martes, 20 de marzo de 2018

Betis 3 - Espanyol 0 (29ª jornada de LaLiga)

BETIS (3): Adán; Mandi, Bartra, Amat; Javi García; Francis, Fabián, Guardado (Durmisi, m. 71), Junior; Boudebouz (Tello, m. 80) y Loren (Sergio León, m. 74).
ESPANYOL (0): Pau López; Marc Navarro, Duarte, David López, Aarón; Granero (Didac, m, 81), Víctor Sánchez, Carlos Sánchez, Piatti (Darder, m. 46); Baptistao (Sergio García, m. 69) y Gerard Moreno.
1-0, m. 34: Junior. 2-0, m. 54: Boudebouz. 3-0, m. 69: Francis.
Árbitro: De Burgos Bengoetxea (Comité Vasco). Amonestó a Víctor Sánchez y Francis.
Benito Villamarín. 31.000 espectadores. Apagones brevísimos y aguaceros durante el partido, aunque el césped aguantó bien.

Hizo un buen partido el Betis ante el Espanyol: casi perfecto en defensa, pues apenas permitió al Espanyol acercarse siquiera a su área, y solo aceptable en ataque, fase en la que creó escasas ocasiones aunque ciertamente el marcador favorable le permitió el lujo de usar el balón para controlar el partido con posesiones conservadoras.

La ciclotímica afición bética ha elevado a maravilloso un partido en el que los errores de Pau López, futuro portero bético según todos los indicios, maquillaron los problemas ofensivos de un Betis al que, hay que subrayarlo, costó mucho superar el sistema defensivo del Espanyol. Los catalanes se presentaron con órdenes de su entrenador (que cumplieron razonablemente, pese a sus declaraciones tras el partido) de no presionar arriba y dejar tener el balón al Betis. Los españolistas jugaron su invariable 4-4-2 contragolpeador y de líneas muy juntas. Ante esto Setién pareció cumplir la fórmula para obtener su esquema de la que hablamos al analizar el partido con el Alavés: ante este tipo de equipos –con poco gusto por el balón y deseosos de pillar al rival a la contra– el Betis toma precauciones y coloca un defensa de más contra los delanteros rivales para segurar posesión en la salida y para evitar el dos contra dos en defensa que costó caro en el partido de ida. Tocaba pues defensa de tres centrales, y el equipo se colocó en un 3-1-4-2 bien jugado: Javi García se alejó convenientemente de Bartra, y los carrileros atacaron muy arriba. Las posiciones béticas serían muy incómodas para los españolistas porque no había parejas claras prácticamente en ningún lugar del campo:


Lo mismo podría haber sucedido al revés, claro está, pero la brevedad de las posesiones españolistas no permitió saberlo.

Es innegable que desde el partido ante el Villarreal el Betis juega un fútbol menos arriesgado y apuesta por marcadores más cortos, por más que lo negase Setién en su tensa entrevista de ayer en la SER; pero sí lleva razón el entrenador frente a esa parte de la prensa en que no ha renunciado a sus principios en absoluto (como de hecho temimos aquí tras ese partido): con un esquema u otro el Betis sigue jugando un buen fútbol de posición, aunque con piezas menos ofensivas sobre el campo; y por demás lo que hagan los futbolistas en el último tercio de este escapa casi por completo al control del técnico.

Sí fue ejemplar el sábado la aplicación de los principios de ese fútbol en la construcción del juego de los béticos: los jugadores se colocaron magníficamente para la salida de balón (abiertos los centrales y más aún los carrileros, separados de ellos y entre sí los interiores, y lejos, insistimos, García de Bartra); se usaron triangulaciones (en este enlace se explica muy bien el concepto de tercer hombre con jugadas del Betis en este paetido) y conducciones de los centrales, sobre todo Bartra y Mandi, cuando procedía; hubo atracciones de rivales antes de soltarla; se pidió el balón entre líneas, sobre todo Boudebouz; se jugó rápido, como en los rondos de los entrenamientos, cuando hubo poco espacio... Incluso cuando Setién al final del partido quiso asegurar con una especie de 3-4-2-1 con Amat y García en el doble pivote el Betis supo esconderle el balón al Espanyol tratándolo bien y haciéndole muy grande el campo al rival.

