-3-1 de líneas muy juntas.

Con escasa aportación ofensiva de los laterales —¿consigna del banquillo para compensar una apuesta tan ofensiva?—, el Betis buscaba combinaciones por dentro y apretaba mucho tras la pérdida, de modo que monopolizó la posesión durante la primera media hora. Desde entonces el Tenerife se estiró algo más, pero paradójicamente llegaron las primeras ocasiones claras del Betis, hasta que el penalty del 1-0 cerró el primer tiempo.

Primera media hora de la segunda parte
El Betis empuja, pero paga la presión inicial y va perdiendo fuelle. Cierra bien, con Ceballos junto a Torres como doble pivote cuando los canarios superan la presión, pero llegan varias faltas cerca del área y con ellas el empate.

Mel mete a Matilla como enganche; para ello desplaza a Pacheco a la derecha y manda a Ceballos a la banda izquierda. Cuando el partido amenazaba con ponerse de ida y vuelta, llega el 2-1 y la justa expulsión de un tinerfeño. Entre ambos sucesos Lolo Reyes había entrado como segundo pivote defensivo, sustituyendo al extremo Pacheco, y adelantando a Matilla (luego Fabián) a la mediapunta, para lo que Rubén Castro hubo de sacrificarse y ocupar el extremo derecho.

Último cuarto de hora
Con buen criterio y buenos mimbres para ello el Betis hace las cuatro esquinitas, sentencia y marea el balón hasta el final.

Jugador por jugador
Adán: Poco trabajo (el gol era casi imposible), y mejorado con los pies.
Molinero: Partido aceptable, muy suyo: aplicado y tenaz en las subidas.
Bruno: Sin hacer su mejor partido (algo le toca en el gol) estuvo notable.
Figueras: Se ha venido arriba, y ya además de defender bien la toca con las dos piernas.
Varela: Cumplidor, pero demasiado tímido en las subidas, como si le hubiesen prohibido descolgarse.
Torres: Tras un inicio muy flojo, remontó y manejó bien el balón para el equipo, incluso filtrando pases interiores interesantes. Sigue lento de movimientos y en carrera larga, algo grave cuando se trata de parar contragolpes rivales.
Cejudo: Valiente, voluntarioso y negado con balón. Tal vez le pueda la ansiedad.
Ceballos: ¡Renovación ya!
Pacheco: Su mejor partido como bético, lo cual no es mucho pero sí algo. Mal acompañado por Varela, lo intentó por dentro y por fuera. Técnicamente es bueno, y le echa voluntad, aunque no siempre encuentre el camino.
Molina: Muy bien. Se le enterró demasiado pronto. Dio un gol y medio, y metió otro. Hay que recordar que no es tan lento como parece.
Castro: Pasó su rachita mala, y ha vuelto. Los dos últimos goles demuestran, una vez más, su enorme calidad.

Matilla: No pone un ritmo alto ni aunque juegue media hora. Trató bien el balón, pero no tiene sitio aquí.
Reyes: Irregular.
Fabián: Tiene clase.

Mel: Su plan es el que le conocimos en Segunda hace cuatro años. Valiente (y acertado) en al planteamiento, y correcto en los cambios.

Como siempre, se agradecerán los comentarios.

domingo, 4 de enero de 2015

Alcorcón 0 - Betis 0 (19ª jornada de Liga de Segunda División)

ALCORCÓN (0): Falcón; Iribas, Verdés, Chema, Bellvís; Nagore (Álvaro Rey, m. 83), Rubén Sanz, Fausto, Guichón; Antonio Martínez (Escassi, m. 93); y David Rodríguez (Máyor, m. 79).
BETIS (0): Adán; Piccini, Bruno, Jordi Figueras, Varela; Kadir (Dani Pacheco, m.70), N'Diaye, Xavi Torres, Dani Ceballos (Molinero, minuto 85); Rennella (Jorge Molina, m.75) y Rubén Castro.
Árbitro: González Fuertes, asturiano. Fallón en la apreciación, y estuvo demasiado intervencionista y tan diplomático como rápido con las tarjetas. Expulsó por doble amarilla a Rubén Sanz (m. 62) y a Piccini (m. 81). Amarillas para Guichón, N'Diaye, Rennella, Fausto Tienza, Nagore, Iribas, Dani Pacheco, Xavi Torres y Antonio Martínez.
Más béticos que locales entre los 4300 espectadores. Césped solo aceptable.

Mediocre por parte del Betis y sobre todo feísimo resultó el partido del redebut de Mel como técnico del primer equipo verdiblanco. Las especiales condiciones de rival y estadio hacen difícil sacar conclusiones de largo alcance de este partido, pero en todo caso fue el de hoy un Betis similar el de Merino en juego (poco lucido), pero sin el punto de agresividad, ambición y, por qué no decirlo, suerte que tuvo el del linense.

Dividiremos el partido en tramos, más por las expulsiones que marcaron inevitables cambios tácticos que por diferencias reales en el juego.

Primera parte
El primer equipo de Mel fue muy similar en alineación y disposición (con y sin balón) al último de Velázquez y al de Merino, y bien hacía el madrileño en no tocar lo que estaba bien organizado y además ya funcionaba: (casi todos) los mejores, y colocados de la mejor manera posible. Se partía de un 4-4-2 defensivo, pero con balón en pies del Betis resultaban unas posiciones, de visitantes y  locales, idénticas a las del partido de casa ante el Alavés (cambien a Molinero por Piccini, Matilla por N'Diaye y al propio N'Diaye, central ese día, por Figueras): un 2-1-4-3 que triangula bien a los jugadores y pone donde debe a los hombres de dentro.

