lunes, 23 de abril de 2018

Atlético de Madrid 0 - Betis 0 (34ª jornada de LaLiga)

ATLÉTICO DE MADRID (0): Oblak; Savic, Giménez, Lucas Hernández; Juanfran (Vrsaljko, m. 65), Gabi, Thomas, Saúl; Correa (Griezmann, m. 63), Fernando Torres y Vitolo (Koke, m. 63).
BETIS (0): Dani Giménez (Pedro, m. 38); Mandi, Bartra, Amat; Barragán, Fabián, Javi García, Junior; Boudebouz (Joaquín, m. 64), Loren y Tello (Campbell, m. 81).
Árbitro: Martínez Munuera (Comité Valenciano). Amonestó a Fabián, Junior, Bartra, Amat, Giménez, Gabi y Campbell.
Wanda Metropolitano, en buen estado tras la final de Copa (0-5).

Partido de notable alto el del Betis en el campo de un equipo de nivel alto de Champions, que rotó algún jugador importante pero al que en todo caso los béticos lograron igualarse en todos los aspectos.

La puesta en escena de los equipos dejó una evidencia del respeto que empieza a imponer este Betis en España: todo un Atlético, y en su estadio, cambiaba de esquema y planteaba una defensa de cinco (tres centrales y carrileros), como Las Palmas días antes. La probable intención era evitarse problemas con la incómoda posición de los carrileros béticos, demasiado altos para ser seguidos por los extremos de un 4-4-2 (o de un 4-3-3) pero demasiado abiertos para estirar hasta ahí a los propios laterales de una línea trasera de cuatro, lo que podía provocar problemas graves a los de Simeone si el balón (como así fue) estaba más en poder de los béticos. El Atlético quedaba en un 3-4-3 (con balón) / 5-4-1 (sin él). Enfrente Setién jugaba exactamente ese mismo esquema, descartando pues el 3-1-4-2 habitual: Javi García y Fabián harían el doble pivote (o doble interior) por delante de una línea de tres con Bartra de jefe central, mientras Boudebouz y Tello harían de extremos a pie cambiado con misión de pedirla por dentro y entre líneas.

El perfecto 3-4-3 con balón del Betis. El solapamiento de García y Fabián es un efecto estadístico de su intercambio constante de posiciones. Fuente: @11tegen11.

El gran mérito de este ya maduro Betis de Setién es haber sido capaz de progresar tanto en el entendimiento y manejo técnico del fútbol de posición que incluso jugando con una verdadera guardia de corps física como defensa y mediocampo (los siete jugadores de atrás superaban los 1'83 m. de altura) es capaz de administrar exquisitamente el balón. Esto explica en gran parte la evolución defensiva del equipo (lleva seis partidos sin recibir un solo gol, con tres porteros diferentes) y soluciona las discusiones sobre si Setién ha dado o no su brazo táctico a torcer: es cierto (y obvio) que alineaciones como la de ayer ponen sobre el campo un defensa neto más que las del antiguo 4-3-3 (esta vez incluso con García como pivote), pero también es evidente que el equipo quiere y tiene el balón (67%/33% ayer, nada menos), y que no ha renunciado en absoluto a su estilo.

Sí lo ha modulado a unas intenciones menos ofensivas incluso con balón, y en este aspecto la primera parte de ayer fue un ejemplo claro y acabado. Pese a poder emparejarse hombre a hombre para la presión, el Atlético, muy a su estilo, raramente fue arriba a por el Betis, y este, al cabo siempre con un marcador favorable, dedicó sus posesiones a la provocación de esa presión alta para que el Atlético separara sus líneas. El Betis aplicó a conciencia uno de los conceptos básicos del fútbol de posición, el de atracción de los rivales, y jugó verdaderos rondos en su campo ante Correa, Torres y Vitolo.

Una paradoja ya habitual: el Betis duplicó la posesión del Atlético pero el balón estuvo más en su propio campo que en el del rival (fuente: As).

Hace no mucho esas posesiones defensivas, a veces exasperantes y excesivas, solían acabar en pelotazos sin destino, pero ayer Giménez y Pedro sumaron solo cuatro pases fallidos, y a cambio se lograron típicas contras rápidas tras salida de balón como la que produjo la clarísima ocasión de Javi García.

