domingo, 18 de diciembre de 2011

Atlético de Madrid 0 - Betis 2 (17ª jornada de Liga de Primera División)

ATLÉTICO DE MADRID: Courtois; Juanfran, Godín, Domínguez, Filipe Luis; Gabi (Salvio, m. 83), Assunçao, Arda Turan (Coke, m. 70); Diego (Reyes, m. 70); Adrián y Falcao.
BETIS: Casto; Isidoro, Amaya, Dorado, Nacho; Cañas;  Pozuelo,  Iriney, Beñat (Santa Cruz, m. 71), Pereira (Jefferson Montero, min. 64); y Rubén Castro (Molina, m. 85).
Goles: 0-1, m. 55: Pozuelo. 0-2, m. 90: Roque Santa Cruz.
Árbitro: González González (Comité Castellano-leonés). Mostró amarillas a Domínguez, Assunçao, Iriney, Cañas, Nacho y Gabi, y expulsó a Pozuelo por doble amarilla en el minuto 72.


La aguerrida victoria del Betis esta mañana ante el Atlético ha tenido que ver más con la concentración y la efectividad (y con la suerte) que con el buen fútbol.

Primera parte
Mel planteó el partido de un modo similar al que tan mal resultado le dio en Cornellá. Volvió al trivote ultradefensivo (4-1-4-1), con Cañas por detrás de Iriney y Beñat, Pozuelo y Pereira como extremos y Castro solo arriba. El Atlético plantó un 4-4-2 con rombo en el que Assunçao guardaba las espaldas de los interiores (Gabi y Turam), Diego era la punta del rombo, y Falcao y un Adrián libre y perdido quedaban como delanteros. Cañas se emparejaba claramente con el creador atlético (Diego), y los locales abrían mucho el juego a las bandas, con unos laterales muy profundos y no siempre perseguidos por Pozuelo y Pereira.  Por ahí llegaron los problemas defensivos béticos, especialmente por la banda derecha atlética, porque Pereira no llegaba a la posición de Juanfran y Beñat tampoco a la ayuda, de modo que el lateral pudo colgar balones desde cerca. Ese fue el modo de intentar el gol de los locales, el balón alto en busca de Falcao; afortunadamente para el Betis falló los dos claros que alcanzó. El resto los salvó el empeño de la pareja de centrales, que –bien reguardados– dieron su mejor rendimiento. Por dentro las parejas no estaban muy definidas, pero la acumulación de hombres impidió que los atléticos encontraran líneas de pase.

En la primera parte el Betis simplemente no existió en ataque. El porcentaje de posesión fue ridículo, se abusó del pelotazo hacia un Castro muy solo y el campo se le hizo larguísimo. Entre los centrocampistas apenas Beñat tuvo una mínima llegada arriba.

Segunda parte
La segunda parte partió con similares presupuestos pero, desde la firmeza defensiva, gradualmente el Betis tocó más el balón, la presión atlética cedió y el Betis fue teniendo cierta llegada. Una jugada un tanto afortunada dio ocasión a Pozuelo de hacer su merecido primer gol en el Betis, y a partir de ahí los nervios de la grada y la concentración defensiva hicieron el resto del trabajo. La aparición de Jefferson en el sitio de Pereira mejoró mucho la posesión; luego Santa Cruz sustituyó a Beñat con el mismo fin, pero la inmediata expulsión de Pozuelo saboteó el 4-4-1-1 pretendido por Mel y lo convirtió en un extraño 4-3-1-1 cojo (sin extremo derecho) que los atléticos, ciegos en las proximidades del área, no supieron aprovechar.