Justamente lo contrario le ocurrió al Espanyol cuando la tuvo: muy junto al recuperar y torpe y desordenado por dentro, los de Cornellá fueron víctima de una buena presión postpérdida por parte del Betis –punto clave este en este modelo de juego–, gracias a la reacción rápida de los béticos tras perderla y a las buenas vigilancias de los centrales sobre los puntas espanyolistas, que casi nunca recibieron cómodos para descargar el juego, e incluso fueron objeto de alguna falta cuando se hizo necesario.

En suma, Setién parece haber logrado compensar con un bien entrenado juego colectivo en ataque su apuesta por reforzar al equipo atrás (no otras cosa es jugar con un central más y García todavía de mediocentro), y a costa de perder bastante poderío ofensivo ha ganado mucha solidez defensiva.

Jugador por jugador
Adán: Como en los periódicos antiguos, sin calificar por falta de trabajo. 
Mandi: En enorme forma.
Bartra: Falló algunos cambios de juego, pero es perfecto para este juego de defensa a campo abierto y salidas en conducción.
Amat: Partido muy completo, pese a jugar muy lejos del área (incluso de mediocampista) y a seguir conduciendo demasiado hacia dentro.
Javi García: Su evidente mejoría tiene relación directa con la mejora del juego bético, porque ha progresado con balón y su posición es clave en eso.
Francis: Sigue creciendo, y sigue cómodo con defensa de cinco. Es bueno en espacios cortos. Gol raro. 
Fabián: Abonado a los buenos partidos. Es un dolor de cabeza para los rivales.
Guardado: Sin estar brillante, se notó poco su inactividad.
Junior: Otra exhibición de fuerza y recorrido. Aprovecha bien su posición, incómoda para la marca tanto de lateral como de extremo, para sorprender (1-0).
Boudebouz: Jugó su mejor partido casi como delantero, y ahí supo explotar el espacio a la espalda de los mediocentros espanyolistas, ocupados con Fabián y Guardado. Gol y asistencia.
Loren: Tuvo entretenidos a los centrales.

Durmisi: Minutos aceptables. Con Junior detrás podría tener su sitio.
León: Pocos minutos.
Tello: Menos minutos aún.

Los comentarios son bienvenidos. En Twitter, @juanramonlara.

miércoles, 14 de marzo de 2018

Alavés 1 - Betis 3 (28ª jornada de LaLiga)

DEPORTIVO ALAVÉS (1): Pacheco; Martín, Laguardia, Ely (Hernán Pérez, m. 80), Duarte; Ibai (Bojan, m. 76), Pina, Manu García, Pedraza (Burgui, m. 61); Sobrino y Munir.
BETIS (3): Adán; Francis, Mandi, Bartra, Junior; Camarasa (Tello, m. 69), Fabián, Javi García, Boudebouz; Loren (Sergio León, m. 80) y Rubén Castro (Amat, m. 62).
Goles: 0-1, m. 23: Loren. 0-2, m. 43: Javi García. 1-2, m. 66: Sobrino. 1-3, m. 77: Loren.
Árbitro: Del Cerro Grande (Comité madrileño). Amonestó a Ely, Laguardia, Adán, Manu García y Javi García.
Incidencias: 17.000 espectadores y buen césped en Mendizorroza.

El Betis ganó el partido de anoche en las áreas tras nivelar en juego al Alavés de Abelardo, algo muy meritorio si consideramos que desde la llegada del asturiano al banquillo vasco los alaveses lo habían ganado prácticamente todo en casa.