La presión postpérdida, aunque aplicada solo en ocasiones, funcionó bien, significativamente liderada sobre todo por canteranos como Júnior o Fabián, y el Betis apenas cedió el dominio de la posesión en muy escasos tramos del segundo tiempo. Como efecto secundario de este juego una vez más el equipo no pasó apuros al final, si bien esta vez unos y otros decidieron no arriesgar un botín tal vez suficiente. 

Jugador por jugador
Giménez: Bien con los pies y bajo palos. Mala suerte.
Mandi: Excelente partido con balón y sin él, con la guinda de salvar un gol bajo palos (especialidad suya). Su regularidad es digna de encomio.
Bartra: Otro central que está manteniendo una línea regularísima. Sus pases verticales hacen mucho daño.
Amat: A más. Muy bien.
Barragán: Esta vez sí llegó muy arriba.
Fabián: Cada vez tiene más presencia física: roba balones (nueve ayer), cubre muchísimo campo, protege la pelota, recorre muchos kilómetros y, en suma, es un incordio constante, con balón o sin él, para el rival.
Javi García: Ha mejorado bastante con balón.
Júnior: A veces juega con cierto atropello, pero muchos de los balones que pierde los recupera al momento gracias a su enorme potencia física. Para bien el balón, que es algo muy importante.
Boudebouz: Más errores que acciones brillantes, que las hubo. Por fases vino demasiado atrás a por el balón, un pecado poco perdonable en este fútbol.
Loren: Jugar de delantero contra el Atlético es un difícil papel.
Tello: Bien, a su estilo. Tampoco lo tenía fácil en ese escasísimo terreno entre defensa y mediocampo que dejan los atléticos.

Pedro: Tranquilo. Merece su oportunidad.
Joaquín: Esta vez pudio lucirse poco.
Campbell: Muy poco balón, pero bien.

Setién: Es momento para ponderar su labor pedagógica con los jugadores, que evidentemente necesitaba un tiempo que algunos no querían darle.

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sábado, 21 de abril de 2018

Betis 1 - Las Palmas 0 (33ª jornada de LaLiga)

BETIS (1): Dani Giménez; Mandi, Bartra, Amat; Guardado; Barragán, Fabián, Joaquín (Sanabria, m. 70), Junior; Boudebouz (Campbell, m. 80) y Sergio León (Tello, m. 65).
U.D. LAS PALMAS: Raúl Lizoain; Míchel Macedo, Gálvez, David García, Ximo Navarro, Dani Castellano; Aquilani (Javi Castellano, m. 53), Etebo; Halilovic (Vicente Gómez, m. 66), Calleri, Nacho Gil (Ezekiel, m. 84).
Gol: 1-0, m. 93: Junior.
Árbitro: Sánchez Martínez (Comité Murciano). Expulsó a Míchel Macedo (m. 85). Además, amonestó a Calleri, Nacho Gil, Sergio León, Míchel Macedo, Mandi, Ximo Navarro y Junior.
45.000 espectadores en el estadio Benito Villamarín. Terreno de juego en perfectas condiciones.

Visto con la calma del diferido, el emocionante partido entre Betis y Las Palmas no solo fue la sexta victoria consecutiva en liga de los béticos y el partido que prácticamente manda a los canarios a Segunda sino un encuentro muy interesante tácticamente desde varios puntos de vista. El transcurso del partido fue bastante homogéneo, y el control fue en general del Betis, que dispuso de un constante goteo de ocasiones –más a medida que pasaron los minutos– y apenas sufrió en su portería. Observaremos por un lado el modo de juego de unos y otros, y por otro lado la guerra de pizarras entre Setién y Jémez.

Cómo jugaron
Se asistió a un ejemplo más de partido moderno entre dos equipos posicionalistas, de un tipo casi inédito por estos lares hace muy poco tiempo pero de los que ya se han visto varios este año (por ejemplo, el reciente ante la Real). Dado que ambos equipos trataban de imponer su juego de posición e impedírselo al rival, resultaron por ambos lados típicas situaciones de este fútbol, algunas de las cuales hasta hace poco provocaban infartos en la grada pero a las que los béticos ya se han habituado: salidas de balón desde atrás casi temerarias por parte de porteros y centrales, balones a mediocentros e interiores presionados y de espaldas a portería, presión defensiva muy alta –más agresiva por parte de Las Palmas que del Betis–, gran número de jugadores por delante del balón... Paradójicamente el resultado de estos teóricos riesgos (así llamados por los que ignoran los fundamentos de este tipo de fútbol, que particularmente en el periodismo sevillano son legión) cuando se corren por ambos lados suele ser un tipo de partido opuesto al deseado por estos equipos: pocas posesiones largas, dificultad para instalarse en campo contrario, y a cambio ataques rápidos en igualdad numérica y a campo abierto, iniciados tras balones largos del portero o arriesgadas salidas de la presión rival.