Jugador por jugador
Casto: Muy buen partido, tanto en las salidas por alto como bajo los palos.
Isidoro: Muy en su estilo, no tuvo gran presencia pero tampoco cometió errores de colocación. Al final del partido tuvo que negociar continuos dos contra uno.
Amaya: Tras alguna desaplicación inicial mejoró su ubicación y sacó muchos balones por alto. Maltrató el balón menos que otros compañeros de línea.
Dorado: Favorecido como Amaya por el sistema de juego, su buena colocación le permitió despejar mucho. Mal en la salida del balón.
Nacho: Como Isidoro, se vio en inferioridad (él en la primera mitad) y tuvo que conceder muchos centros. Como siempre, mejoró cuando el Betis la tuvo.
Cañas: De los mejores de nuevo. Ocupa muchísimo campo y maneja la pelota muy aceptablemente. Si Iriney se marcha, hay otro.
Pozuelo: El gol le redimió de su falta de presencia ofensiva y defensiva en la primera parte. Filipe Luis le ganó las carreras.
Iriney: Mucho mejor sin balón que con él.
Beñat: Hizo un esfuerzo por ocupar el mucho espacio que le correspondía, y fue el único centrocampista más o menos próximo a los tres de arriba y que la tuvo un poco. Como siempre que juega tan arriba se vio abocado a unos contra uno para los que no vale.
Pereira: Mal. Perdió muchos balones, no se fue casi nunca y –dificultades del sistema– llegó tarde para cerrar a Juanfran.
Castro: Muy solo arriba, apenas pudo guardar la pelota.

Montero: En situaciones como la de hoy su aparición es muy importante para tener el balón y amenazar al rival cuando deja espacios. Eso sí: no suele acabar ninguna jugada.
Santa Cruz: Salió para defender los balones parados y para dar salida a la pelota como mediapunta. Además, marcó.
Molina: Apareció muy al final con similares objetivos, aunque falló su ocasión.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Betis 2 - Valencia 1 (16ª jornada de Liga de Primera División)

BETIS: Casto; Isidoro, Mario, Dorado, Nacho; Pozuelo (Ezequiel, m. 75), Beñat, Iriney, Jonathan Pereira (Juanma, m. 80); Rubén Castro y Santa Cruz (Jorge Molina, m. 75).
VALENCIA: Diego Alves; Barragán, Víctor Ruiz, Dealbert, Mathieu; Topal, Tino Costa (Albelda, m. 83); Feghouli, Jonas (Parejo, m. 76), Pablo Hernández; y Soldado (Aduriz, m. 87).
Goles: 0-1, m. 65: Dorado, en propia puerta. 1-1, m. 91: Rubén Castro. 2-1, m. 93: Rubén Castro.
Árbitro: Pérez Lasa (Comité Vasco). Amarilla a Tino Costa, Mario, Soldado, Barragán, Rubén Castro.


Milagro a las diez
La fortuna devolvió por fin un poco de lo mucho quitado al Betis en las últimas jornadas, y le dio un subidón moral y de puntos cuando todo parecía perdido. Por tercer partido consecutivo el resultado se decidió en la última jugada; esta vez fue a favor de un equipo al que nunca le faltó la voluntad, aunque a ratos le flaqueó la fe. Hasta ahí el partido se pareció a otros muchos de esta temporada en el Villamarín: un encuentro más o menos igualado, con un Betis tal vez algo mejor que el rival y en el que –hasta hoy– ganaba el primero que marcaba, que casi nunca era el Betis.

El Valencia planteó su habitual 4-2-3-1 con Topal y el sobrevalorado Tino Costa como mediocentros un tanto estáticos, Feghouli y Hernández por las bandas, el lento Jonas como mediapunta libre y Soldado arriba. Superior técnicamente al Betis y sin tanque en la delantera, trató de tocar la pelota con paciencia y de sacarla jugada. El plan de Mel fue diferente: presión desde muy arriba y, con balón, juego directo hacia Santa Cruz. Aunque éste fue previsible a veces, pues Casto y los centrales apenas intentaban sacarla jugada y a la primera duda la ponían arriba, el juego estaba esta vez bien construido: Roque solía caer un poco hacia la izquierda –el lado del lateral bajito del Valencia–, donde tenía a dos hombres rápidos cerca hacia los que peinar el balón (Castro, más Pereira como extremo). Por la derecha Pozuelo era el otro extremo: mejor elección sin duda que sacrificar ahí a un mediocentro, pues ninguno de los disponibles (Beñat habría sido el señalado) podía aportar en ese puesto ni el recorrido defensivo necesario, ni la velocidad en la conducción de Pozuelo, ni el último pase de Salva. Posibles peros a la alineación de Mel eran apenas la falta de un extremo puro, la elección de Dorado por Amaya y, sobre todo, no haber premiado los buenos partidos de Cañas, un hombre además más adecuado que Beñat para el fútbol que Mel planteaba; podría así además haberse guardado la bala del vasco para el segundo tiempo, en el que suele dominar el centro del campo cuando aparece desde el banquillo (Pamplona, Getafe).