Primer tiempo
Es llamativa la flexibilidad que muestra últimamente Setién en lo táctico, y en particular en cuanto a alineación y esquema de juego (imposibles de adivinar unos y otros), y contrasta esto con el empecinamiento en el 4-3-3 mostrado en la primera mitad de esta liga. Parece sin embargo razonable –y parece que ha funcionado bien– que el equipo técnico quisiera dar estabilidad al equipo mientras se habituaba a un modo de jugar nuevo, y que una vez, digamos, aprendida la forma de juego por toda la plantilla (o casi) se puedan permitir adaptar once y dibujo a rivales y estados de forma de los jugadores propios.

Sin entrar a valorar quién en concreto debe jugar o no (lo sabrá mejor quien los ve entrenar toda la semana), sí vale la pena detenerse a estudiar los esquemas y modos de juego que vienen utilizando Setién y Sarabia en las últimas jornadas, y parece detectarse (lo habrá, sin duda) un cierto patrón en sus variaciones aparentemente caprichosas; una vez estudiado el esquema y el estilo de juego del rival los técnicos béticos tratan, como es natural, de hacer el partido tan inccómodo como es posible al rival:
- Si este gusta de tener el balón, eligen ir siempre a la presión hombre a hombre (ejemplo: Real Sociedad). El esquema suele ser entonces una imagen en espejo del del otro equipo.
- Si el contrario en cambio disfruta más con espacios y juego veloz (ejemplo: Valencia), o si es demasiado arriesgada la primera opción, el Betis da un pasito atrás y permite la salida de balón del oponente con un hombre de más a cambio de ganar superioridad en defensa.

Según el dibujo rival y la opción elegida puede salir como resultado un esquema u otro para el Betis. Anoche el Alavés presentó un claro 4-4-2, y Setién planteó un valiente 4-4-2 para hacer parejas en todo el campo, además con jugadores especialmente ofensivos: Francis en el lateral, dos delanteros puros (pareja clásica de bajito rápido y tanque para jugar de espaldas), y, eso sí, dos falsos extremos que son de natural interiores, aunque jugaron la primera media hora a pie natural (Camarasa y Boudebouz). El equipo presionaría así:


Afortunadamente los béticos no jugaban un rígido 4-4-2 en ataque, sino que García se metía mucho entre los centrales, Fabián quedaba más adelantado, como interior (generalmente derecho), y Boudebouz y Camarasa alternaban la zona de ataque con posiciones retrasadas, de interior; los defensores alaveses quedaban sin parejas claras. El buen toque y las buenas costumbres de los béticos al sacar el balón (jugar con el portero, separarse...) lograban alargar las posesiones béticas, y las basculaciones locales hacia las bandas para presionar eran castigadas con frecuentes y muy buenos cambios de juego. El Betis, en suma, dominó el balón y logró filtrar un buen puñado de pases a la espalda de la adelantada defensa vasca. Hubo pocas ocasiones en ambas áreas, pero el Betis tuvo las mejores y las aprovechó (0-2 al descanso).

Segundo tiempo
Con poco ya que perder el Alavés se va arriba con todo y presiona sin medida a un Betis que mantiene la línea defensiva alta pero pierde pronto el balón. Ante el agobio y el descontrol del juego, muy trabado en el centro, de posesiones breves y con grandes espacios a la espalda de las defensas, Setién pasa al modo un hombre de más atrás y organiza un 5-4-1 (3-4-3 en ataque) con Amat como central izquierdo, luego Tello como extremo izquierdo (Boudebouz ya cambiado para ello a la derecha) y finalmente León arriba. El Betis recibe un gol y pasa un mal rato, pero el gol de Loren y el cansancio privan de fe al Alavés –pese a acabar con solo tres defensas– y el tramo final es tranquilo. 