Y es que la secuencia ofensiva típica del juego de posición, consistente en buscar al llamado hombre libre para avanzar con la pelota en sucesivas superioridades desde la salida de balón, tiene como premisa que el rival va a defender con un hombre de menos esa salida de balón (por ejemplo dos delanteros cerrando a tres centrales); para impedirla el método más radical es emparejar hombres en todo el campo, como hizo el jueves Las Palmas, para obligar así al poseedor a jugar en largo o arriesgarse a perderla en zonas (antes) prohibidas al sacarla por abajo. El Betis ha aprendido ya a castigar ese juego, cosa que no sabía hacer hace pocos meses: en concreto, el jueves supo atraer la presión y crear espacios por dentro para las conducciones de Bartra y las recepciones del mediocentro y los interiores (Guardado, Joaquín y Fabián) y, sobre todo, estos supieron girarse y aprovechar esos espacios para hacer conducciones en velocidad, en jugadas parecidas a contragolpes (aunque no son tras robo). Los detalles posicionales para ello los vemos a continuación.

La partida de ajedrez
Setién repitió el que ya parece estabilizarse como su esquema favorito: un 3-1-4-2 en el que Bartra es el defensa central, Guardado mediocentro y Boudebouz delantero con tendencia a mediapuntear. Jémez optó por salirse de su perenne defensa de cuatro para, como el Girona, acoplar un 3-4-3, en el que Aquilani y el incansable Etebo (buen jugador este) eran los dos mediocentros (o interiores si se prefiere). El cordobés emparejaba así claramente a carrileros con carrileros, y su presión alta lanzaría también a los tres delanteros contra los tres centrales béticos. Sin embargo, bien estudiado su rival, Jémez tomó nota de los dos errores del Girona días antes: su presión fue más decidida, y sobre todo sacó a uno de los centrales a encimar al interior libre del Betis para impedir la superioridad numérica por dentro de Guardado, Joaquín y Fabián contra Etebo y Aquilani (como, por cierto, explicaba perfectamente Natalia Arroyo en sus comentarios televisivos):


Cuando la presión era superada los canarios no dudaban en hacer faltas, lo que fue cargándolos de tarjetas, no sin consecuencias. Para tratar de ganar superioridad Boudebouz atrasaba su posición (y era también perseguido por un central) y, a partir del descanso, Guardado se retrasó claramente en salida de balón hasta crear prácticamente una línea de cuatro atrás, lo que, atraído su marcador, provocó un espacio enorme en el centro que fue aprovechado por un enorme Bartra para salidas en conducción y por Fabián y Joaquín para correr con el balón. El cansancio fue además haciendo mella en esa presión canaria y finalmente en el minuto 66 Jémez capituló en este punto y organizó un 5-3-2, renunciando a esa presión y ya con dos delanteros contra los tres defensas béticos.

Enfrente el Betis salía a veces a la presión alta hombre contra hombre cuando bien Joaquín o bien Fabián iban contra uno de los tres centrales canarios; sí concedió el Betis a veces un hombre de más en la salida de balón rival, como suele últimamente, y justo es reconocer que en este punto Setién sí ha retocado su forma de defender, con muy buenos resultados por cierto. En todo caso unos trabajadores León y Boudebouz se bastaron para ensuciar la salida de balón de los canarios –pese a los riesgos, enormes a veces, tomados por estos–, permitiendo así a su equipo cierta superioridad numérica atrás, y la agresividad en la marca de los centrales béticos apenas dejó respirar a los delanteros visitantes, que no crearon una sola ocasión clara de gol; tan solo Calleri logró bajar algunos balones cuerpeando con Bartra.

