domingo, 31 de agosto de 2014

Betis 2 - Numancia 1 (2ª jornada de Liga de Segunda División)

BETIS (2): Adán; Molinero (Nono, m.43), Perquis, Jordi Figueras, Alex Martínez (Casado, m.27); Lolo Reyes, Xavi Torres; Cejudo, Matilla, Rubén Castro; y Jorge Molina (Rennella, m.72).
NUMANCIA (1): Biel Ribas; Isidoro, Gaffoor, Regalón, Ripa; Kader (Alex Arias, m.81), Antonio Tomás, Pedraza, Palanca (Vicente, m.68); Gerrit (Natalio, m.58) y Sergi Enrich.
Goles: 1-0, minuto 5: Rubén Castro. 1-1, minuto 21: Palanca. 2-1, minuto 77: Rubén Castro de penalti.
Árbitro: Jesús Muñoz Mayordomo (Comité Castellano-Manchego). Amonestó a los visitantes Pedraza (m.38), Regalón (m.58), Natalio (m.74) y Kader (m.76) y a los locales Xavi Torres (m.62), Perquis (m.63) y Adán (m.93).
30.000 espectadores en el Villamarín. Fuerte calor.

Que los dos hechos tácticos más relevantes del partido de hoy hayan sido protagonizados por el utilero del Betis y por el scouting del equipo rival habla por sí solo de la organización de una entidad de 35.000 socios, decenas de millones de euros de presupuesto y unas estructuras dignas de una empresa de tres empleados.

Pese al esperpéntico espectáculo ofrecido por Molinero, su camiseta y el banquillo local, el Betis se ha impuesto, con muchos apuros, a un Numancia muy rudimentario, nos tememos que típico representante de esta triste Segunda División española igualada por lo bajo.

Minutos 1 al 43
La primera sorpresa del día la daba Julio Velázquez: dejaba en el banquillo a N'Diaye, se intuye que por unas razones de gestión de vestuario que uno no se explica muy bien en un equipo profesional –en el que el objetivo debe ser ganar partidos, no contentar a los jugadores–. Lo hacía para repetir exactamente la alineación y el posicionamiento de Sabadell, esto es, un 4-2-3-1 con mediocentros de carácter defensivo y paralelos en defensa y en ataque.

Enfrente Anquela plantaba un 4-4-1-1 extremadamente primitivo en ataque: al estilo inglés de hace cien años, los sorianos –incapaces, ciertamente, de progresar por dentro– se dedicaron a meter pelotazos a la frontal desde cualquier lugar y posición del campo, incluyendo todo saque de banda más o menos cercano al área (larguísimos, ejecutados por el exbético Isidoro) y las mil faltas cometidas por el Betis en el centro del campo. Aquí queda mal parada la labor de estudio de los rivales del banquillo bético y sus ayudantes: bien está ser agresivo en el mediocampo, pero ante un equipo cuyo único recurso es la subida de los centrales para cualquier jugada a balón parado es inexplicable que el equipo caiga insistentemente en un error tan básico a todo lo largo del partido.

No mucha más fluidez con balón mostraba el Betis: como ocurriese en Sabadell, el mal escalonado doble pivote bético, con la inestimable ayuda de Perquis y Figueras, era incapaz de sacar el balón jugado, especialmente por el lado (derecho) de Reyes. Neutralizada a la media hora por lesión la única salida bética, la de Álex Martínez por la banda izquierda, el Betis esperaba al Numancia y trataba de sorprenderlo a la contra; de hecho así llegó el temprano 1-0, que reforzó el conservadurismo de los béticos. Uno de los mil balones llovidos sobre el área bética trajo el empate; con todo las ocasiones claras béticas seguían goteando, casi siempre gracias a Rubén Castro. El Betis no manejaba el tempo del partido pero era mejor por pura calidad.