Primera parte

Cuando jugaba el Valencia el partido parecía más una partida de ajedrez que de fútbol: los dos delanteros del Betis presionaban a los dos centrales, Iriney (por delante de Beñat) al mediocentro valencianista que se atrasara, y el balón acababa en los pies de Diego Alves con todos quietos, hasta que un movimiento de alguno de los cuatro de arriba del Betis le permitía lanzarlo a un central o hacia Mathieu. Cuando el Valencia conseguía superar así la presión, acababa a veces metiendo en ciertos problemas a los béticos, sobre todo por las superioridades provocadas por las subidas de Barragán y por la movilidad de Feghouli. Los robos del Betis no solían desencadenar contraataques rápidos ni bien llevados (algo en lo que el Betis se diferencia bastante, por desgracia, de otros equipos que presionan muy arriba, como, pongamos, su modelo el Barcelona). Por tanto, las pocas ocasiones béticas llegaban gracias a los ya citados balones largos.

Segunda parte
El Betis sale muy enchufado, aprieta fuertemente arriba y tiene algunas opciones de gol mientras le duran las fuerzas. A partir del minuto 60 los mediocentros aflojan la presión y los mediocampistas valencianos tienen tiempo para pensar y meter balones a la espalda de la defensa. En uno de ellos llega el autogol.

A partir del minuto 75 ambos entrenadores hacen cambios de hombres pero no de esquema. Los de Emery empujan a su equipo hacia atrás, y cada vez tienen menos el balón, gracias también al trabajo bético. Mel refresca el ataque, aunque mantiene al desafortunado Castro. Ezequiel hace primero de extremo derecho y luego de izquierdo. Finalmente llega el premio por partida doble.

Jugador por jugador
Casto: Bien en general, cabe la duda de si pudo salir a la jugada del 0-1.
Isidoro: Comparte con Casto, Dorado y Mario el lunar del gol en contra, en el que le cogieron la espalda. Estuvo más fallón de lo habitual.
Mario: Es el mejor central del equipo hasta ahora, y el único rápido.
Dorado: Otra vez salió en la foto del gol, y esta vez por lentitud de movimientos.
Nacho: El juego aéreo de la primera parte más las subidas de Barragán le hicieron pasarlo mal. Luego, con más balón, mejoró.
Pozuelo: Su rapidez de piernas en corto hizo sufrir a Mathieu, y tiene recorrido defensivo suficiente para el puesto.
Beñat: Fue otro de los damnificados por el juego largo de la primera parte. Con los minutos creció.
Iriney: Otra vez comandante de la presión, hasta muy arriba, aunque no siempre aprovecha luego el balón.
Pereira: Corrió mucho, pero llegó tarde en defensa y sus asociaciones con Santa Cruz y Castro no se culminaron.
Rubén Castro: Parecía negado otra vez... hasta el descuento. Esperemos que coja confianza.
Roque Santa Cruz: Aunque aparente estar lento, acaba ganando muchísimos balones largos y se asocia bien. Hay que pedirle más trabajo en la presión y más acierto en el área.

Ezequiel: Hizo lo que debía: intentarlo en vertical.
Molina: Se fajó bien en los balones largos, aunque en el área sigue sin aparecer.
Juanma: Quince minutos perfectos, en los que hizo más que en los últimos dos años. Esta vez sí buscó hacer daño al rival, y además lo hizo.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Osasuna 2 - Betis 1 (15ª jornada de Liga de Primera División)

Osasuna (2): Andrés; Damià, Rubén (Lolo, 28), Flaño, Roversio (Raitala, 75); Puñal, Nekounam; Cejudo, Raúl García (Ibra, 54), Lamah; y Kike Sola.
Betis(1): Casto; Isidoro, Ustaritz (Rubén Castro, 46), Mario, Dorado, Nacho; Salva Sevilla (Pozuelo, 75), Matilla (Beñat, 54), Cañas, Pereira; y Santa Cruz.
Goles: 1-0: Min. 39, Flaño. 1-1: Min. 80, Rubén Castro. 2-1: Min. 93, Nekouman.
Árbitro: Ayza Gámez, valenciano. Amonestó a los locales Damiá, Roversio y Nekounam; y a los visitantes Nacho y Pereira.