Alrededor del minuto 70, justamente cuando Jémez cambiaba a 5-3-2, el Betis mutaba a un 3-4-3 al quedar Tello, Sanabria y Boudebouz (luego Campbell) como delanteros y solo Fabián y Guardado por detrás de ellos. Las tornas posicionales cambiaban: en adelante sería el Betis quien presionara ya siempre hombre contra hombre mientras Las Palmas tomaba más precauciones; el cansancio y la expulsión de Macedo acabaron por empujarlo contra su portería. El Betis acababa el partido con cinco defensas sobre el campo, sí, pero cuando Junior marcaba de cabeza Barragán era el que centraba y Mandi, Bartra y Amat estaban en el área rival esperando el remate.

Jugador por jugador
Giménez: Sin trabajo en su puerta. Bien con los pies, pero arriesga a veces sin necesidad.
Mandi: Esta vez mejor en defensa que en ataque.
Bartra: Enorme partido. Pese a tener a Calleri siempre cerca destrozó el sistema defensivo canario con sus salidas en conducción. Dio varias asistencias de gol.
Amat: Otro partido convicente, sin brillo pero muy efectivo.
Guardado: Muy bien, con balón y sin él. Ha vuelto.
Barragán: Ya hemos perdido la cuenta de sus asistencias de gol. Preciso, y muy alto en ataque, como se debe en este sistema.
Fabián: Gran primera parte, más flojo luego. Definitivamente ha ganado mucha potencia física, y eso es una gran noticia en su puesto.
Joaquín: Entendió bien lo que necesitaba el partido, aunque terminó pocas jugadas.
Junior: Ganó su duelo físico de alto voltaje con Macedo, que terminó derrengado y expulsado. En este sistema tiene que atacar muy arriba para abrir el campo, pero defender casi atrás, y puede. Otro gol.
Boudebouz: Uno de sus mejores partidos, pese a que no lució como en otros.
León: Estuvo en muchas, aunque no le llegó el gol.

Tello: Más voluntad que acierto.
Sanabria: Lejos aún de su mejor momento, pero incisivo.
Campbell: Gestionó bien el balón.

Setién: El equipo ha cogido un buen punto de equilibrio.

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sábado, 14 de abril de 2018

Girona 0 - Betis 1 (32ª jornada de LaLiga)

GIRONA (0): Bono; Maffeo (Lozano, m. 46), Ramalho, Bernardo, Juanpe, Mojica (Soni, m. 85); Granell, Pere Pons; Portu, Stuani y Borja García (Aday, m. 46).
BETIS (1): Dani Giménez; Barragán, Mandi, Bartra, Javi García, Junior; , Guardado; Fabián, Joaquín (Campbell, m. 82); Sergio León (Tello, m. 62) y Loren (Sanabria, m. 73).
0-1, m. 36: Loren.
Árbitro: Jaime Latre (Comité Aragonés), auxiliado por Llarena y Lamela. Anuló tres goles al Girona, justamente los dos primeros y un tanto rigurosamente el tercero. Tarjetero, se vino arriba con las protestas locales. Mostró tarjeta amarilla a Maffeo, Ramalho, Granell, Portu, Juanpe, Bartra, Guardado, Mandi, Loren y Javi García.
Fuerte lluvia y muchos béticos en Montilivi.

Logró el Betis su quinta victoria consecutiva en liga en un partido igualadísimo de interesantes alternativas tácticas. El Betis de Setién ha mutado definitivamente a un equipo que no solo hace buen ataque sino que ahora también sabe defender los ataques posicionales rivales, donde residía su gran debilidad hace unos meses.

Primera parte
El partido fue un buen ejemplo de cómo los detalles de pizarra pueden a veces marcar el destino de un partido. El Girona es un equipo original tácticamente, que suele jugar con defensa de tres centrales y carrileros, fuerte en la presión, pero que cuida poco la posesión y elige casi siempre el balón largo. Con esas armas puso en jaque hace una vuelta al antiguo Betis de Setién del 4-3-3, en un partido en el que supo impedir que los interiores béticos (Camarasa y Guardado entonces) se giraran gracias a fuertes marcajes personales; ayer la situación fue muy diferente.