Desde el minuto 43
La surrealista salida del campo de Molinero por falta de camiseta (tras dejar al equipo con un hombre menos durante un total aproximado de cinco minutos) fuerza a Velázquez (¿contra su voluntad?) a corregir posiciones por dentro. Manda a Lolo Reyes, el gran problema en ataque, al lateral derecho, y Nono (inexplicablemente Nono, no N'Diaye) entra como interior derecho para montar un 4-1-2-3 en el que él y Matilla jugaban por dentro. A partir de entonces el Betis ganó claramente la posesión. El problema sin embargo volvió a ser la posición de los interiores: ahora cometían el (tantas veces repetido) error de venir demasiado atrás a sacar el balón, en lugar de dejar a Torres y los centrales ganar el tres contra dos ante los delanteros numantinos (más aprovechable además cuando tienes un central zurdo). Los tres delanteros béticos quedaban enfrentados a seis defensas sorianos, nadie la pedía entre líneas, y Reyes y el tosco Casado tampoco progresaban por banda.



Matilla y Nono esperan que los interiores,
Matilla y Nono, vengan a pedirles el balón entre líneas.

El Betis llega poco a puerta, y el Numancia nunca. Por fortuna el árbitro y Rubén Castro salvaron el resultado.

Jugador por jugador
Adán: Volvió a salir a destiempo en el gol, si bien esos barullos son difíciles de negociar por parte del portero.
Molinero: Apenas tuvo tiempo para más que demostrar su tenacidad.
Perquis: Es una bomba de relojería, y las bombas conviene que exploten cerca de la portería contraria, no de la propia.
Figueras: En su línea de lentitud, cintura dura, buena colocación y mal trato del balón.
Álex: Jugó bien en ataque durante lo poco que estuvo en el campo.
Lolo Reyes: Tal vez la de interior adelantado a la derecha del mediocentro no sea una posición ofensiva ideal para él, pero peor aún es que se quede anclado a cinco metros de Perquis y en paralelo a Xavi Torres, donde atora todo intento de jugar por su costado. Por conocimiento táctico y agallas jugó mejor como lateral, ya en la segunda mitad.
Torres: Un mediocentro completo, de los que conocen su oficio.
Cejudo: Tiene físico y lo usa bien cuando le llega el balón. El problema es que por su sector nunca le llega un balón medianamente bien jugado.
Matilla: Buena primera parte, pero cuando perdió fuelle se vino muy atrás y se diluyó.
Rubén Castro: Ganó el partido él solo. Todos los béticos, ateos incluidos, rezan para que no se lesione.
Molina: No le salió nada.

Casado: Tiene graves carencias en ataque, aunque no le falta potencia física.
Nono: Muy en su línea, móvil, con calidad por dentro, pero no muy listo y fallón.
Rennella: Otra vez dio buenas sensaciones, aunque no acabó nada.

Velázquez: Corrigió su conservador planteamiento porque no tuvo más remedio. La ausencia de N'Diaye (que ahora se va con su selección) es muy difícil de explicar. El juego interior sigue siendo la asignatura pendiente.

sábado, 30 de agosto de 2014

C.E. Sabadell 2 - Betis 3 (1ª jornada de Liga de Segunda División)

C.E. SABADELL (2): De Navas; Agus (Gato, m. 64), Kiko Olivas, Crespí, Víctor (Riau, m. 76); Eguaras; Sotan, Javi Hervás; Collantes, Tamudo y Aridai (Edgar Hernández, m. 72).
BETIS (3): Adán; Molinero, Perquis, Jordi Figueras, Álex Martínez; Xavi Torres, Lolo Reyes; Cejudo (N'Diaye, m. 66), Matilla (Dani Pacheco, m. 81), Rubén Castro; y Jorge Molina (Rennella, m. 68).
Goles: 0-1, m. 21: Cejudo. 0-2, m. 33: Matilla. 0-3, m. 78: Rennella. 1-3, m. 88: Edgar Hernández. 2-3, m. 89: Tamudo.  
Árbitro: Trujillo Suárez (Comité Tinerfeño). Amonestó por el Sabadell a Sotan y Eguaras, y por el Betis a Xavi Torres y Perquis.
24 de agosto de 2014, 19:00 horas. 8.100 espectadores en la Nova Creu Alta, casi la mitad de ellos aficionados del Betis. En los prolegómenos del encuentro se homenajeó a García Soriano, exjugador del Sabadell y del Beti.