Jugador por jugador
Adán: Bien con los pies, una vez más, y arriesga (aunque nos hayamos habituado). Remiso a salir y bien bajo palos.
Francis: Aún es desbordable en defensa, pero en ataque da mucho.
Mandi: En su mejor estado de forma desde que llegó al Betis.
Bartra: Es muy bueno.
Junior: Cumplidor, sobre todo en defensa.
Camarasa: El hombre ya está negado. Hizo cositas buenas.
Fabián: Es con diferencia el jugador más importante en la construcción del juego. Como mediocentro ofensivo de un doble pivote se le ve cómodo.
García: Aseado partido, de pelea.
Boudebouz: Por fin va sumando pases profundos a su juego pinturero, pero debe aportar más. Peleón, a cambio.
Castro: El control que falló al inicio (a pase de Boudebouz) puede marcar negativamente su fin de temporada. Irrelevante.
Loren: Cuando parecía haber sido una estrella fugaz pegó un puñetazo sobre la mesa. Gran partido dentro y fuera del área. Tiene unos metritos de arrancada muy interesantes para un delantero centro.

Amat: Decente, pese a la opinión general.
Tello: Irregular.
León: Poco, esta vez, pero merece jugar más.

El detalle
Una vez más los dos equipos vistieron colores demasiados parecidos. Y arco iris hay.

Los comentarios son bienvenidos. En Twitter, @juanramonlara7.

sábado, 10 de marzo de 2018

Valencia C.F. 2 - Betis 0: unas breves notas

La manta pequeña de Setién
Vista en diferido y con mucho retraso la derrota del Betis en Valencia vale al pena hacer algunas anotaciones sobre el partido.

Aunque aquí no somos muy partidarios de analizar los partidos desde las alineaciones es evidente que Setién tomó en ella medidas para que la dinámica fuese muy diferente de la del encuentro de ida ante los levantinos, e incluso que la de encuentros más o menos recientes. Cualquier esquema puede ser ofensivo o defensivo según los jugadores que ocupen sus posiciones, y las intenciones del cántabro fueron muy defensivas a la vista de la planilla del domingo pasado: no solo jugaron tres centrales prácticamente puros, sino dos carrileros con mucha más vocación defensiva que ofensiva –Barragán y Junior, en lugar de Francis y Durmisi, por ejemplo– y, sobre todo, un mediocentro muy posicional y defensivo, como es Javi García. Pese a que el murciano hizo un partido aseado con balón y a que la baja de Guardado pudiese justificar su presencia, el hecho de jugar con tres centrales (y no dos) por detrás lo obliga a un juego entre líneas –mucho más difícil que ver el juego simplemente de cara– para el que no está capacitado.

Pese a ello el Betis se ubicó bien en ataque, a partir de un 3-4-3 (5-4-1 en defensa) en el que Fabián y el citado García ocupaban el doble pivote, y Joaquín (izquierda) y Camarasa los flancos de la delantera; incluso su cuidado del balón fue mucho mejor de lo que podía suponerse en vista de tal alineación: el trabajo da sus frutos, y este equipo es capaz de tocar bien la pelota y practicar un correcto juego de posición en casi todas las circunstancias. El Valencia jugó su cerrado 4-4-2 habitual, sin problema alguno en cederle el balón al Betis (más aún tras el 2-0 apenas iniciado el segundo tiempo), y los equipos quedaron emparejados con claridad en ataque y defensa: Loren ensuciaría la salida de los dos centrales valencianistas como Rodrigo y Mina la de los tres centrales béticos; Fabián y García quedarían ante Parejo y Kondogbia, los laterales valencianistas serían marcados y marcarían a Joaquín y Camarasa, y los carrileros béticos defenderían, bien atrás, a los extremos locales. En la imagen, el 5-4-1 defensivo del Betis: emparejamientos en negro y superioridades/inferioridades en rojo.


El punto inferior de calidad ofensiva produjo en el Betis, por segundo partido consecutivo, falta de ritmo de circulación de balón, de suerte que toda ventaja conseguida en la salida de este acababa cancelada por el buen repliegue valencianista. El buen toque general y el, a veces, exquisito de Fabián y Joaquín era muy estético y académico pero casi nunca ponía en problemas al trabajadísimo sistema defensivo valenciano, siempre en superioridad numérica. La manta pequeña tapaba los pies del Betis (el partido no se parecía en nada al 3-6 de la ida) pero le destapaba la cabeza: lejos queda la brutal producción ofensiva del Betis de la primera vuelta.