Setién eligió un 3-1-4-2 como esquema de juego, con Javi García en el centro de la defensa, Guardado como mediocentro y Joaquín y Fabián como interiores a pie cambiado. El Girona pretendió cerrar con tres arriba la salida de balón de los tres centrales béticos (hombre contra hombre pues), pero cometió dos errores: en primer lugar, al quedar a su vez sus centrales en tres contra dos ante Loren y León y los carrileros emparejados en las bandas, los dos mediocentros locales quedaron en inferioridad numérica ante el trío de centrocampistas béticos; en segundo lugar, y al contrario que hace un año, el Girona no fue a la presión arriba de verdad, sino que se quedó a medias y dejó amasar la posesión a Mandi, García y Bartra, sin aprovechar ese tres contra tres para obligarles a deshacerse del balón rápidamente. Buenos conocedores ya los béticos de conceptos como la atracción de rivales, el plan consistió en provocar un poco la indecisa presión de Stuani, Portu y Borja García hasta encontrar a sus espaldas al hombre libre de entre el trío Joaquín-Guardado-Fabián, que (bien fijados atrás los cinco defensas catalanes) siempre encontraron espacios por dentro.

Primera parte: el tres contra dos favorable al Betis en el centro.

Como siempre la clave en el fútbol de posición es la creación de espacios a través del alejamiento justo entre atacantes: Guardado nunca se acercaba a los centrales para pedirles el balón (lo que habría anulado esa ventaja numérica), y Junior y Barragán jugaban altos y abiertos, para dificultar las ayudas de los laterales hacia dentro. León y Loren tenían atareados a los tres centrales locales, aunque esa inferioridad numérica, ahí sí, les dificultó terminar las jugadas.

En defensa el Betis jugaba bien con las fases defensivas: si podía hacía una buena presión postpérdida, pero si no se resguardaba atrás con un hombre de más, gracias al trabajo de Loren y León (una vez más: dos contra tres centrales) para ensuciar la salida gerundense. En suma, el Betis disfrutaba del balón (61%-39%) y de algunas ocasiones; el Girona, apenas de ninguna. 0-1.

Primer cuarto de hora de la segunda parte
Visto el panorama táctico Machín cambia radicalmente de plan, mete a Benítez en la izquierda para adelantar a Mojica, y también a Lozano arriba junto a Stuani, para pasar a un claro 4-4-2. Ahora es el Betis el que no presiona arriba pese a la igualdad numérica de Loren y León ante los centrales, de modo que el Girona tiene superioridad por las bandas y hace daño por la izquierda. El Betis pasa apuros.

Min. 46 al 62: con balón en pies del Girona sus laterales están libres.

Última media hora de juego
Setién corrige la ubicación: prescinde de un delantero, León, y monta en defensa un 5-4-1 en el que los laterales locales son cerrados por Tello y Joaquín.


El equipo recupera cierto control del juego e incluso la posesión al final. El Girona aprieta pero los centrales se mantienen firmes en los balones cruzados y, aunque apuradísimamente, la línea de fuera de juego funciona a balón parado y salva algún gol.

Jugador por jugador
Giménez: Bien en las salidas, vistoso en un par de paradas (extraña la colocación de la barrera en la falta del primer tiempo) y demasiado arriesgado con el balón en sus pies.
Barragán: Muy gris en ataque, aunque si recordamos los terribles problemas de Navarro ante Mojica en la primera vuelta habrá que darse por satisfechos con que controlara al colombiano.
Mandi: Otro buen partido. Gran temporada.
García: Aceptable partido. Le tocó el incomodísimo Stuani.
Bartra: Uno de los factores decisivos para que el Betis haya mejorado una barbaridad su seguridad defensiva.
Junior: Aunque no tuvo suerte en la finalización llegó dos veces muy arriba, y cerró su zona.
Guardado: Con tres hombres detrás sí puede ser un mediocentro solvente, porque tiene muy buen juego corto y largo.
Fabián: Si sigue progresando física y defensivamente como lo está haciendo se va a convertir en un jugador realmente serio.
Joaquín: La espectacular jugada del gol da cuenta una vez más de su tremendo nivel físico.
León: Mucho trabajo sin balón, pero poco vistoso.
Loren: Una finalización muy suya (uno de sus últimos goles en el Betis Deportivo fue idéntico). Fuera del área le salió poquito.

Tello: Si aparece desde el banquillo su velocidad hace daño.
Sanabria: Su recuperación es una gran noticia.
Campbell: Repetimos lo mismo. Peleón.

Setién: Si Bartra es un factor decisivo para la enorme mejora defensiva, el otro es que el equipo ya sí sabe cómo y, sobre todo, cuándo ir arriba a presionar y cuándo no; esto es, ha solucionado su problema de la primera vuelta, cuando la presión arriba se hacía sin tasa y a costa de inferioridades en el centro del campo, como las sucedidas ayer al Girona.