El primer partido oficial de la temporada 2014-15 mostró un buen Betis durante la mayor parte de su transcurso, que confirmó las características intuidas en la pretemporada: un equipo superior individualmente al rival, muy convencional en lo táctico, serio, defensivamente sólido –considerando los rivales que se encontrará en esta pobre Segunda–, rápido a la contra, peligroso arriba y con graves problemas para sacar el balón jugado desde atrás.

Primera parte
El plan, al menos en este inicio de temporada, parece claro: minimizar riesgos, pelear tanto como el rival, no perder nunca el sitio y esperar que la calidad arriba decida. Para ello Velázquez planteó el partido de un modo muy típico en el actual fútbol español: cuatro atrás, un doble pivote paralelo de carácter fundamentalmente defensivo, un tercer centrocampista por delante de ellos, dos extremos adelantados y un tanque arriba, en lo que podríamos llamar un 4-2-1-3 (o bien 4-2-3-1 o incluso 4-3-3, según gustos). En defensa el equipo hace una presión media-alta, que sólo va de verdad arriba en saques de puerta y banda o cuando ve la ocasión propicia para el robo; por demás, en posesión del Sabadell Matilla y Molina, los más adelantados en defensa, se encargaban de los centrales y el mediocentro catalán, mientras Reyes y Torres sólo salían cuando sus respectivos pares, Hervás y el japonés Sotan, venían atrás a pedirla.

Las tres posiciones interiores del 4-1-4-1 (o sea, un 4-3-3 con pivote y dos interiores) del Sabadell –un equipo individualmente muy flojito– encajaban bien con las béticas, en ataque y en defensa, por lo que las marcas eran claras y ni unos ni otros podían progresar con facilidad por dentro.

Aquí se evidenció el mayor problema de este Betis 2014-2015: su incapacidad para sacar el balón jugado desde atrás. A la impericia técnica de sus centrales, especialmente grave en el caso de Figueras –incapaz de dar un pase largo aceptable, y pocos cortos–, se sumó el posicionamiento paralelo de Torres y Reyes, muy mal escalonados. El resultado fue, cuando al Betis le tocaba sacarla desde atrás, una mera sucesión de pelotazos sin dirección ni sentido. Sólo Castro supo leer el espacio que quedaba a los costados del mediocentro sabadellense.

Por fortuna el Betis halló dos modos de llegar arriba: el robo en el centro del campo, gracias a un trabajo solidario y de pie firme (especialmente en Torres y Reyes), y las transiciones rápidas defensa-ataque por el lado de Álex Martínez, a veces nacidas en el mismo Adán; una vez llegaba el balón a dominios de Matilla, Molina y Castro, el peligro en las combinaciones era evidente. Llegaron las ocasiones, pocas pero claras, y con ellas dos goles.

Segundo tiempo
Como en la primera parte, el Betis pasa algunos apuros de inicio, que incluso provocan un gol mal anulado a Tamudo. Pasado este, la presión local afloja y el Betis domina balón y partido casi a placer; cae el tercero y pudieron caer varios más. El equipo acabó con Castro de delantero centro, Rennella (antes arriba) y Pacheco en las bandas derecha e izquierda, N'Diaye (derecha) y Torres como pivotes y Reyes por delante de ellos, en una posición extraña para él.

En los últimos minutos, tras varios cambios muy ofensivos del local, el Betis afloja la concentración y recibe dos goles en balones cruzados.