Mil maneras de perder
Es difícil ponerse positivo con el cuerpo cortado, pero si el Betis sigue el camino de la segunda mitad de este Osasuna-Betis su suerte cambiará. Empeñado en hacer fácil lo difícil y difícil lo fácil, esta vez el equipo puede haber logrado perder y que no echen al condenadísimo Mel.

El tópico de las dos partes diferentes es hoy de uso obligatorio. En la primera mitad el entrenador bético, dispuesto a probar cosas nuevas cada día para tratar de cambiar el sino perdedor del equipo, experimentó con una defensa de cinco en la que Mario se incrustó en el centro del viejo 4-4-2 a cambio de renunciar al segundo delantero, Castro. Quedaba pues el Betis en un 5-4-1 ultradefensivo cuyo principal objetivo era cerrar las bandas con la duplicación de lateral más central, con Salva de falso extremo derecho y Pereira a la izquierda. Osasuna jugaba su habitual 4-1-4-1 con dos laterales de serie B como Damià y Roversio (lateral ¡izquierdo!), Nekounam y Raúl García como interiores y Sola solo arriba, e intentó su fútbol a la inglesa, de fuerte presión y balones a las bandas para el centro al área.

Con Santa Cruz abandonado a su suerte arriba y el equipo juntito y presionando sólo a partir de mitad de cancha, la posesión fue siempre de Osasuna: el Betis, sin la menor llegada, fue incapaz de sacarla jugada. El esquema sin embargo funcionó defensivamente bien: Salva dejaba jugar a Roversio, obviamente una nulidad en ataque, y sólo alguna internada de Cejudo traía problemas. La acumulación de tres centrales solventaba los balones aéreos, pero la blanda zona que plantea Mel en los balones parados volvió a fallar y cayó el 1-0.

Con la soltura de quien ya lo tiene todo perdido, Mel y los suyos decidieron morir matando. El natural cambio de Castro por Ustaritz dio paso a un asedio bético en toda regla: la mejor segunda parte de la temporada, sin lugar a dudas. La aparición de un fresco Beñat por Matilla dio fluidez al centro del campo y el Betis llegó a la puerta de Osasuna por tierra, mar y aire, con el único lunar de un breve paso atrás tras el empate. La serie de ocasiones falladas fue interminable antes y después del gol: ocho si contamos sólo las clarísimas, por ninguna de Osasuna. Dorado, Casto, Nekounam y el negro fatum que parece instalarse periódicamente en este equipo decidieron muy al final.

Jugador por jugador
Casto: Dos tiros más o menos complicados, dos goles. En el primero, un córner blandísimo, debió salir primero y bien pudo pararla después. En el segundo hay que repartir mérito y demérito entre lanzador y portero, pero su pasito a la izquierda à la Goitia es imperdonable.
Isidoro: Dio su rendimiento habitual entre el suspenso y el aprobado raspado.
Ustaritz: Resguardadito, no falló mucho. Nadie lo echó de menos en la segunda mitad.
Mario: Hay que rezar algo para que no se lesione más.
Dorado: En  general estuvo aceptable, pero inaceptablemente blando en el 1-0 e hizo una falta absurda en el 2-0, en un un error impropio de su veteranía. Pronto jugará Amaya.
Nacho: Le tocó un buen extremo como Cejudo y sólo pasó apuros puntuales. En ataque no culminó pero no desentonó.
Salva Sevilla: Discontinuo como es él, corrió en la primera parte y jugó una buena media hora en la segunda.
Matilla: Fue engullido por la presión osasunista. Sigue sin justificar un solo euro de lo pagado por él.
Cañas: Se ha ganado la titularidad. Corre como Iriney y juega mejor al fútbol.
Pereira: Buen partido, que pudo ser muy bueno si el portero osasunista no le hubiese parado tantas ocasiones. Se mató a correr.
Santa Cruz: Está lento y falto de mordiente arriba, pero su clase y su físico para bajar balones le permiten jugar de especie de centrocampista adelantadísimo, que reparte muchos balones de calidad a sus compañeros (cuando los tiene cerca).

Castro: Por fin le entró la pelotita.
Beñat: A media hora es un gran jugador.
Pozuelo: Como otras veces, desbordó pero acabó poco.

El detalle
Uno no sabe si la psicóloga del Betis es tan buena que hace creerse capaz a un equipo incapaz o tan inútil que no sabe sacar a un buen equipo de los estados depresivos, pero las rachas de esta temporada y la anterior o cambios de parte a parte como el de hoy son casi inexplicables.