Aunque el Valencia no lograba gran cosa en sus ataques posicionales, atascada la salida en conducción de sus centrales por sus propios mediocentros, poco le importaba porque las veces que lograba salir de la presión tras pérdida bética llegaba, a toda velocidad, en superioridad numérica arriba. Estos sí son riesgos propios del sistema de juego bético, y la jugada del 1-0 fue paradigmática: varios errores consecutivos pusieron en bandeja el gol por la vía favorita de Marcelino, el castigo del fallo ajeno. En este caso: primero el equipo está mal situado para esa contrapresión tras la pérdida (y no es precisamente Mandi, que reacciona bien, el culpable); luego no molesta al conductor del balón por el carril central; y finalmente Amat yerra al corte.




En la segunda parte Setién trató de cambiar el curso del partido con alteraciones del esquema: primero un 3-1-4-2 con Castro y Loren arriba y Joaquín y Fabián como interiores, y luego un 4-4-2 para ir a la presión alta siempre, con Tello y Joaquín como extremos, pero el Valencia siempre tuvo el dominio táctico.

Aprovechamos esta entrada para advertir de que los próximos partidos serán analizados probablemente también con bastante retraso. Los comentarios son bienvenidos. En Twitter, @juanramonlara7.

viernes, 2 de marzo de 2018

Betis 0 - Real Sociedad 0 (26ª jornada de LaLiga)

BETIS (0): Adán; Mandi, Bartra, Junior; Francis, Fabián, Javi García, Durmisi; Boudebouz (Joaquín, m. 68); Sergio León (Rubén Castro, m. 68) y Tello (Camarasa, m. 83).
REAL SOCIEDAD: Moyá; Odriozola, Llorente, Héctor Moreno, De la Bella; Zubeldia; Illarra, Zurutuza (Guridi, m. 65); Canales, Oyarzabal (Bautista, m. 91) y Juanmi (Januzaz, m. 72).
Árbitro: González González (Castellano-Leonés). Mostró tarjeta amarilla a Serio León y Bartra.
40.000 espectadores pese a la noche desapacible de agua y viento racheado en el Benito Villamarín.

Betis y Real jugaron anoche un partido muy igualado y de alto ritmo en el que dos equipos quisieron quitar la pelota al rival y lograron su objetivo: no la tuvo ninguno.

Minutos 1 al 83
Salvo en el resultado el partido fue semejante a otros (como el del Girona) en los que los dos equipos presionan muy arriba e intentan hacerse con el control del balón. Y es que la Real de Eusebio, como el Betis, trata de practicar el juego de posición, y para ello fue a la presión alta e intentó cuidar la posesión del balón desde su conocidísimo 4-3-3, algo más defensivo con Zubeldia de mediocentro posicional que cuando Prieto atrasaba a Illarra.

Setién, al que cada vez es más difícil no ya adivinar la alineación sino el esquema de juego (pues lo cambia cada partido, algo que nos parece muy correcto una vez el equipo ya está estabilizado en un modo de jugar), aceptó el reto y montó una formación en espejo del esquema realista: si el 4-3-3 de los visitantes suele desplegarse en ataque en un 2-1-4-3 (contando así: centrales-mediocentro-interiores y laterales-delanteros), el Betis montaba un clarísimo 3-4-1-2, de modo que durante todo el partido los equipos se perseguirían mutuamente en duelos prácticamente individuales; el más espectacular fue el de Junior contra un gran Canales, pero también Durmisi quedó ante Odriozola, Fabián contra Zurutuza, Javi García ante Illarra, etc. Una de las ventajas tácticas del esquema de cinco fue atar con más facilidad a los altísimos laterales realistas, y en particular ahorrar al extremo izquierdo bético el martirio de perseguir a Odriozola: un carrilero quedaba mejor colocado para ello. Los emparejamientos resultarían como sigue con balón en pies de la Real (similares a la inversa):