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sábado, 7 de abril de 2018

Betis 2 - Eibar 0 (31ª jornada de LaLiga)

BETIS (2): Dani Giménez; Mandi, Bartra, Amat; Barragán, Fabián, Guardado, Junior; Boudebouz (Joaquín, m. 67), Sergio León (Loren, m. 61) y Tello (Rubén Castro, m. 81).
SD. EIBAR: Dmitrovic; Peña, Ramis, Arbilla, Cote (Capa, m. 63); Escalante (Inui, m. 63), Dani García; Pedro León, Jordán, Orellana; y Kike García (Iván Alejo, m. 78).
Goles: 1-0, m. 21: Sergio León. 2-0, m. 50: Arbilla, en propia puerta.
Árbitro: Medié Jiménez (Comité Catalán). Casero. Amonestó a Dani García, Orellana, Mandi y Amat.
Más de 50.000 espectadores en el estadio Benito Villamarín. Terreno de juego en perfectas condiciones. Tarde algo desapacible pero sin lluvia.

Un Betis con otros registros
Ganó el Betis al Eibar con gran solvencia en un parttido jugado claramente al contragolpe. El equipo se consolida en zona europea y da una sensación de solidez desconocida desde hace años.

Primera parte
Pese a los tópicos –tan queridos en el mundo del fútbol– el Eibar de Mendilibar es un equipo que suele disfrutar de altos porcentajes de posesión y presionar muy arriba al rival. Así sucedió desde el primer minuto en el Villamarín, y fueron sus tres hombres más adelantados los encargados de apretar al trío de centrales bético; con bajas en su delantera, los vascos se vieron obligados a renunciar a su 4-4-2 y jugar un 4-2-3-1 en el que Dani García (más atrás y a la izquierda), Escalante y Jordán se escalonaban formando una zeta con su único punta, Kike.

Como preveíamos aquí el Betis jugó con tres atrás, pero erramos sin embargo en las razones que llevaron a ello: lejos de ser Mandi y Amat los encargados de marcar a los extremos del Eibar como había hecho el Betis recientemente en La Coruña (más abiertos ciertamente los extremos eibarreses, lo que habría expuesto a la defensa bética), fueron los carrileros Barragán y Junior los encargados de esa labor, y por tanto la defensa bética quedó en un cinco contra tres ante la delantera eibarresa:


A cambio el Eibar disfrutaría de un comodísimo cinco contra tres en la zona de salida de balón y creación; el Betis nunca saltaba a la presión alta, y el Eibar disfrutaría durante todo el partido de cómodas posesiones de balón, que no llegaron a demasiado por la falta de calidad de Jordán, que recibió muchas veces con cierta libertad. Las llegadas por banda de Pedro León y Orellana, al igual que los saques a balón parado, fueron controladas por un trío de centrales béticos muy firme por alto y en neta superioridad numérica, y –al contrario que en Getafe– la disposición defensiva bética, en 5-4-1, permitía a Boudebouz y Tello cerrar las subidas de los laterales rivales.


Por delante en el marcador desde bastante pronto, el Betis no puso demasiados inconvenientes a tal estado de cosas. Quique había sacrificado a Javi García por su escasa aportación, y el Betis jugaba un 3-4-3 muy posicional y bien estructurado, con más similitudes –por esquema y estilo de juego– con el Chelsea de Conte que con los equipos clásicos de este fútbol. El Betis buscaba la velocidad de Tello y León, fuese mediante balones largos hacia unos delanteros en igualdad (a veces incluso superioridad) numérica tras atraer con el toque atrás a la presión eibarresa, o fuese incluso mediante contragolpes puros y duros tras recuperar el balón. Cuando las posesiones béticas se alargaban los locales hacían, eso sí, una buena presión postpérdida, y esto produjo varios largos arreones de fútbol en los que el Eibar sufrió.

Como nota táctica curiosa hay que anotar la antilavolpiana que hizo Bartra muchas veces en la salida de balón: con buen criterio, para no anular al portero como un receptor más, el catalán se adelantaba ligeramente y quedaba en posición de mediocentro, incluso de cara a su propia portería. ¿Acabará jugando ahí?