Jugador por jugador
Adán: Seguro durante casi todo el partido, cometió un error grave en la salida del primer gol –raro en él, que domina muy bien esa suerte– y uno más preocupante en el segundo, en el que estuvo primero cohibido para salir, y luego mal colocado y lento. Bien con los pies.
Molinero: Un lateral de Segunda, para lo bueno y para lo malo. Es aplicado pero tiene evidentes limitaciones. Esperemos que Piccini lo mejore.
Perquis: Buen partido en defensa, aunque flojo en ataque.
Figueras: Su buena segunda mitad defensiva compensa su calamitosa primera media hora, todo un recital de errores de toda laya. Para jugar en el Betis no basta con ser inteligente y voluntarioso, si resulta que eres lento, torpe e incapaz de dar un balón a un compañero a más de diez metros. Este jugador no puede ser titular.
Álex Martínez: Cerró más que aceptablemente en defensa y fue uno de los mejores recursos ofensivos del equipo. Hay lateral.
Cejudo: Disciplinado y acertado en el gol, aunque se espera que desborde más.
Reyes: Notó la falta de rodaje, sobre todo con balón. En defensa, agresivo.
Torres: Aunque mejorase ofensivamente a su compañero de línea, tampoco supo ofrecerse a los centrales para tocarla. Cerró bien.
Castro: La lentitud en la transición del Sabadell y su buena actitud le permitieron seguir bien a su lateral. En ataque, listo, aunque algo lejos de puerta.
Matilla: Buen partido en la mediapunta, con concentración, toque e incluso cierta movilidad y llegada. A ver si este año dura más de un mes.
Molina: Le faltó un punto de acierto en lo que intentó, pero se ofreció muy bien.

N'Diaye: Aun falto de rodaje se notó que está un par de escalones por encima de la categoría. Si se aplica y aprende un par de detalles tácticos se saldrá.
Rennella: Una especie de Molina más joven pero un poco desmejorado.
Pacheco: Poco tiempo.

Velázquez: Parece haber mejorado la actitud profesional del equipo y haberlo ahormado pronto en lo defensivo. Falta que dé una mínima fluidez ofensiva por dentro.

Como siempre, los comentarios serán bienvenidos.

martes, 19 de agosto de 2014

Los esquemas de juego: ¿una cuestión de modas? Artículo en Club Perarnau

El autor de este blog, Juan Ramón Lara, publica en la revista digital especializada en análisis deportivo Club Perarnau (de Perarnau Magazine) un artículo dedicado los esquemas de juego en el fútbol.

A partir de una premisa simple, el máximo alejamiento entre los jugadores como instrucción básica de los atacantes, y utilizando los resultados de la geometría –en concreto el empaquetamiento exagonal demostrado por Gauss–, se dilucida qué esquemas serían adecuados y cuáles desaconsejados para los equipos atacantes, se extraen consecuencias defensivas de ello, y se comparan los resultados así obtenidos con ejemplos reales recientes de equipos de primer nivel.

Pueden conseguir este Extra nº42 de la revista en este enlace.

Los comentarios y discusiones sobre el contenido del artículo serán aquí bienvenidos.

martes, 12 de agosto de 2014

Betis 1 - Fiorentina 2 (partido de presentación del Betis 2014-15)

BETIS (1): Adán (Dani Giménez, m. 46); Molinero (Sergio Rodríguez, m. 82), Bruno, Jordi Figueras (Matilla, m. 46), Álex Martínez (Casado, m. 46); Cedrick (Nono, m. 46), Perquis, Xavi Torres, Dani Pacheco (Chuli, m. 46); Rubén Castro y Jorge Molina (Rennella, m. 46).
FIORENTINA (2): Rusanu; Piccini (Mancini, m. 72), Tomovic, Hegazi, Pasqual; Vecino (Lazzari, m. 62), Brillante, Vargas (Pizarro, m. 62); Joaquín (Cuadrado, m. 62), Babacar (Mario Gómez, m. 72) y Wolski (Iakovenko, m. 30).
Árbitro: López Amaya (Comité Andaluz). Mostró tarjetas amarillas a Tomovic, Rennella y Cuadrado.
Goles: 0-1, m. 27: Vargas; 0-2, m. 37: Babacar; 1-2, m. 51: Matilla;
Incidencias: Unos 15.000 espectadores en las gradas del Benito Villamarín . En los prolegómenos, el Betis homenajeó al que ha sido capitán de las últimas temporadas, Nacho.