Aunque la situación es formalmente un arriesgado uno contra uno que deja expuesta a la defensa a igualdad numérica, como es natural la presión de unos y otros no fue siempre atosigante y los defensores, como se intuye en el esquema, toman posiciones más o menos intermedias entre rivales,  atrasadas y basculadas lateralmente, con menos ambición de robo de balón, para: no vender su espalda (véase Rakitic vs. Fabián ante el Barça), poder hacer ayudas y cruces sobre jugadores que no sean su par, cerrar líneas de pase por dentro, y mitigar esa exposición a los balones largos de los porteros –delanteros contra defensas en igualdad numérica– con cierta protección de los centrales. Aun así ambas defensas hubieron de jugar en arriesgada igualdad y con muchos metros a su espalda; los rápidos centrales del Betis, en particular, hicieron un gran partido defensivo, incluidos muchos despejes ante balones cruzados al inicio y varios cruces in extremis en la segunda parte.

En cuanto a nombres, aunque formalmente el equipo de Setién era similar al que aquí le criticamos cuando lo alineó ante el Villarreal, por varias razones era esperable (y así sucedió) mejor manejo de balón, pese al descanso de Joaquín: García es más centrocampista que Amat y Junior más ofensivo que Feddal; por demás la baja de Guardado daba pocas alternativas. Además, y aunque García estorbó demasiadas veces al meterse entre los centrales (y tres ya son demasiados), el esquema 3-4-1-2 espacia mejor a los atacantes que el 3-1-4-2 de aquel día.

El resultado de las presiones altas de ambos equipos, en todo caso, fueron muchos balones largos de los porteros hacia los puntas. Setién y Eusebio, previendo un partido abierto, metieron velocidad arriba, pero se olvidaron del clásico tanque que baja balones (ni León ni menos aún Oyarzábal lo son), de modo que las defensas se impusieron casi siempre por alto, y la velocidad de Bartra o Junior ahorró problemas al Betis en espacios abiertos.

Tras un arranque de partido muy fuerte de la Real el Betis tuvo cierto control del juego, aun igualado este, hasta mediado el segundo tiempo.

Últimos diez minutos
Tras los cambios el Betis queda con Camarasa y García en el doble pivote, Fabián (cansado) como fantasista y Joaquín y Castro arriba. El equipo da un paso atrás y no logra cazar ninguna contra, aunque tampoco pasa graves apuros.

Jugador por jugador
Adán: Buen partido con los pies, aunque anduvo cerca de provocar infartos en la grada. Solo aceptable en las salidas (no por fallar, sino por hacer pocas). Gracias a sus centrales y aunque pasó peligros apenas tuvo trabajo real bajo palos.
Mandi: Buen partido, aunque algo lento.
Bartra: Enorme partido defensivo, por alto y por bajo.
Junior: Se consolida con un partido de notable alto en una nueva posición en el primer equipo (aunque no para él). Su tremenda potencia física le permitió sujetar aceptablemente a un gran Canales e incluso rematar con peligro un par de veces pese a jugar como defensa puro. Está por ver si mantendrá esta hiperconcentración cuando lleve más partidos.
Francis: Muy cómodo en el puesto de carrilero. Bien con balón.
Fabián: El Betis duró en ataque lo que duró él.
García: Aceptable en ataque, aunque con tres centrales detrás se le nota algo fuera de sitio. Peleó bien.
Durmisi: Paró a Odriozola, que no es poco, pero en ataque ya ni siquiera encara.
Boudebouz: En un puesto perfecto para él hizo circular bien el balón, aunque casi siempre hacia atrás. Es muy bueno y hace cosas muy bonitas, pero ¿cuántos goles y asistencias lleva?
Tello: La imagen en negativo de Boudebouz: la gente le pitó alguna vez por quitar la pierna o por alguna torpeza con balón, pero al final quien llevó peligro fue él y solo él.
León: Sin suerte en alguna contra.

Joaquín: Mejoró el trato de balón.
Castro: Sin suministro, muy poco.
Camarasa: .

Setién: Aunque el empate frustre el equipo es cada vez más sólido.

Los comentarios son bienvenidos. En Twitter, @juanramonlara7.