Segunda parte
Tras sufrir un poco en el tramo final de la primera parte, Setién y Sarabia corrigen levemente el sistema defensivo para no tolerar posesiones tan largas a los visitantes: los centrales saltan más a por el mediapunta y, sobre todo, se pone en marcha (aunque con vacilaciones) el mecanismo de basculación de la defensa de cinco que ya comentamos aquí muchas veces en tiempos de Víctor Sánchez del Amo, consistente en que al caer el balón a un lateral del Eibar el carrilero bético (Barragán o Junior) salte a presionarlo y el central de ese lado bascule hacia el extremo abandonado por ese lateral.

Tras un tempranero 2-0 y pese a los cambios ofensivos de Mendilibar, que metió por dentro a Orellana para dejar sitio a Inui, los vascos van perdiendo la fe y el Betis, comodísimo en el tramo final, puede golear.

Jugador por jugador
Dani Giménez: Bien con los pies (importante esto), remiso a salir pero correcto cuando lo hizo, y casi sin trabajo bajo palos.
Barragán: Otras dos asistencias, aspecto en el que está aportando muchísimo para su puesto.
Mandi: Agresivo como nunca. Muy bien.
Bartra: Convertido en una especie de buen Pezzella, estuvo extraordinario por alto (aspecto que mejoró mucho en Alemania, según sus propias declaraciones) y jugó bien el balón, aunque lo hizo más que nunca en largo, a veces en verdaderos patadones, algo seguramente deliiberado por el plan de partido. Comprometido con el club.
Amat: Muy bien, con y sin balón. Tan solo hay que reprocharle su basto juego de brazos, que cuesta faltas –antideportivamente protestadas además–.
Junior. Fortísimo físicamente. Cerró a León, que no es poco.
Boudebouz: Puso el toque de fantasía, a su estilo, aunque terminó poco. Corrió mucho. Se le ve en buena forma física.
Fabíán: Está cuajando en gran jugador. Magnífico con balón (no falla un control), inteligente para encontrar salida al juego y cada vez más fuerte en lo físico y más presente en defensa.
Guardado: Trabajó mucho y movió bien el balón, aunque fallase algunas (para él) sencillas.
Tello: Fue la sorpresa en el once. Agitador y atolondrado, muy a su estilo.
León: Su ratio de goles por minuto debe de estar entre las más altas de la Liga. Rápido.

Joaquín: Fino.
Loren: Un poco chupón.
Castro: Muy bien, aunque sin suerte, de cara al gol. Los compañeros quieren que marque su gol de récord.

Setién: El equipo tiene ya otros registros además del de la posesión a toda costa, pero no pierde su buen trato y el uso inteligente del balón. La facilidad con que sus jugadores encuentran al hombre libre en cada jugada habla bien de su trabajo diario (mucho rondo). El equipo está sólido en ataque y defensa y tiene implicada a casi toda la plantilla; es difícil pedirle más a día de hoy.

Los comentarios son bienvenidos y generalmente contestaods. En Twitter, @juanramonlara7.

martes, 3 de abril de 2018

Getafe 0 - Betis 1 (30ª jornada de LaLiga)

GETAFE (0): Guaita; Damián, Bruno, Cabrera, Antunes; Portillo (Gaku, m. 81), Flamini (Pacheco, m. 81), Fajr, Amath; Jorge Molina y Ángel (Hugo Duro, m. 73).
BETIS (1): Adán; Barragán, Mandi, Bartra, Amat, Junior; Fabián, Javi García (Joaquín, m. 77), Guardado; Boudebouz (Sergio León, m. 68) y Loren (Campbell, m. 82).
0-1, m. 88: Sergio León.
Árbitro: Undiano Mallenco (Comité Navarro). Dejó jugar mucho, y mostró tarjeta amarilla a Bruno, Portillo, Amath, Jorge Molina y Bartra.
Césped alto, lluvia y viento en el Alfonso Pérez Muñoz.

Jugó un mal partido el Betis en Getafe, y solo la suerte y el buen partido defensivo de sus centrales y su portero lo libraron de una merecida derrota.

Como parece establecido en las últimas jornadas, ante un rival amigo del contragolpe y con escaso aprecio por el balón Setién optó por no exponer demasiado y sumar un hombre de más en la línea de atrás: dado que el Getafe suele jugar con dos claros puntas (Ángel y Molina), el cántabro jugó con tres centrales más dos carrileros. Un tanto más sorprendente y contrario a su costumbre fue hacer jugar a hombres, como Fabián y Guardado, con muchos kilómetros y pocos entrenamientos en Sevilla durante el parón; aunque es fácil opinar a posteriori, lo cierto es que el Betis estuvo falto de chispa, y especialmente en el centro del campo. Barragán fue la única novedad, y forzada.