Además de una actitud mejor que la de aquel nefasto partido (aunque no tan buena como con Merino), había, afortunadamente, una importante diferencia entre este Betis y el del último partido de Velázquez: ante la presión alta y la agresividad (a veces rayana en la violencia) del Alcorcón, los béticos tenían paciencia (jugaban mucho con Adán), pero no dudaban cuando procedía en buscar el balón largo hacia la zona de mediocampo local, donde los béticos tenían superioridad numérica de cuatro contra tres. Lamentablemente ni Adán ni Figueras tienen pie fino, así que se sufrieron muchas pérdidas.

También el Betis hacía presión alta, y tampoco el Alcorcón (en un 4-4-1-1 bien escalonado por dentro, con Fausto más adelantado que Sanz) arriesgaba pérdidas en zonas sensibles, así que hubo mucho juego largo e intentos por banda, poco fútbol y poquísimas ocasiones.


Minutos 46 al 62
El partido se traba más si cabe, sobre todo por la violencia, ya desatada, de los locales, y se convierte en una sucesión de faltas, broncas y embrollos. Rennella se juega la expulsión en cada jugada pero cae la del muy leñero Sanz.

Minutos 62 al 81
El Alcorcón retrasa a Antonio Martínez para colocarse en el —inevitable en estos casos— 4-4-1 y cede el balón al Betis. Este no mete el ritmo debido al encuentro, y vuelve a incurrir en el sempiterno error de que los interiores vengan a recibir a la base de la jugada, muy por detrás de las líneas de los locales (ya, eso sí, bien juntas). Pese a todo, se crean algunas tímidas ocasiones.

Mel mete, con media hora de retraso, a Molina por Rennella, y luego a Pacheco por Kadir, que tras un rato en el lugar del argelino se permuta bandas con Ceballos. El Betis también pega y Piccini es expulsado.

Últimos diez minutos
Molinero cubre el lateral a costa de Ceballos, cuya posición en la derecha es tapada en adelante por Molina o, a veces, Castro (o sea, otro 4-4-1, claro está). El Betis no muestra ambición alguna y acaba el partido pidiendo la hora. 

Jugador por jugador
Adán: Perfecto bajo palos, aunque no tuvo grandes exigencias. Mal con los pies; debe trabajar particularmente el balón a media distancia a los laterales, agujero habitual de los sistemas defensivos de presión alta (más aún cuando tienes a uno tan alto como Piccini).
Piccini: De lo mejorcito del equipo hasta que cometió el error que le costó la expulsión. Concentrado en defensa y mucho mejor que Molinero en ataque. Si el Betis de Mel va a jugar a poseer el balón, debe ser titular.
Bruno: Otro partidazo, rozando la perfección. Algún día la prensa se dará cuenta de que es muy buen central, al menos para el nivel en el que nos manejamos.
Figueras: Cumplió sobradamente en defensa. En ataque mal, como casi siempre. Alguien debería enseñarle a meter el pie abajo para jugar en largo: tirando sus pedradas planas es casi imposible subir su 10% de efectividad en esa suerte.
Varela: Cumplió también en defensa, pero abusó del pelotazo.
Kadir: Muy poquita cosa. No era partido fácil para su fútbol, pero tampoco lo intentó mucho.
N'Diaye: Buen partido, aunque sin grandes alardes.
Torres: A riesgo de resultar reiterativos, insistiremos: bien colocado, esforzado, capitán, líder en el campo, incapaz con balón (incluyendo pérdidas graves en su puesto al inicio del partido), y de escaso rendimiento sin él (roba poco, intimida menos, hace poquitas coberturas, y en el área propia pierde la marca y va de mentira al choque). Tal vez un día será buen entrenador, pero en el campo no rinde.
Ceballos: El único que intentó el juego interior, aunque con escaso acierto. Peleón y con amplio radio de acción, como siempre.
Rennella: Sacó algunas buenas jugadas, de las poquitas interesantes del Betis arriba. Como casi siempre, se metió en todas las broncas, algo que descentra a cualquiera y que acabará costando caro al equipo.
Rubén Castro: Invisible. Nada, o sí, un fallo de bulto en la única ocasión clara del Betis. Se le perdona por ser quien es.

Dani Pacheco: Como es habitual, tesón, y cabeza mirando al suelo para conducir el balón hacia ninguna parte. Ya le hemos visto todo.
Molina: Apenas pudo pelear un par de balones.
Molinero: Pocas intervenciones, y no buenas. 

Mel: En cuanto a modelo de juego se intuye, por la actitud inicial del equipo, que pretende implantar uno similar al de la primera temporada en Segunda: presión alta e intento de dominar la posesión y tratar bien el balón, pero sin dogmatismos, esto es, jugando en largo cuando es necesario. Otra cosa, eso sí, es que con hombres como Figueras y Torres se pueda jugar desde atrás como Mel desea. Desgraciadamente, el equipo parece haber perdido el punto de ambición, intención arriba y esfuerzo agonístico que tenía con Merino.

En cuanto a alineación, nos parece que Mel yerra en un puesto: Reyes, cuando juega de verdadero mediocentro (esto es, como mediocentro único en ataque, y no como interior avanzado, puesto en el que naufraga), rinde muy por encima de Torres, en defensa e incluso ya en ataque. En todo caso la intención de Mel cuando N'Diaye vuelva de África parece evidente: que sea este quien juegue en ese lugar y el primer fichaje pedido (¿Portillo?) lo haga de segundo mediocentro que se descuelgue a interior. Ni Reyes ni Torres serán titulares dentro de dos meses.

Su inexplicable error de mantener a Rennella en el campo casi media hora al borde de la expulsión no tuvo, por suerte, consecuencias.

Como siempre, los comentarios serán bienvenidos.