El Betis dejó sensaciones preocupantes y algunos detalles interesantes en su presentación de anoche.

Velázquez puso de salida un equipo que podríamos denominar titular con lo que tenía. En efecto volvía a situar a Perquis como mediocentro defensivo en un claro mensaje (hecho explícito por el propio entrenador) sobre la carencia de un jugador específico para ese puesto, ante la ausencia de Reyes y la necesidad imperiosa del fichaje de otro jugador. No es el único sector donde se necesita un refuerzo: venido Cejudo y con Juanfran de momento en la plantilla, es imperiosa la necesidad de un central; si bien Perquis acabará ahí, su tendencia a lesionarse y las condiciones de los que hay hacen fundamental traer otro hombre, incluso si el mediocentro que llegue, como N'Diaye, puede eventualmente cubrir también esa posición.

El nuevo entrenador bético mostró sus cartas tácticas, y en particular su intención de hacer presión alta desde un 4-4-2 defensivo claro. Con la Fiorentina situada en un 4-1-2-3 (o 4-3-3), los béticos trataron de presionar arriba durante la primera parte. Los problemas, naturales cuando juegas ante un rival –pese a sus muchas ausencias– superior, llegaron en torno a la media hora: si tu posesión no es mucho mayor que la del contrario, la presión remite en torno a ese minuto, el equipo se parte por la mitad –en la misma jugada del 0-1 se vio a Molina brazos en alto reclamar acompañamiento a sus compañeros– y llegan los problemas atrás. Bien estará pues la presión alta contra el Llagostera de turno, pero Velázquez deberá tomar nota y entrenar un plan B para cuando el equipo pierda fuelle ante rivales de cierto empaque.

En ataque los problemas en esa primera parte se debieron a un mal escalonamiento interior del equipo, del que ya se sospechaba en la pretemporada. Se unieron tres defectos: no había mediapunta natural –y además ni Castro ni Molina vinieron apenas a esa zona a buscar la conexión–; Perquis no tiene condiciones para la construcción de la jugada; y, por último, inexplicablemente fue Xavi Torres el mediocentro de la pareja que acudió a triangular con los centrales, obligando a Perquis a jugar de interior derecho en ataque (¡?). La consecuencia lógica fue que el Betis jamás consiguió combinar por dentro, y quedó reducido a los pelotazos y las carreras baldías de los extremos.

La entrada de Matilla y Nono en el descanso dio aire a la presión durante veinticinco minutos y mejoró mucho ese juego interior. En defensa Matilla era segundo pivote y Nono delantero del 4-4-2, mientras que en defensa hacían respectivamente (casi siempre) de interiores izquierdo y derecho. Castro había pasado al extremo izquierdo, con Chuli en la banda contraria. El equipo terminó en un curioso 3-1-4-2, tal vez experimento para finales de partido a la desesperada, con Casado de central izquierdo, Chuli y Rennella en los carriles y Sergio arriba con Rubén.

Las actuaciones individuales trajeron como buenas noticias la implicación y buena forma física de Rubén Castro (esto muy importante), el empaque de buen futbolista de Rennella, la aparentemente plena recuperación de Xavi Torres (aunque tal vez no esté aún en su peso ideal) y la impresión positiva en general (a más ver) de los nuevos laterales. Pacheco mostró detalles de calidad técnica pero parece faltarle un punto de velocidad para la banda. Bruno es más rápido de lo que su físico hace sospechar, pero su trato del balón no ofrece garantías. Por demás, lo sabido: Matilla (buen gol) puede ser un recurso interesante para medias horas, pero no tiene fuelle para ser mediocentro; Figueras, justamente señalado por la grada, no puede ser titular en el Betis de ningún modo, al igual que Chuli; y Adán tal vez deba salir a tapar desde una posición más compacta, pues (0-2) no es la primera vez que toca la pelota de fuera hacia dentro en estas situaciones.

Como siempre, los comentarios serán bienvenidos.