Teóricamente y en lo posicional el partido tendría que haber sido similar al reciente Betis-Espanyol. De hecho, salvo el cambio indicado, nos sirve perfectamente el mismo gráfico de esquemas:


Sin embargo las cosas sucedieron de una forma muy diferente. Pese a su alta cuota de posesión (en zonas frías) y al buen toque de sus centrales, que manejaron bien el tres contra dos en la salida, el Betis casi nunca supo superar la segunda línea de un Getafe de líneas muy juntas; bien cerrados y agresivos (al límite del reglamento, como suelen los equipos de Bordalás) por dentro, los madrileños obligaron al Betis a circular por fuera, hacia unos carrileros verdiblancos sin marcador claro, pero las basculaciones de los getafenses llegaban a tiempo debido a la lentitud en la circulación de balón del mediocampo bético y al buen trabajo defensivo de los locales.

Bien temporizada su presión y con el bloque no muy alto pero sí bastante más que en su ultradefensivo partido del Villamarín, el Getafe tuvo cierta cuota de balón durante todo el partido, y aquí vinieron los problemas posicionales para el Betis –ocultos una semana antes ante un Espanyol que casi no olió el balón–: en fase defensiva Loren y Boudebouz se emparejaban con los centrales, Barragán y Junior casi nunca salían de la línea de atrás, y en consecuencia –la manta pequeña: contracara de la superioridad numérica de los centrales ante Molina y Ángel– Fabián, García y Guardado quedaban en inferioridad numérica ante los mediocentros y laterales del Getafe, y se veían obligados a enormes basculaciones laterales cada vez que el balón llegaba a Damián o Antunes, los laterales:


Gracias a esas llegadas por banda y al juego directo hacia su buena pareja de delanteros los getafenses llegaron con regularidad durante todo el partido a la portería bética, y solo Adán (un penalti detenido y una parada aún más milagrosa tras su rechace), la suerte (dos palos) e incluso el árbitro (el segundo tiro al palo acabó entrando por centímetros) permitieron al Betis escapar vivo.

Cerca ya del final Setién tomó riesgos: Joaquín atrasó a Guardado al mediocentro antes de García, y arriba metió un delantero neto más. Una buena salida de la presión llevó el 0-1 casi sobre la campana, y aun así debió también llegar el empate en los escasísimos minutos restantes.

Jugador por jugador
Adán: Estuvo entre algodones durante la semana, y sin embargo jugó su mejor partido del año. Por fin dio puntos.
Barragán: La jugada del gol lo redime de un partido gris.
Mandi: Muy bien con balón, como siempre, y decente en defensa.
Bartra: Partido sobresaliente. Es muy bueno: juega como un centrocampista de calidad y en defensa es anticipativo y sin embargo rara vez franqueable.
Amat: Bien en defensa, salvo en su absurdo penalti. En ataque su empeño en conducir hacia el centro lo limita.
Junior: Cumplidor, sin más.
Fabián: Tal vez su peor partido ofensivo de la temporada, y así y todo abrió la lata con un taconazo. Suele llegar fresco al final de los partidos.
García: Sin despreciar virtudes como su ocupación de campo, su buen posicionamiento y su altísimo porcentaje de pases acertados, las estadísticas revelan que su juego es excesivamente cómodo; la pasa casi siempre hacia atrás o en horizontal (a diferencia de Mandi o Bartra, por ejemplo) y recupera pocos balones: hoy cinco en 77 minutos, frente a seis de Guardado y quince (¡!) de Fabián. Fue cambiado.

Pases hoy de Javi García (Marca)

Guardado: Más calidad que físico.
Boudebouz: Dejó su par de destellos habituales, pero poco más.
Loren: La tuvo pero le pegó mordida. Trabajador.

León: Es difícil pedirle más. Merece un sitio en el equipo.
Joaquín: Aportó juego entre líneas y conducciones en la zona caliente, cosas muy necesarias.
Campbell: Apenas intervino, pero es feliz noticia que reaparezca.

Setién: Definitivamente el equipo juega más abrigado atrás sin renunciar al balón, pero sin ritmo eso queda en nada.

Los comentarios son bienvenidos. En Twitter, @juanramonlara7.